Cd.
Victoria.- Hurgando en los astros el enigma del
universo, el pensador griego TALES de Mileto tropezó en tremendo hoyanco que (en
efecto) lo dejó viendo estrellas, aunque no las que buscaba con denuedo.
El tema viene a cuento por la nota
publicada en EXPRESO ayer. Una mujer muere tras caer a un río por ir texteando,
tecleando cualquier banalidad a través de algún sistema de mensajería.
Cualquiera, llámese el popularísimo WHATSAPP,
el viejo SMS, el cada día más solvente DM de FACEBOOK, el hoy decaído BBM, el aún
vigente SKYPE, el renaciente YAHOO o alguna rareza solo para iniciados como TELEGRAM.
Debo confesar que cierta manía de conducir
a la defensiva (considerando el error ajeno como algo real y muy cotidiano) me
ha librado hasta ahora de tres choques con personas que solo teóricamente iban
al volante.
Solo en teoría, porque la médula de su
atención se encontraba focalizada en ese raro frenesí de quien garrapatea a dos
manos palabrería banal mientras chorros de adrenalina le erizan piel y cabellos.
Displicente el pié sobre freno y
acelerador, la mirada estrábica delega en el antebrazo derecho el giro del
volante y encomienda al codo izquierdo la gestión de parabrisas, direccional,
intermitentes, altavoces y claxon.
TORPEZA
POR GÉNERO
No lo digo por estadística sino por
experiencia personal. Veo más propio de damas el vicio por el texting y más común
en varones el abuso del auricular, esa charla por voz que es la función más
antigua y para la cuál fue creado el teléfono.
Pero como bien señala la colega y amiga
ADRIANA HEREDIA, en casos así, aunque la mirada vaya al frente y la atención del
conductor esté en el oído, la distracción puede ser tan devastadora como si fuera
texteando.
Si usted cree que platicar no lo distrae mientras
sus pupilas miran el camino, se puede llevar una sorpresa macabra.
Tendría que contarle al detalle los
encontronazos que me ha tocado ver en el cruce del Nueve Mina o en esa trampa
mortal donde concurren Lázaro Cárdenas, Luis Caballero, Democracia y la vía del
tren.
El oído distrae. Nomás observe usted a
cualquier director de orquesta dónde tiene la mirada mientras desliza su
batuta. En ninguna parte.
Bastante lejos del ojo, acaso en el trombón
que entró tarde o en la tecla del piano que sonó de más.
Algo hay en los mecanismos neuromusculares
del manejo vehicular que se alteran cuando el chofer va atento a una conversación
telefónica, por moderno que sea el sistema de audio y aunque traslade la
conversación celular a las bocinas del auto.
De cualquier manera algo se pierde y de
ello debieran estar atentos nuestros estrategas de tránsito, local y estatal,
hoy tan ocupados en asuntos sucesorios, hoy tan atentos a la preservación de su
chamba más allá del próximo otoño.
EPN
CON TAMAULIPAS
Efusivo el mensaje y el trato personal del
presidente PEÑA NIETO al gobernador EGIDIO TORRE durante el sustancial
encuentro que sin duda marca un umbral en los servicios de salud, tanto en el
hospital Pumarejo como en el Canseco y obras afines, complementarias.
Todo el apoyo para TORRE en lo que resta de
su gobierno, fue el mensaje central de PEÑA, quien contrastó en su discurso el
frío invernal con la calidez de la gente que hizo olvidar las bajas
temperaturas, permitiendo que el presidente se sintiera (dicho por él) “como en
casa”.
Presente, desde luego, el secretario
adjunto del CEN tricolor MARCO ANTONIO BERNAL quien no dudó en calificar al
ingeniero TORRE y a Tamaulipas como un “referente en Salud” y también un ejemplo
nacional en la materia.
Destacó además el “gran equipo” formado por
PEÑA y TORRE, señalando que “en unidad las cosas salen mejor”, siendo muestra
de ello “el importante avance que Tamaulipas ha logrado en salud.”