jueves, 23 de noviembre de 2017

El alcalde bailarín

Cd. Victoria, Tam. – ¿Qué le pasa al edil de Río Bravo?... Cierta atípica y reiterada confusión de la política con el negocio del espectáculo pareciera llevar su imagen pública por un tobogán sin retorno.
Frivolidad, ausencia de resultados y pésimas relaciones con la administración estatal caracterizan la gestión del priísta JUAN DIEGO GUAJARDO quien, paradójicamente, se ha dado en festejar su labor con videoclips musicales.
Observadores de medios capitalinos se preguntan si sus publirrelacionistas de volvieron locos, aunque ello no hace falta. Con la terquedad del susodicho basta. Si al jefe le nace de su (no tan ronco) pecho publicitarse como estrella de televisión, ni cómo ayudarlo.
En septiembre pasado fue tema de escarnio en redes sociales su video promocional donde celebraba el primer año de gestión local.
Humor involuntario a manos llenas. Difícil creer que cualquier munícipe se atreva a protagonizar un numerito musical de un minuto y 40 segundos, donde canta y baila utilizando a sus subordinados como coreografía.
O que considere pertinente hacer una adaptación propagandística de la melodía discotequera “I Will Survive”, popularizada en 1978 por la afroamericana GLORIA GAYNOR, en versión riobravense que modifica la expresión principal por las cuatro sílabas de “Hay que servir”.
Renovada letra abundante en frases ya muy hechas (“no pararé, en las escuelas, en el campo, en el deporte, en la salud”) que solo subrayan su intención de reelegirse (“hay tantas cosas por hacer, tanto qué pavimentar”).
Ello, aunque la pista de audio parece grabada aparte y el producto final abunda, desde las primeras frases, en fallas obvias de “lipsing”.
Sus labios no se mueven al ritmo de las palabras. Fracciones de segundo acaso, pero suficientes para detectar el playback.
No es difícil imaginar el tiempo y esfuerzo invertidos en ensayos, filmación, edición, postproducción. Tareas a cuenta del erario que nada aportan al propósito central de su cargo.
Todo ello, para un producto absolutamente prescindible. O, peor aún, fallido en el aparente propósito de comunicar algo a sus electores.
Que además haya seleccionado “I Will Survive”, llevaría un mensaje implícito, aunque la palabra “supervivencia” no aparezca en la traducción aldeana. Malas noticias para el PRI, el muchacho busca quedarse en el mando.
Ya en diciembre pasado había montado una coreografía para enviar un mensaje navideño de un minuto y 11 segundos.
Tomas más amplias revelan la participación de un centenar de “extras”. Todos con gorrito de Santa Clos, bailando al inicio con la melodía “Feliz Navidad”, de JOSÉ FELICIANO.
A la cuál se añade luego el ritmo más actual de “Get Low”, laureado éxito de 2014 producido por los disc-jockeys DILLON FRANCIS y DJ SNAKE, en una variante del techno conocida como “electrohouse”.
Y, bueno, quien incurre en alguna equivocación flagrante tiene entre sus opciones (1) enmendarla, mediante alguna suerte de ejercicio autocrítico, o bien (2) reincidir en ella, bajo el autoengaño de estar haciendo lo correcto.
Todo indica que JUAN DIEGO eligió la segunda opción. Refrendar sus inclinaciones, esta vez con una nueva producción donde se remonta décadas atrás y rescata un antiguo éxito de CONSUELITO VELÁZQUEZ (“Yo no fui”) en versión de PEDRO INFANTE.
En este otro mamotreto ya prescinde (de plano) de su voz para simplemente gesticular sobre la pista original del charro cantor, cuyos gestos de alegre bravura campirana intenta imitar. Con poca suerte, por cierto.
Lamentable exhibicionismo, en suma. Piruetas de un alcalde que confunde el servicio público con el swowbiz, como si el ánimo tamaulipeco fuera de fiesta, en una ciudad sacudida por la violencia y con carencias graves en materia de servicios públicos.