Cd. Victoria.- Hasta ayer, al único CAPOTE que
yo conocía era TRUMAN, escritor oriundo de Nueva Orleans, lectura obligada en
las escuelas de comunicación, autor de un gran clásico en la cantera del periodismo
novelado: “A sangre fría” (1966).
Pues bien, este fin de semana tuve noticia de otro
CAPOTE, de nombre RAUL ANTONIO y nacionalidad cubana, autor de dos títulos en el
catálogo de Amazon (“El Adversario” y “El Caballero Ilustrado”) señalado además
en redes como presunto agente doble de la CIA y el gobierno castrista.
No quiero entrar en detalles escabrosos pero supe de
este señor cuando la amiga y colega REYNA LUNA denunció en su espacio de Facebook
que reportajes suyos enviados a medios tamaulipecos han sido plagiados por el referido
escribano en un portal llamado Turquinauta.
El lector puede verlo en la siguiente dirección: http://turquinauta.blogspot.mx
En dicha página se identifica como escritor, caricaturista
y médico veterinario con postgrados en Economía y Política. Todo eso.
El nombre del blog, por cierto, se debe a su afición
por el montañismo, particularmente al Pico Turquino, en la legendaria Sierra
Maestra.
REYNA AGRAVIADA
Nacida en Monterrey, licenciada en Ciencias de la
Comunicación con especialidad en periodismo por la Universidad Autónoma de
Nuevo León, conocí a REYNA LUNA en los primeros años noventas.
Abrumada siempre de chamba, colaboraba entonces para
Canal 13 de Ciudad Victoria (Televisa), era corresponsal de Excélsior y
reportera de un matutino local.
Intensa su devoción por el oficio, hoy produce,
dirige y conduce la emisión hispana de TV “Sin Fronteras”, desde Brownsville y
para el Valle de Texas, con cobertura hasta Nuevo Laredo.
Ello, amen de seguir colaborando en radio y medios
impresos del lado tamaulipeco, con agenda diaria en ambos márgenes del Bravo.
Sus temas favoritos: migración, derechos humanos y algo que podríamos identificar como “security affairs”, en esa región candente, tierra fértil para el periodismo de investigación.
Sus temas favoritos: migración, derechos humanos y algo que podríamos identificar como “security affairs”, en esa región candente, tierra fértil para el periodismo de investigación.
Tarea siempre extenuante (“me parto la madre bien y
bonito”) que ella misma comenta en tono de broma:
-“También vendo cazuelas en el puente los domingos.”
-“También vendo cazuelas en el puente los domingos.”
Pues bien, entre sábado y domingo REYNA denunció en
redes sociales que un trabajo suyo sobre prostitución infantil en la franja
fronteriza había sido plagiado íntegramente por RAUL ANTONIO CAPOTE en su blog.
El escrito aparece completo, de cabo a rabo, pero bajo
la firma del copión cubano.
Conversamos largo vía Facebook, compartiendo el
pasmo y la indignación con varios colegas y también algunos hallazgos importantes.
Me permití ayudarla haciendo pesquisas en paralelo mediante
diversos motores de búsqueda y encontré más de 23 mil resultados que aluden a
ese nombre y apellidos, apuntando en su mayoría hacia la isla caribeña.
En fin, ignoro en qué termine todo esto aunque algo me
resulta cierto: la agraviada estudia ya la manera de llevar a los tribunales el
caso. El tema de fondo son los derechos de autor.
COLOFÓN
Tenga éxito o no en sus gestiones ante la justicia (asunto
difícil en toda querella que sobrepase límites nacionales) algo pude comentarle
al respecto.
El oficio escritural en la era del plagio electrónico es tema periodístico muy actual y ello exige saber:
(1) Qué leyes mexicanas e internacionales protegen al escritor o reportero de tales abusos.
El oficio escritural en la era del plagio electrónico es tema periodístico muy actual y ello exige saber:
(1) Qué leyes mexicanas e internacionales protegen al escritor o reportero de tales abusos.
(2) A quién se puede acudir y ante
qué instancia se plantea una demanda de esta naturaleza.
(3) Qué sanciones están previstas contra
la cleptomanía literaria. El saqueo avieso de textos.
Mi convicción es que esto debe
denunciarse siempre y aunque no fuera posible lograr un fallo contra el
abusador, bastante se logra al exhibir su bajeza, por elemental respeto a la
inteligencia y la dignidad del lector.
Destinatario final del pensamiento
escrito, el lector tiene derecho a conocer quién es quién en el oficio nuestro
y distinguir entre aquellos que trabajan con ideas propias y quienes solo
copian y pegan para ostentarse luego como plumas de éxito.