Cd.
Victoria, Tam.- Cupular todo, para que el control prevalezca. La
permanencia en el cargo partidista de MARIO DELGADO y su compañera de fórmula CITLALLI
HERNÁNDEZ nos remite a los trastupijes de otra CITLALLI, la de apellidos IBÁÑEZ
CAMACHO, mejor conocida por su nombre de batalla YEIDCKOL POLEVNSKY.
En
su corta vida MORENA ha tenido cinco presidencias, a la fecha. El fundador fue
MARTÍ BATRES (2012-2015), le siguió el propio ANDRÉS MANUEL para un trienio
2015-2018.
Periodo que AMLO no pudo completar porque en diciembre del 2017 hubo de abandonar el cargo para asumir la candidatura presidencial, dejando la dirigencia, por prelación, a su entonces secretaria general YEIDCKOL POLEVNSKY.
YEIDCKOL tendría que haberse marchado en noviembre del 2018, al terminar el trienio empezado junto a LÓPEZ OBRADOR, pero logró permanecer un año más, alargando su estancia hasta el 2019, sin que proceso interno la validara, con la sola aprobación del entonces presidente electo.
Y ocurrió que al llegar noviembre del 2019, YEIDCKOL se negó una y otra vez a lanzar la convocatoria para elegir su relevo, mientras declaraba a la prensa que quería quedarse un año más.
Lograría unir a las distintas corrientes de MORENA en su contra, hasta que pudieron sacudírsela en enero del 2020. Lo comenté aquí, más que correrla, la extirparon.
En su lugar AMLO apoyó al barzonista zacatecano ALFONSO RAMÍREZ CUÉLLAR en calidad de interino (enero-noviembre de 2020) en espera del nuevo proceso que fructificó con la elección de la mancuerna formada por MARIO DELGADO y la otra CITLALLI, la que se apellida HERNÁNDEZ. La gordita.
EL PRECEDENTE
Importa el dato. Las dirigencias son votadas para tres años y que dicho periodo se cumplirá en noviembre del próximo año, aunque (ni tardos ni perezosos) MARIO y CITLALLI se adelantaron a los tiempos para amacizar la permanencia en la dirigencia guinda otro año más, hasta el 31 de octubre del 2024.
Le llaman “ampliación de mandato” y en tal determinación no parecen haber participado las bases, solo ellos con su grupo impusieron su voluntad sobre el Congreso Nacional de MORENA, con la venia (por supuesto) de Palacio Nacional.
Abusadillos, sacaron adelante su extensión del cargo antes de que MORENA tenga candidato presidencial y terminarán su periodo extra cuando ya haya presidente electo (o electa).
Hubieron de sortear, desde luego, algunas trabas que intentó ponerles el INE, aunque luego el Tribunal quitó los obstáculos para que siguieran de largo.
Lo cual no es nuevo, ya la señora POLEVNSKY les había puesto el mal ejemplo, abriendo vereda y dejando un precedente que hoy se repite. Quedarse, permanecer, continuar, persistir en el mando, a costa de sus bases.
El mismo esquema gerencial que operó en los años gloriosos del PRI, donde las dirigencias locales, estatales y nacionales (incluyendo sectores y organizaciones) se resolvían por la vía del nombramiento, designación, sin que voz de abajo pudiera participar.
Competencia exigua o ninguna. Así fue el PRI y es incluso el legado que ahora infesta al resto de los partidos, incluyendo al PAN, donde los antiguos mandos horizontales han perdido terreno ante las decisiones verticales.
EL DISIDENTE GRINGO
Ventaja para MARIO DELGADO y su mancuerna, el no tener adversarios de peso. Tan obediente luce la estructura intermedia del partido (o tan escasa de hábitos en política interna) que el único disidente de cierta relevancia es el gringo JOHN ACKERMAN, presunto académico y comunicador en desgracia.
Aquel que al arranque del sexenio aventaba sapos y culebras contra la prensa crítica, mientras soñaba con hacer a su cuñado AMILCAR SANDOVAL gobernador de Guerrero y promovía a su esposa IRMA ERÉNDIRA (por entonces secretaria de la Función Pública) como supuesta presidenciable.
No tardó mucho Doña Realidad en propinarle algunas lecciones al señor ACKERMAN: (1) no fue para AMILCAR sino para EVELYN SALGADO la candidatura por Guerrero, (2) IRMA ERÉNDIRA abandonó el gabinete y con ello su fantasía presidencial, (3) lo despidieron del semanario PROCESO en agosto del 2020 y (4) luego de LA JORNADA y CANAL 11 de manera simultánea, en octubre del 2022.
De aquellos días data asimismo su lamentable pleito en redes con el productor EPIGMENIO IBARRA, zacapela virtual sin ganador visible y donde los observadores piensan que perdieron los dos.
Ya muy deteriorada su imagen, ACKERMAN anduvo por la frontera tamaulipeca (Reynosa, para ser exactos) a mediados del 2022, promoviendo algo que él llama democracia partidista.
Pero resulta que ese día el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA tenía evento en Ciudad Victoria y la pomposamente llamada “asamblea nacional” convocada por el gringo en Reynosa se vio muy desairada tanto por los medios como por la clase política.
Parto de los montes, poca gente en sus eventos, pura morralla, con más curiosos que seguidores, a los que poca confianza les inspira un orador neurótico que arenga a las masas con una jerga revolucionaria mal hilvanada y en aburridísimo espanglés.
