lunes, 11 de julio de 2016

Tecnócrata al PRI

Cd. Victoria.- Típico del partido tricolor, la convocatoria llega junto con el candidato, quien por su cercanía con el presidente, el mimetismo de las fuerzas vivas y las filtraciones de prensa, de un día para otro le nacen virtudes y se pasea como el bueno.
Sería el sucesor de BELTRONES, cuya renuncia data del 20 de junio, quedando acéfalo el CEN hasta la llamarada de este fin de semana.
Alumbramiento, diríase, en la persona del michoacano ENRIQUE OCHOA REZA, 43 años, abogado por la UNAM, economista del ITAM, maestría (Filosofía Política) y doctorado (Ciencia Política) en la Universidad de Columbia.
Viene de dirigir la Comisión Federal de Electricidad, con trayectoria eminentemente técnica, abundantes asesorías y consejerías en dependencias como CFE, PEMEX, Secretaría de Energía y el CEN tricolor.
Hombre cercano al titular de SHCP, LUIS VIDEGARAY y amigo de LUIS, “el Osito” TELLEZ, el transexenal Secretario de Energía bajo el gobierno de ZEDILLO y Secretario de Comunicaciones con CALDERÓN.
Necesario es subrayar que OCHOA REZA no tiene en su haber cargo alguno de elección popular.
Hay, eso sí, algunos puntos en común entre OCHOA y FELIPE CALDERÓN. Oriundos ambos de Morelia, estudiantes los dos de economía y derecho, con postgrado en Estados Unidos.
Relacionados además con la industria energética, de la cuál FELIPE fue Secretario bajo la administración de FOX, mientras que ENRIQUE OCHOA ha escalado cargos en dichos ámbitos de la electricidad y los hidrocarburos.
La revista británica “The Oil & Gas Year” le entregó el pasado 2015 un reconocimiento como “Hombre del Año”.

CAMBIAN LOS TIEMPOS
Méritos modernos. Antaño para llegar a la dirigencia partidista había que distinguirse como militante, escalar por sectores y organizaciones, el obrero, campesino, popular, movimiento territorial, la Fundación Colosio, jóvenes y mujeres.
Hoy, el gas y la electricidad, la energía en su conjunto, parecen ser los trampolines idóneos de las nuevas promociones.
Difícil saber si OCHOA conoce los principios doctrinales de ese partido que en sus mejores momentos se dijo heredero del Constituyente de 1917, la Reforma de 1857 y la Carta de Apatzingán, la de MORELOS, en 1814.
Sin olvidar la fragua de los precursores: CARRANZA, OBREGÓN, CALLES y CÁRDENAS.
Sin ese “bagage” fundamental (que, hasta hoy, no asoma) va a costar trabajo distinguir al señor OCHOA de su colega RICARDO ANAYA, el abogado queretano que preside el PAN. El primero nació en 1972, el segundo en 1979.

¿TAMAULIPAS?
Mas nutrida y abierta se observa la puja por la silla de RAFA GONZÁLEZ en el PRI estatal.
Tras las primeras semanas de marasmo que siguieron a la derrota, el aparato tricolor empieza a dar señales de vida, destacando algunos prospectos al cargo.
El mantense ALEJANDRO GUEVARA, cuyo perfil hiperactivo y la amistad con el presidente serían sus mejores cartas. Aunque también se le considera corresponsable de la derrota sufrida por BALTAZAR.
Aspirante que en la etapa previa gastó millones en una aparatosa e improductiva precampaña, sobrecalentando el ambiente político regional y poniendo en movimiento a millares de priístas que luego abandonó, dejándolos listos y ensillados para servir a CABEZA DE VACA.
En cuanto a EDGARDO MELHEM, resulta una verdad a medias decir que es amigo de BALTAZAR HINOJOSA.
El perfil real de MELHEM (no de hoy, de muchos años) son las relaciones de confianza que ha sabido cultivar con todas las corrientes del Estado, de hoy, ayer y antier. Americanistas, cavacistas, tomasistas, geñistas y la gente actual.
Hay más, desde luego. El saliente pastor legislativo RAMIRO RAMOS, el líder del Movimiento Territorial HUMBERTO VALDEZ y su antecesor en el cargo, el diputado HERIBERTO RUIZ. Veremos.