martes, 21 de enero de 2014

Prueba superada


Cd. Victoria, Tam.- El congreso local que preside RAMIRO RAMOS se movió con eficacia y otorgó el “sí” a la reforma electoral impulsada por el presidente PEÑA NIETO, la cuál entraña cambios sustantivos que reforman, derogan y adicionan la Carta Magna.
Punto para RAMIRO, sin olvidar la participación del legislador cuerudo RICARDO RODRÍGUEZ quien presentó la semblanza del dictamen.
La reforma aborda, dijo, “un conjunto de asignaturas pendientes” al fomentar la “colaboración de los poderes a través del gobierno de coalición” y fortalecer a las cámaras pues permite “la elección consecutiva de legisladores federales y locales”.
Llega a su fin, pues, el mito de la “no reelección”, en espacios muy focalizados: congresos y ayuntamientos. El ciudadano, añadió RODRIGUEZ, tendrá “la posibilidad de premiar la eficiencia gubernamental”, destacando también la creación del Instituto Nacional Electoral.
Algo muy importante: el incremento del porcentaje mínimo que se exigirá a los partidos para que conserven su registro ahora será del tres por ciento.

NO FUE UNÁNIME
Votaron en contra los representantes de MC y PT.
A favor: PRI, PAN, Verde y PANAL.
El diputado del MC ALFONSO DE LEÓN argumentó su decisión atizándole parejo a las autoridades electorales (“obsoletas”) y a los partidos nacionales (sus “mezquinos intereses”) mientras el país se encuentra, dijo, “en la desesperanza y la zozobra”.
Por su cuenta, ARCENIO ORTEGA del PT formuló una elipsis algo ingeniosa al decir que quienes votaron por esta reforma (sus vecinos de curul) no merecen ser reelectos.
Paradoja habemos. Si para merecer la reelección habría que votar contra la misma, meritorios serían entonces del aplauso petista aunque no tendrían reelección por haberla desechado con el voto.
Por el PRD JORGE OSVALDO VALDEZ arguyó también contra la minuta pero no ejerció su derecho al voto. O, mejor dicho, votó con los pies al abandonar el recinto.
En palabras de RAMIRO RAMOS, los diputados habrían salido satisfechos de apoyar las reformas estructurales, en espera de discutir las leyes secundarias.
Para hoy martes hay programadas sendas reuniones en las comisiones de Desarrollo Industrial y Comercial, así como de Equidad de Género.
El miércoles, el pleno legislativo elegirá al nuevo titular de la Comisión de Derechos Humanos, tras culminar el proceso de inscripción y diálogo con los aspirantes.

CAMBIO DE PIEL
A propósito de cambios, inician las discusiones en torno a la reforma política del Distrito Federal, misma que los habitantes de la capital mexicana han esperado por años y muchos ven como “la definitiva”.
Un “timeline” rápido de las instituciones políticas capitalinas debiera contemplar, pos supuesto:
(1) Que data del Constituyente de 1824 la creación de una entidad llamada Distrito Federal, sede oficial de los tres poderes de la Unión.
(2) Que los municipios comprendidos en dicho territorio fueron desaparecidos en 1928 por el gobierno de ALVARO OBREGÓN.
(3) Que el primer ensayo (tibio, por cierto) para dar participación a sus millones de habitantes fue la Asamblea de Representes aprobada bajo el lamadridato en 1987 y electa en 1988.
(4) Dicha asamblea sólo duró como tal dos periodos (1988-91 y 1991-93) para luego convertirse en Legislatura del Distrito Federal en los comicios de 1994.
(5) Que en 1997 fue posible el primer gobierno electo del Distrito Federal, cuya cabeza ya no sería llamada “regente” (como hasta entonces) sino “Jefe de Gobierno”, responsabilidad que estrenó el Ing. CUAUHTEMOC CÁRDENAS.
Pues bien, a partir de febrero arrancan los trabajos de un nuevo Constituyente local en una entidad que dejará de llamarse Distrito Federal para asumir el nombre de Ciudad de México.
Esto es, con la autonomía y soberanía de los otros estados, carta magna propia y plena independencia presupuestal, transformando sus actuales delegaciones en municipios.
El comisionado especial que llevaría a cuestas tan magna faena responde al nombre de PORFIRIO MUÑOZ LEDO.