El caso es que ACKERMAN (dice la nota de MILENIO fechada este jueves 20 de abril) se plantó ante la Sala Superior del Tribunal Electoral “con una docena de simpatizantes” buscando frenar el veredicto que finalmente concedió la extensión de mandato a MARIO y CITLALLI. (https://tinyl.io/8OQ2)
Pena
ajena, no pasó de ahí. Resuelta la turbulencia en la cúpula nacional de MORENA,
lo que sigue para el grupo gobernante es la elección de EDOMEX y Coahuila (junio
4) y el desenlace de la trama presidencial, encuesta incluida, a finales del
verano. Para allá vamos.
Periodo que AMLO no pudo completar porque en diciembre del 2017 hubo de abandonar el cargo para asumir la candidatura presidencial, dejando la dirigencia, por prelación, a su entonces secretaria general YEIDCKOL POLEVNSKY.
YEIDCKOL tendría que haberse marchado en noviembre del 2018, al terminar el trienio empezado junto a LÓPEZ OBRADOR, pero logró permanecer un año más, alargando su estancia hasta el 2019, sin que proceso interno la validara, con la sola aprobación del entonces presidente electo.
Y ocurrió que al llegar noviembre del 2019, YEIDCKOL se negó una y otra vez a lanzar la convocatoria para elegir su relevo, mientras declaraba a la prensa que quería quedarse un año más.
Lograría unir a las distintas corrientes de MORENA en su contra, hasta que pudieron sacudírsela en enero del 2020. Lo comenté aquí, más que correrla, la extirparon.
En su lugar AMLO apoyó al barzonista zacatecano ALFONSO RAMÍREZ CUÉLLAR en calidad de interino (enero-noviembre de 2020) en espera del nuevo proceso que fructificó con la elección de la mancuerna formada por MARIO DELGADO y la otra CITLALLI, la que se apellida HERNÁNDEZ. La gordita.
EL PRECEDENTE
Importa el dato. Las dirigencias son votadas para tres años y que dicho periodo se cumplirá en noviembre del próximo año, aunque (ni tardos ni perezosos) MARIO y CITLALLI se adelantaron a los tiempos para amacizar la permanencia en la dirigencia guinda otro año más, hasta el 31 de octubre del 2024.
Le llaman “ampliación de mandato” y en tal determinación no parecen haber participado las bases, solo ellos con su grupo impusieron su voluntad sobre el Congreso Nacional de MORENA, con la venia (por supuesto) de Palacio Nacional.
Abusadillos, sacaron adelante su extensión del cargo antes de que MORENA tenga candidato presidencial y terminarán su periodo extra cuando ya haya presidente electo (o electa).
Hubieron de sortear, desde luego, algunas trabas que intentó ponerles el INE, aunque luego el Tribunal quitó los obstáculos para que siguieran de largo.
Lo cual no es nuevo, ya la señora POLEVNSKY les había puesto el mal ejemplo, abriendo vereda y dejando un precedente que hoy se repite. Quedarse, permanecer, continuar, persistir en el mando, a costa de sus bases.
El mismo esquema gerencial que operó en los años gloriosos del PRI, donde las dirigencias locales, estatales y nacionales (incluyendo sectores y organizaciones) se resolvían por la vía del nombramiento, designación, sin que voz de abajo pudiera participar.
Competencia exigua o ninguna. Así fue el PRI y es incluso el legado que ahora infesta al resto de los partidos, incluyendo al PAN, donde los antiguos mandos horizontales han perdido terreno ante las decisiones verticales.
EL DISIDENTE GRINGO
Ventaja para MARIO DELGADO y su mancuerna, el no tener adversarios de peso. Tan obediente luce la estructura intermedia del partido (o tan escasa de hábitos en política interna) que el único disidente de cierta relevancia es el gringo JOHN ACKERMAN, presunto académico y comunicador en desgracia.
Aquel que al arranque del sexenio aventaba sapos y culebras contra la prensa crítica, mientras soñaba con hacer a su cuñado AMILCAR SANDOVAL gobernador de Guerrero y promovía a su esposa IRMA ERÉNDIRA (por entonces secretaria de la Función Pública) como supuesta presidenciable.
No tardó mucho Doña Realidad en propinarle algunas lecciones al señor ACKERMAN: (1) no fue para AMILCAR sino para EVELYN SALGADO la candidatura por Guerrero, (2) IRMA ERÉNDIRA abandonó el gabinete y con ello su fantasía presidencial, (3) lo despidieron del semanario PROCESO en agosto del 2020 y (4) luego de LA JORNADA y CANAL 11 de manera simultánea, en octubre del 2022.
De aquellos días data asimismo su lamentable pleito en redes con el productor EPIGMENIO IBARRA, zacapela virtual sin ganador visible y donde los observadores piensan que perdieron los dos.
Ya muy deteriorada su imagen, ACKERMAN anduvo por la frontera tamaulipeca (Reynosa, para ser exactos) a mediados del 2022, promoviendo algo que él llama democracia partidista.
Pero resulta que ese día el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA tenía evento en Ciudad Victoria y la pomposamente llamada “asamblea nacional” convocada por el gringo en Reynosa se vio muy desairada tanto por los medios como por la clase política.
Parto de los montes, poca gente en sus eventos, pura morralla, con más curiosos que seguidores, a los que poca confianza les inspira un orador neurótico que arenga a las masas con una jerga revolucionaria mal hilvanada y en aburridísimo espanglés.
El caso es que ACKERMAN (dice la nota de MILENIO fechada este jueves 20 de abril) se plantó ante la Sala Superior del Tribunal Electoral “con una docena de simpatizantes” buscando frenar el veredicto que finalmente concedió la extensión de mandato a MARIO y CITLALLI. (https://tinyl.io/8OQ2)