Cd.
Victoria.- Curioso que los medios traigan este tema
ahora, tan fuera de tiempo, cuando las candidaturas están más que decididas, las
campañas tienen rato trabajando y lo único que resta (de manera, por demás,
inminente) es la elección constitucional.
Pero la inquietud perdura, de una o de otra
manera asoma en la prensa, deambula como un fantasma en oficinas y pasillos, a
manera de interrogante, directo y filoso: ¿Era PACO CABEZA la mejor opción del PAN
a la gubernatura de Tamaulipas?
Lindo misterio que tendría mayor vigencia el
año pasado o el antepasado. O todavía en las primeras semanas del presente 2016,
cuando las nominaciones estaban aún por formalizarse.
Plantearlo ahora parecería ocioso en un
primer golpe de vista. Pero acaso guarde algún interés tal insistencia. Razones
válidas para que el expediente siga abierto y continúe sobre la mesa, a manera
de autocrítica. De aquí el enigma panista.
MÁS
OPCIONES
Recordará el lector que mientras el PRI
contabilizaba en siete sus aspirantes a la silla principal del Estado, el PAN lucía
cuatro figuras de peso: el citado señor CABEZA, la senadora reynosense MAKI
ORTIZ, el alcalde laredano CARLOS CANTUROSAS y su colega matamorense LETY
SALAZAR.
Desde luego, el errático desempeño de LETICIA
hacía poco aconsejable su nominación, a menos que el PAN quisiera perder por
goliza.
Pero estaba MAKI, la doctora, legisladora,
de quien se dijo que el accidente cerebral sufrido en enero de 2014 le bajó los
ánimos de buscar la grande.
Argumento dudoso, si consideramos la visible
recuperación de esta dama que hoy trabaja sin dificultad su campaña por la
alcaldía de Reynosa.
Quedaría CANTUROSAS, un alcalde que se llevó
la fiesta en paz durante el trienio y del que se esperaba diera una pelea algo
más aguerrida.
Se ha dicho en esta columna que su error fue
no hacer política más allá de los límites municipales. Sobre todo si recordamos
en qué lugar de la geografía estatal se ubica Nuevo Laredo. En la punta.
Localidad próspera y al mismo tiempo orillera,
marginal por partida doble, al norte y al poniente, cercano su trajín con la
capital reynera (dos horas de autopista) y boyante su interacción aduanal con
la Unión Americana.
Sin importar de qué partido surjan, los
alcaldes laredanos tienen un estilo patronal de gobernar más próximo a los
ediles de San Pedro Garza García (asiento de la élite neoleonesa) que a sus colegas
tamaulipecos.
El caso es que CANTUROSAS jamás quiso salir
de su isla para hacer trabajo político. Poco le interesó venir al lugar de los
montes altos, las llanuras secas y los valles fértiles, la alegre costa y el
verdor huasteco al que llamamos Tamaulipas.
GUSTAVO,
SU HUECO
En paralelo ocurre que al entrar la segunda
década del presente siglo, se registró un reacomodo en las filas del panismo regional,
con la defección de su figura dominante, GUSTAVO CÁRDENAS, hoy candidato del
Partido Movimiento Ciudadano (PMC).
Casi en automático, los espacios que
abandona GUSTAVO, los hilos que suelta, las cuotas de poder que gradualmente va
dejando, quedarán en manos del reynosense PACO CABEZA.
Personaje cuyo control deliberado de la
estructura partidista para asegurar la candidatura, habla más de ambición y astucia
que de brillo personal.
Lo curioso es que en una etapa tardía como
la actual, con CABEZA en plena campaña, persistan las voces, circulen los comentarios,
las inquietudes soterradas al interior del panismo, preguntando si el senador
con licencia era, en verdad, la opción adecuada para pelearle al PRI la
gubernatura del 2016.
Sus compañeros de partido siguen pensando
en MAKI y en CARLOS ENRIQUE como figuras de perfil más aceptable, menos cuestionado.
La respuesta definitiva saldrá de las urnas el próximo junio.