jueves, 13 de marzo de 2014

Lotería del tigre

Cd. Victoria.- Un feroz desafío enfrenta hoy el abogado mantense JOSÉ SAID RAMIREZ DAVID, flamante zar regional antisecuestros, interlocutor natural de RENATO SALES HEREDIA, cabeza del mismo encargo pero a escala nacional.
Se aclara el misterio, el gobernador optó por alguien de su equipo, colaborador que venía desempeñándose como subprocurador segundo.
Significativo también que JOSÉ SAID sea oriundo de la urbe cañera donde la estadística de secuestros arroja un impresionante saldo de horrores. Aunque en esto (hay que decirlo) Victoria no se queda muy atrás.
Toda la entidad demanda acciones drásticas, contundentes, que empiezan, sin duda, por la capacitación de agentes especializados.
A lo cuál, por cierto, hizo referencia el ingeniero EGIDIO TORRE la semana pasada cuando instaló la Comisión Preventiva Contra la Violencia y Delincuencia en aquella magna reunión del Salón Independencia.

CAPACIDAD DE RESPUESTA
La acción rápida es una de las claves, dando por sentado que el tiempo es oro en el combate a estos delitos, desde el primer minuto en que haya registro.
Solo que la denuncia oportuna, temprana, está asociada y tiene que ver con la confianza en la autoridad respectiva.
De aquí la necesidad de solventar esa duda que durante los años previos acalló a familiares de las víctimas, temerosos de que los verdugos supiesen de la denuncia por boca de la propia autoridad.
Esto también deberán contemplarlo hombres como SALES HEREDIA y RAMÍREZ DAVID. Que la gente muchas veces enfrenta en solitario la emergencia.
Lo contrario es precisamente lo deseable: una relación de sana confianza entre sociedad y autoridades que de manera sistémica otorgue celeridad a la detección del problema.
Por supuesto, la responsabilidad es mayúscula y constituye el “sorteo del tigre” para este tamaulipeco que a sus 53 años ha recorrido buena parte del aparato de justicia regional, en ambas instancias, estatal y federal.
Su hoja de servicios lo ubica al frente del ministerio público local en las municipalidades de Hidalgo, San Carlos, Abasolo, Xicoténcatl y Mante, entre 1983 y 1989.
Los siguientes 11 años (1989 - 2000) fue AMP federal en plazas como Victoria, Tampico, Miguel Alemán, Matamoros y Reynosa.
Amén de ser secretario del tribunal de circuito en la misma Reynosa (2000-2013), subprocurador (2013-2014) y (en sus ratos libres) profesor de Introducción al Derecho y Derecho Procesal.
Tiene formación, experiencia y tablas, le van a exigir resultados.

PODER SUPERIOR
Igual importa consignar aquí el mensaje que envía el Gobierno de la República con la aprehensión de HIPÓLITO MORA, destacado líder de las autodefensas en Michoacán.
La acusación es de doble homicidio aunque, sin necesidad de ver los cargos, la relevancia del caso es que la administración federal refrende con dicho arresto una regla del juego básica en su relación con los grupos irregulares.
Que el ser instancias de colaboración en la tarea pacificadora no les otorga patente de corso ni, mucho menos, impunidad.
El Estado de Derecho y su consecuente monopolio de la legítima violencia están por encima de las pasajeras ventajas que pueda aportar la ayuda mutua establecida por las corporaciones nacionales de seguridad y tales agrupaciones.
Queda clara, pues, la visión de dos profesionales del derecho hoy claves en tan delicada toma de decisiones. Dos abogados, un mexiquense y un hidalguense: ENRIQUE PEÑA NIETO y MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG.
Sin importar los acuerdos temporales que ahora existan con las llamadas autodefensas, lo que a la postre deberá imponerse es el monopolio de la violencia del que fue gran exponente el jurista, sociólogo y economista alemán MAX WEBER.
Valedor ejemplar de eso que llamamos modernidad, WEBER contraponía le indispensable función coercitiva del Estado frente a los referentes autoritarios de entonces: las guerras privadas del viejo sistema feudal y los tribunales eclesiales, igualmente arbitrarios.
Vivimos, por suerte, en el siglo 21.