Cd.
Victoria, Tam. – Siendo rector de la
UAT, alguna vez le preguntaron a JOSÉ MANUEL ADAME si se consideraba prospecto
a la gubernatura de Tamaulipas. Tras pensarlo un poco, respondió con voz
pausada, en tono tranquilo, palabras más, palabras menos:
- “Si, pero no es por mi persona, es por el cargo. Cualquiera que sea el titular
de nuestra máxima casa de estudios, desempeña una función tan relevante en la
vida del Estado que nunca falta quien lo ponga en la lista.”
La nota viene a cuento hoy que varios figurones
de la UNAM están siendo etiquetados por los medios como factibles precandidatos
a la presidencia.
Recordará usted que los tres últimos
rectorados unamitas han sido ejercidos por profesionales de la medicina.
Citados en orden cronológico, el
psiquiatra JUAN RAMÓN DE LA FUENTE (1999-2007) tiene rato siendo considerado
como un prospecto ciudadano para una eventual coalición de partidos, como la
que ahora pretenden el PAN y el PRD.
Su relevo, el también doctor JOSÉ RAMÓN
NARRO ROBLES (2007-2015), es hoy Secretario de Salud y su nombre suena con
insistencia como probable abanderado del PRI.
Y, por si fuera poco, el rector actual,
el oftalmólogo ENRIQUE GRAUE (2015-2019) también es mencionado en diversas
trincheras.
MUY
COMPETIDO
Comenté hace días que el problema es de
posicionamiento. El indudable prestigio de los tres personajes no impide
recordar que entre el sector mayoritario de la población (fuera del campus y la
secretaría de Salud) son poco conocidos.
Muy por debajo de MARGARITA ZAVALA, MIGUEL
ANGEL OSORIO, ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR, RAFAEL MORENO VALLE, ERUVIEL ÁVILA y
RICARDO ANAYA.
Desventaja significativa si pensamos en puntos
porcentuales. Aunque también pudiera ser una ventaja si observamos que poseen
una imagen académica de pulcritud que los ubica a prudente distancia de la desprestigiada
clase política nacional.
Desde el PRI o por coalición opositora,
cualquiera de ellos sería una opción muy distinta al clásico perfil del
gobernante mexicano.
Importa insistir, la dificultad (no pequeña,
¡inmensa!) es de orden mercadológico pues implica abrir (en cortísimo tiempo) un
espacio propio al recién llegado, en una competencia hoy saturada de nombres con
bastante millaje recorrido.
En tono de broma se comenta que, entre
esos tres doctores unamitas, tal vez deban elegir a quien responda mejor a los
males de la república.
Considerando, por ejemplo, las graves
carencias de nuestra salud social, el más indicado sería un especialista en
medicina comunitaria como el doctor NARRO.
Si, en cambio, pensamos que la incultura
y la mala calidad de la educación han convertido a México en un país de ciegos,
la recomendación recaería en el oftalmólogo GRAUE.
Y si recordamos que México está
convertido en un país de locos, quedaría que ni pintado el psiquiatra DE LA
FUENTE.
¿OTRO
CÁRDENAS?
De cualquier manera, el proyecto de
candidatura común entre el Sol Azteca y Acción Nacional tiende a consolidarse. La
duda sigue siendo qué figura panista sería aceptable para el PRD o cuál de los gallos
perredistas tendría el visto bueno del PAN.
Respuesta difícil en ambos casos. Por ello
se está hablando nuevamente de algún aspirante sin partido, oriundo de la
sociedad civil, cuya ubicación tampoco es una perita en dulce.
Y, bueno, por ahí ha surgido de nuevo el
nombre de LÁZARO CÁRDENAS BATEL, exgobernador de Michoacán (2002- 2008), antropólogo
de profesión.
Con casi una década viviendo en Washington,
presta sus servicios en WOLA (Washington Office on Latin America) una ONG defensora
de los derechos humanos, amén de realizar trabajo académico para el Woodrow
Wilson Center.
Sigue siendo miembro del PRD y (algo importante)
es amigo personal de FELIPE CALDERÓN HINOJOSA.