Cd.
Victoria.- A 23 días de las elecciones, los
responsables de investigar y sancionar actos ilícitos que afecten la equidad de
la competencia, tienen poco tiempo para ofrecer resultados útiles.
Igual puede ocurrir que arbitrariedades
como el acoso a candidatos y simpatizantes acaben recibiendo alguna sanción o
castigo ya cuando el golpe esté consumado y los efectos del vandalismo
electoral sean irreversibles.
Estará usted enterado que el secretario Jurídico
y de Transparencia del CEN tricolor GERARDO HERRERA presentó una denuncia ante
la FEPADE por la presunta coacción a candidatos en Hidalgo, Mainero y
Villagrán.
Demandó HERRERA investigar al grupo armado
que se autonombra “Columna Pedro J. Méndez” por su participación en favor del
panista PACO CABEZA.
El documento cita también los casos de Díaz
Ordaz, Camargo, Ciudad Mier y Miguel Alemán donde el perjudicado no es el PRI
sino el PRD, aunque el beneficiario ha sido igualmente el PAN.
ACOSO
FAMILIAR
A las quejas que se escuchan a lo largo y
ancho de la geografía tamaulipeca, habría que sumarle la del perredista
SALVADOR GONZÁLEZ, candidato a diputado por Tampico norte.
Su esposa e hija fueron fotografiadas por
individuos jóvenes que se transportaban en un vehículo decorado con propaganda
de Acción Nacional y pegotes del propio CABEZA.
La intimidación es obvia. Cualquiera se
amedrenta si siente amenazada su parte más vulnerable, la familia.
Otra fuente es ALEX SANTANA, coordinador de
los candidatos a diputados y alcaldes en Reynosa, Camargo y Miguel Alemán, por
el mismo Sol Azteca.
No puede ser casual ni fortuito lo que
ocurre. Seguidores que abandonan la lucha o súbitamente cambian de opinión y se
dicen fieles de CABEZA. Los levantan, los pasean y regresan convencidos.
En otros casos son brigadistas del voto que
reciben amenazas por gente que pertenece o dice simpatizar con el PAN.
En tales condiciones llama la atención el
planteamiento que hace el abanderado perredista a la gubernatura JORGE VALDEZ
cuando cuestiona si tiene algún sentido hacer elecciones en Hidalgo, Villagrán
y Mainero.
Se diría que algún progreso existe al pasar
de las declaraciones a las denuncias formales ante la autoridad
correspondiente.
Pero vuelvo a insistir. Considerando el lapso
que falta para los comicios, la duda es si alguna acción de la justicia electoral
se encuentra en condiciones de limpiar la contienda.
O bien, si es necesario que otros actores
intervengan, ya no por la vía de la autoridad electoral sino de la autoridad a
secas, desde la capital mexicana.
LENGUA
IRREDENTA
Y bueno, hoy día tiene más reflectores y
micrófonos la locura que la cordura. El expresidente FOX volvió a la carga esta
semana con su propuesta de una negociación entre el gobierno y los cárteles de
la droga.
Se inspira, dice, en la COCOPA, la Comisión
para la Concordia y Pacificación creada en 1995 como puente de comunicación con
los guerrilleros zapatistas, en Chiapas.
Ignorancia supina la de FOX, al medir con
el mismo rasero a quienes toman las armas en defensa de una causa social y
quienes simplemente delinquen.
En Chiapas como en Guatemala, El Salvador o
Nicaragua, siempre que un gobierno negocie con algún grupo armado es porque le
reconoce estatus de beligerancia, es decir, un acreditamiento mínimo de
legitimidad a su lucha.
No opera esa lógica con el crimen organizado,
ni menos en los términos absurdos que FOX arguye: (1) que sus capos se
conviertan en empresarios para que paguen impuestos y (2) los sicarios se
transformen en trabajadores regulares para retornar alegremente al paraíso del
salario mínimo.
Necesita estar afectado de sus facultades mentales
para creer que las cosas puedan funcionar de tal manera.