Cd.
Victoria, Tam.- Errores en cortito que generan consecuencias
mayores. A mediados del año pasado, ya tenía MORENA un buen prospecto para la
gubernatura de Coahuila en la persona del abogado RICARDO MEJÍA BERDEJA, por
entonces subsecretario federal de Seguridad y Protección Ciudadana.
El
propio AMLO pareció darle el espaldarazo en una mañanera y RICARDO empezaba a
perfilarse no solo como abanderado guinda sino, incluso, como el próximo
mandatario.
Pero algo pasó. Tal vez algún día sepamos qué favores (cuántos y de qué montos) le debe ANDRÉS MANUEL al cacique del carbón ARMANDO GUADIANA TIJERINA, exitoso como empresario pero perdedor reiterado en asuntos electorales.
Hombre de rusticidad legendaria, de gran sombrero y bigotes, más apto para la acumulación de fortuna que en la cosecha de votos, GUADIANA falló en su primer intento por conquistar la gubernatura en 2017, siendo derrotado por el priísta que hoy gobierna MIGUEL RIQUELME SOLÍS.
Y luego en 2021 también le fue mal cuando buscó la presidencia municipal de la capital Saltillo, donde fue derrotado por otro tricolor JOSÉ MARÍA FRAUSTRO SILLER, exrector de la Universidad de Coahuila.
Los fracasos de GUADIANA TIJERINA alentaron otras opciones, entre ellas el referido caso de RICARDO MEJÍA, quien pareció contar con el apoyo de AMLO hasta muy avanzado el proceso.
Pero de última hora ANDRÉS MANUEL se decidió otra vez por ARMANDO GUADIANA, en una contienda interna solo formalmente regida por el método de las encuestas.
La decisión vino de AMLO, haciendo gala con ello (dicen los observadores cercanos) de viejos compromisos fincados desde la campaña presidencial, cuando el sombrerudo habría participado de manera muy activa en tareas de financiamiento.
De qué tamaño habrán sido sus aportaciones en 2018, que en el presente 2023 por segunda ocasión lo hicieron candidato a gobernador, pese a su derrota en 2017 y sin importar su otro fracaso tras la alcaldía saltillense en 2021.
Le deben mucho o por lo menos así se entiende, porque ya fuera de la estructura morenista, MEJÍA VERDEJA encontró refugio en una organización muy menor como es el Partido del Trabajo, en una contienda donde el líder indiscutible es MANOLO JIMÉNEZ SALINAS, candidato de la coalición “Va por México,” PRI-PAN-PRD.
INTENCIONES DEL VOTO
Este abril, con el arranque formal de las campañas, diversas agencias encuestadoras ponen a MANOLO muy arriba de GUADIANA seguido de RICARDO MEJÍA BERDEJO quien siendo buen candidato no puede salir del tercer lugar por la debilidad del partido que lo postula, el PT.
El más reciente sondeo del diario REFORMA (https://tinyl.io/8ENN) otorga a MANOLO JIMÉNEZ 51% en las preferencias ciudadanas, ubicando a GUADIANA en segundo lugar, pero 17 puntos porcentuales abajo, con 33%.
El
referido MEJÍA BERDEJO iría en tercero con 11% y en la última posición
marcharía LENIN PÉREZ RIVERA (hijo del exlíder unamita y exalcalde de Acuña,
EVARISTO PÉREZ ARREOLA) con 5%, abanderado por el PVEM en coalición con un minipartido
local de nombre Unión Democrática d Coahuila (UDC).
En el mismo orden aunque con diferentes cantidades, serían los resultados de la agencia ELECTORALIA (https://tinyl.io/8ENJ) la empresa del Dr. RICARDO GAMUNDI ROSAS. En primer lugar MANOLO (37%), en segundo GUADIANA (27%), en tercero MEJÍA (24%) y en cuarto LENIN (3%).
Circula
la versión de que la estrategia obradorista deliberadamente observa un bajo
perfil en Coahuila para dejarle el campo libre a MANOLO (PRI-PAN-PRD) a cambio
de amacizar la candidatura guinda de la maestra DELFINA GÓMEZ ÁLVAREZ en el
Estado de México.
Acaso quepa como hipótesis aunque no asoma como explicación definitiva. Tampoco sabemos con exactitud que función vino a cumplir la retirada de DANTE DELGADO RANNAURO y su Movimiento Ciudadano al cancelar sus candidaturas en dichas entidades (Edomex, Coahuila).
Una teoría conjunta que haría compatibles ambas suposiciones apunta hacia un arreglo general entre el gobierno morenista y la oposición en su conjunto, incluyendo a Movimiento Ciudadano.
Ganaría con ello MORENA al amacizar su triunfo en tierras mexiquenses pero también la alianza opositora al encontrar camino franco en el paisaje coahuilense.
