Cd. Victoria.- Un feroz desafío enfrenta hoy el abogado mantense JOSÉ SAID RAMIREZ DAVID,
flamante zar regional antisecuestros, interlocutor natural de RENATO SALES
HEREDIA, cabeza del mismo encargo pero a escala nacional.
Se aclara el misterio, el gobernador
optó por alguien de su equipo, colaborador que venía desempeñándose como
subprocurador segundo.
Significativo también que JOSÉ SAID sea
oriundo de la urbe cañera donde la estadística de secuestros arroja un impresionante
saldo de horrores. Aunque en esto (hay que decirlo) Victoria no se queda muy
atrás.
Toda la entidad demanda acciones drásticas,
contundentes, que empiezan, sin duda, por la capacitación de agentes
especializados.
A lo cuál, por cierto, hizo referencia
el ingeniero EGIDIO TORRE la semana pasada cuando instaló la Comisión
Preventiva Contra la Violencia y Delincuencia en aquella magna reunión del
Salón Independencia.
CAPACIDAD DE RESPUESTA
La acción rápida es una de las claves,
dando por sentado que el tiempo es oro en el combate a estos delitos, desde el
primer minuto en que haya registro.
Solo que la denuncia oportuna, temprana,
está asociada y tiene que ver con la confianza en la autoridad respectiva.
De aquí la necesidad de solventar esa
duda que durante los años previos acalló a familiares de las víctimas,
temerosos de que los verdugos supiesen de la denuncia por boca de la propia
autoridad.
Esto también deberán contemplarlo
hombres como SALES HEREDIA y RAMÍREZ DAVID. Que la gente muchas veces enfrenta
en solitario la emergencia.
Lo contrario es precisamente lo
deseable: una relación de sana confianza entre sociedad y autoridades que de
manera sistémica otorgue celeridad a la detección del problema.
Por supuesto, la responsabilidad es
mayúscula y constituye el “sorteo del tigre” para este tamaulipeco que a sus 53
años ha recorrido buena parte del aparato de justicia regional, en ambas instancias,
estatal y federal.
Su hoja de servicios lo ubica al frente
del ministerio público local en las municipalidades de Hidalgo, San Carlos, Abasolo,
Xicoténcatl y Mante, entre 1983 y 1989.
Los siguientes 11 años (1989 - 2000) fue
AMP federal en plazas como Victoria, Tampico, Miguel Alemán, Matamoros y
Reynosa.
Amén de ser secretario del tribunal de
circuito en la misma Reynosa (2000-2013), subprocurador (2013-2014) y (en sus
ratos libres) profesor de Introducción al Derecho y Derecho Procesal.
Tiene formación, experiencia y tablas,
le van a exigir resultados.
PODER SUPERIOR
Igual importa consignar aquí el mensaje
que envía el Gobierno de la República con la aprehensión de HIPÓLITO MORA,
destacado líder de las autodefensas en Michoacán.
La acusación es de doble homicidio
aunque, sin necesidad de ver los cargos, la relevancia del caso es que la administración
federal refrende con dicho arresto una regla del juego básica en su relación
con los grupos irregulares.
Que el ser instancias de colaboración en
la tarea pacificadora no les otorga patente de corso ni, mucho menos,
impunidad.
El Estado de Derecho y su consecuente
monopolio de la legítima violencia están por encima de las pasajeras ventajas
que pueda aportar la ayuda mutua establecida por las corporaciones nacionales
de seguridad y tales agrupaciones.
Queda clara, pues, la visión de dos
profesionales del derecho hoy claves en tan delicada toma de decisiones. Dos
abogados, un mexiquense y un hidalguense: ENRIQUE PEÑA NIETO y MIGUEL ANGEL
OSORIO CHONG.
Sin importar los acuerdos temporales que
ahora existan con las llamadas autodefensas, lo que a la postre deberá
imponerse es el monopolio de la violencia del que fue gran exponente el
jurista, sociólogo y economista alemán MAX WEBER.
Valedor ejemplar de eso que llamamos
modernidad, WEBER contraponía le indispensable función coercitiva del Estado
frente a los referentes autoritarios de entonces: las guerras privadas del
viejo sistema feudal y los tribunales eclesiales, igualmente arbitrarios.
Vivimos, por suerte, en el siglo 21.