Cd. Victoria, Tam. – Parecía
un hecho consumado. La dirigencia estatal de MORENA así lo anunció, el propio CARLOS
CANTUROSAS había buscado la nominación, hubo acuerdos, compromisos de palabra,
flujo de información confirmatoria en medios, solo faltaba el registro formal.
Pero hete aquí. De la noche a la mañana,
CANTUROSAS modificó su opinión, sacó su veinte, canceló planes. En su lugar va
otro exalcalde laredano, el expriísta RAMÓN GARZA BARRIOS.
¿Qué pudo haber impulsado a un hombre con
fama de “entrón”, empresario exitoso y con amigos poderosos para abortar un
proyecto que ya estaba más que encaminado?
En la víspera se habló de amenazas, del
arresto de su tío RODOLFO JORGE CANTÚ quien (a la vista de los acontecimientos)
estaría siendo utilizado como rehén. Lo cual conlleva al temor de que la
espiral de amagos se extienda a toda la familia.
Para el consumo público, la explicación peca
de telegráfica y se remite a decir que “no están dadas las condiciones” para
que CARLOS participe. Punto.
En el espacio privado y semiprivado (no
se diga en los mentideros de café y cantina) se dicen muchas cosas. Aunque la
duda es inevitable: ¿con GARZA BARRIOS sí existen las condiciones?, ¿cuál es la
diferencia entre un gallo y el otro, ambos de MORENA?
Baste recordar que su administración (2008-2010)
fue también auditada por aquel presunto desfalco en el llamado “Colector
Campeche”.
Proyecto de obra donde el ayuntamiento
de RAMÓN habría erogado 242 millones de pesos en 2 mil 200 metros de drenaje
pluvial, aunque la empresa concesionada solo entregó 199 metros.
Dato curioso, quien investigó este caso
y lo denunció ante la justicia, fue nada menos que el entonces alcalde
CANTUROSAS (2013-2016) a través de su titular de Obras Públicas CARLOS GERMÁN
DE ANDA.
Actual diputado local cuya oficina de
gestoría fue vandalizada hace un par de semanas. Episodio que la policía
minimizó, pese a que le dejaron por ahí un cartelón con amenazas dirigidas a los
dos, DE ANDA y CANTUROSAS.
El mensaje era claro. Los instaba a retirarse
de la contienda, mediante una frase categórica: “si no quieren poner en riesgo
la integridad de sus familias”. Todo ello, con letra derechita, correctamente
escrita, caligrafía educada, en espacios regulares, sin faltas de ortografía,
en color azul.
Esto fue la última semana de marzo y
coincidió con el referido arresto del tío RODOLFO JORGE CANTÚ, cuyo nombre
parece metido con calzador en la investigación por homicidio del periodista
CARLOS DOMÍNGUEZ.
Donde, por cierto, hay tres colegas
detenidos en forma un tanto irregular. Policías sin uniforme fueron por ellos
en un operativo más parecido a un “levantón” que a un arresto legal.
Ello, para luego incomunicarlos y (según
familiares) someterlos a tortura buscando forzarlos a declarar que CANTUROSAS
había ordenado el crimen.
Volteretas que da el destino, ante la renuncia
de este último a la candidatura, su antiguo adversario GARZA BARRIOS entró al
relevo para compartir (teóricamente) el mismo riesgo.
Enfrentar a un alcalde como ENRIQUE
RIVAS CUELLAR, alérgico a los contrincantes de peso que puedan estorbar su
proyecto reeleccionista.
Habrá que observar a RAMÓN para ver si
en verdad tiene perfil de adversario franco, crítico, con hambre de gol y genuino
deseo de triunfo.
O si únicamente llega para escenificar
la farsa del “rival a modo” que RIVAS CUELLAR necesita para consumar su
victoria y quedarse tres años más.
Desde luego, ya en campaña pueden pasar
muchas cosas. Aunque por lo pronto no debemos olvidar que RAMÓN está
reemplazando al hombre que le investigó sus cuentas, lo acusó penalmente de desfalco
y le dejó un expediente que aún puede hacerse efectivo.
Dinero que se esfumó y cuyo paradero todavía
convoca a la perplejidad ciudadana y el inevitable reclamo de justicia.
A menos (claro) que su nueva misión como
candidato ficticio haya sido proyectada a cambio del mexicano carpetazo. Oferta,
por cierto, difícil de rechazar.