No obstante, sigue sin quedar en claro qué gana en todo ello Movimiento Ciudadano, al zafarse de ambas contiendas. Eso solo lo sabe el propio DANTE DELGADO.
Ello, aunque la lógica más elemental nos indica que cualquier tesis conspirativa resulta más (y más) jalada de los cabellos, entre mayor sea el número de actores requeridos en común acuerdo para su total y puntual verificación. Por complicidad activa o pasiva, participación directa o simple aquiescencia.
Huelga decir que tales modelos para armar florecen más en la imaginación que en la vida real.
Pero algo pasó. Tal vez algún día sepamos qué favores (cuántos y de qué montos) le debe ANDRÉS MANUEL al cacique del carbón ARMANDO GUADIANA TIJERINA, exitoso como empresario pero perdedor reiterado en asuntos electorales.
Hombre de rusticidad legendaria, de gran sombrero y bigotes, más apto para la acumulación de fortuna que en la cosecha de votos, GUADIANA falló en su primer intento por conquistar la gubernatura en 2017, siendo derrotado por el priísta que hoy gobierna MIGUEL RIQUELME SOLÍS.
Y luego en 2021 también le fue mal cuando buscó la presidencia municipal de la capital Saltillo, donde fue derrotado por otro tricolor JOSÉ MARÍA FRAUSTRO SILLER, exrector de la Universidad de Coahuila.
Los fracasos de GUADIANA TIJERINA alentaron otras opciones, entre ellas el referido caso de RICARDO MEJÍA, quien pareció contar con el apoyo de AMLO hasta muy avanzado el proceso.
Pero de última hora ANDRÉS MANUEL se decidió otra vez por ARMANDO GUADIANA, en una contienda interna solo formalmente regida por el método de las encuestas.
La decisión vino de AMLO, haciendo gala con ello (dicen los observadores cercanos) de viejos compromisos fincados desde la campaña presidencial, cuando el sombrerudo habría participado de manera muy activa en tareas de financiamiento.
De qué tamaño habrán sido sus aportaciones en 2018, que en el presente 2023 por segunda ocasión lo hicieron candidato a gobernador, pese a su derrota en 2017 y sin importar su otro fracaso tras la alcaldía saltillense en 2021.
Le deben mucho o por lo menos así se entiende, porque ya fuera de la estructura morenista, MEJÍA VERDEJA encontró refugio en una organización muy menor como es el Partido del Trabajo, en una contienda donde el líder indiscutible es MANOLO JIMÉNEZ SALINAS, candidato de la coalición “Va por México,” PRI-PAN-PRD.
INTENCIONES DEL VOTO
Este abril, con el arranque formal de las campañas, diversas agencias encuestadoras ponen a MANOLO muy arriba de GUADIANA seguido de RICARDO MEJÍA BERDEJO quien siendo buen candidato no puede salir del tercer lugar por la debilidad del partido que lo postula, el PT.
El más reciente sondeo del diario REFORMA (https://tinyl.io/8ENN) otorga a MANOLO JIMÉNEZ 51% en las preferencias ciudadanas, ubicando a GUADIANA en segundo lugar, pero 17 puntos porcentuales abajo, con 33%.
En el mismo orden aunque con diferentes cantidades, serían los resultados de la agencia ELECTORALIA (https://tinyl.io/8ENJ) la empresa del Dr. RICARDO GAMUNDI ROSAS. En primer lugar MANOLO (37%), en segundo GUADIANA (27%), en tercero MEJÍA (24%) y en cuarto LENIN (3%).
Acaso quepa como hipótesis aunque no asoma como explicación definitiva. Tampoco sabemos con exactitud que función vino a cumplir la retirada de DANTE DELGADO RANNAURO y su Movimiento Ciudadano al cancelar sus candidaturas en dichas entidades (Edomex, Coahuila).
Una teoría conjunta que haría compatibles ambas suposiciones apunta hacia un arreglo general entre el gobierno morenista y la oposición en su conjunto, incluyendo a Movimiento Ciudadano.
Ganaría con ello MORENA al amacizar su triunfo en tierras mexiquenses pero también la alianza opositora al encontrar camino franco en el paisaje coahuilense.
No obstante, sigue sin quedar en claro qué gana en todo ello Movimiento Ciudadano, al zafarse de ambas contiendas. Eso solo lo sabe el propio DANTE DELGADO.
Ello, aunque la lógica más elemental nos indica que cualquier tesis conspirativa resulta más (y más) jalada de los cabellos, entre mayor sea el número de actores requeridos en común acuerdo para su total y puntual verificación. Por complicidad activa o pasiva, participación directa o simple aquiescencia.
Huelga decir que tales modelos para armar florecen más en la imaginación que en la vida real.