miércoles, 19 de abril de 2023

De la izquierda y sus internas

Cd. Victoria, Tam.- Al senador RICARDO MONREAL como al canciller MARCELO EBRARD les caza el mismo cuestionamiento: ¿por qué si consideran que no hay piso parejo y los dados están cargados en favor de CLAUDIA SHEINBAUM, continúan participando dentro de una carrera sucesoria que ellos mismos han tildado de inequitativa o injusta?
Recién visitó MONREAL Tamaulipas y su perorata fue la misma que le hemos conocido por largo tiempo. Similar a la de MARCELO. No les gusta el modito pero siguen dando la pelea desde la cúpula, amparados en la ortodoxia guinda.
Quieren una contienda limpia, con encuestadoras certificadas que sean elegidas en común acuerdo por los principales competidores (incluido ADÁN AUGUSTO) y también proponen debates (uno o varios) de cara a la nación.
Una pregunta complementaria sería: ¿por qué no han renunciado al cargo para abrir de capa sus aspiraciones y jalar apoyos de opositores y sociedad civil?... Responderán que no, porque la pelea es por dentro o no es.
Vaya reto a la imaginación, si la doctora SHEINBAUM tiene en verdad el apoyo del aparato, cabe dilucidar en dónde se fincan las esperanzas de los demás aspirantes y cuál su piso de sustentación. Sus agarraderas.
Importa, pues, hacer un repaso de las luchas por el poder al interior de las izquierdas, tomando como punto de partida la reforma política que encausó el entonces secretario de Gobernación JESÚS REYES HEROLES, entre 1977 y 1978, para estrenarse en la elección federal intermedia de 1979.
 
FERIA DE MEMBRETES
Se recordará que en 1976, el priísta JOSÉ LÓPEZ PORTILLO compitió solo y sin adversario a la vista, pues el PAN había declinado participar en la contienda, en protesta por el reiterado fraude tricolor.
En la acera opuesta, la izquierda revolucionaria carecía de actividad legal, por ello la candidatura de don VALENTÍN CAMPA fue meramente testimonial, pues ni el Partido Comunista (PC) tenía registro legal ni su gallo apareció en la boleta.
Seis años después, el PC ya había obtenido su registro pero, curiosamente, lo sacrificó al fusionarse con otras organizaciones de izquierda como el Partido Socialista Revolucionario (PSR), el Movimiento de Acción y Unidad Socialista (MAUS), el Partido del Pueblo Mexicano (PPM) y el Movimiento de Acción Popular (MAP), para fundar entre todos el Partido Socialista Unificado de México (PSUM).
En 1982, pues, el candidato del PSUM sería ARNOLDO MARTÍNEZ VERDUGO y competiría, entre otros, contra el del PRI MIGUEL DE LA MADRID y el panista PABLO EMILIO MADERO.
La candidatura de ARNOLDO (un ortodoxo del PC) fue un acuerdo de cúpula dentro de las organizaciones fusionantes del PSUM, sin competencia abierta que se recuerde.
Solo tironeos en la alta burocracia partidista, golpes bajos en la prensa y, finalmente, la decisión que se boletinó a los medios. En petit comité o, como se dice ahora, cuadrito chico.
En los siguientes años, el PSUM entraría en pláticas con el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) acaudillado por el ingeniero HEBERTO CASTILLO, para impulsar un segundo proyecto de fusión, del cuál nacerá el Partido Mexicano Socialista (PMS).

IRRUMPE EL CARDENISMO
El propio HEBERTO será el candidato presidencial del PMS en 1988. Hizo campaña unos meses, pero su postulación jamás llegó a las urnas porque a media contienda declinaría en favor de CUAUHTÉMOC CÁRDENAS.
El ingeniero CÁRDENAS venía de formar un grupo disidente (Corriente Democrática) y romper con el PRI lamadridista para lanzarse tras la presidencia apoyado por membretes chiquitos como el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), el Popular Socialista (PPS) y el Socialista de los Trabajadores (PST) que luego cambió de nombre para apropiarse de un apellido y proclamarse como Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (FCRN).
Al declinar HEBERTO en favor de CUAUHTÉMOC, el PMS se sumaría a dicha coalición que en adelante se llamará Frente Democrático Nacional (FDN), simiente de una tercera fusión de las izquierdas con la cual nace el Partido de la Revolución Democrática (PRD). El sol azteca.
La nominación de CÁRDENAS fue, pues, producto de un accidentado proceso de rupturas y acuerdos, sin que hubiera tiempo para una competencia regular o entre distintas opciones.
En las dos contiendas siguientes (1994 y 2000) CUAUHTÉMOC será al mismo tiempo el fiel de la balanza y el reiterado candidato presidencial. Beneficiario directo de la autoridad moral ganada en 1988. Cabe recordar que perdió en las tres.
Con el ascenso de AMLO se abre un nuevo ciclo, primero en la Jefatura de Gobierno capitalina (2000) y luego con su postulación presidencial en 2006,
Tampoco en 2006 hubo un proceso claro para elegir candidato. El fallido amago del presidente panista VICENTE FOX para frenar al tabasqueño con falsos cargos penales, lo catapultó en las encuestas, haciendo innecesaria una contienda interior por la candidatura de la izquierda. Era el “naturalito”.
 
SELECCIÓN INÉDITA
La única experiencia de elecciones primarias entre las izquierdas se registraría en 2012, cuando ANDRÉS MANUEL y el propio MARCELO compitieron mediante encuesta, donde el primero resultó ganador, al menos en el resultado oficial.
Finalmente, en 2018, bajo el nuevo proyecto partidista llamado MORENA (el cuarto intento, luego de PSUM, PMS y PRD) ANDRÉS MANUEL alcanza la postulación de manera automática y gana finalmente la pelea.
No hay, pues, demasiada experiencia democrática para contextualizar la lucha interna que se avecina en el partido guinda por la candidatura del 2024. Hasta donde la vista lo permite, serán cuatro, CLAUDIA, MARCELO, ADÁN y MONREAL.
Aunque ya se ha dicho aquí que ADÁN parece estar reuniendo apoyos para entregárselos a CLAUDIA. Amén de que MONREAL (aunque lo niegue) pinta tan abajo en los sondeos que bien podría declinar en favor de EBRARD.
Aun así, nos espera, sin duda, la refriega más intensa que haya vivido dicha corriente política en los tiempos contemporáneos. Mire usted, entre 1982 y 2018 (ARNOLDO, CUAUHTÉMOC, ANDRÉS MANUEL), la candidatura de unidad privó en cinco de seis procedimientos.
Ahora dicen que no será así y esto arroja muchas dudas, como la credibilidad de la encuesta y la posible reacción de los perdedores frente a los resultados consumados.
Lo mismo si apoyan que si optan por la inconformidad razonable o, de plano, le apuestan a la ruptura, muchas cosas pueden ocurrir. El abanico es amplio.