Cd. Victoria.- A las cero horas de aquel primero de diciembre del 2012, cuando FELIPE
CALDERÓN ya había entregado el mando castrense y policial a ENRIQUE PEÑA NIETO,
dos figuras llamaron la atención dentro del naciente gabinete de seguridad: el
asesor colombiano OSCAR NARANJO y el entrante comisionado policial MANUEL
MONDRAGÓN y KALB.
Fortalecida la SEGOB como eje del
gabinete, contrastaba el colmillo político de MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG con la escuálida
novatez de su antecesor panista ALEJANDRO POIRÉ.
Similar diferencia se observó en PGR
donde JESÚS MURILLO KARAM borró prácticamente del mapa a su anodina predecesora
MARISELA MORALES.
En intensa actividad desde los primeros
días, el gabinete de seguridad lucía como un “trabuco” constituido por figuras
de mucho carácter.
Sin olvidar, por supuesto, a los
titulares de SEMAR y SEDENA, el almirante VIDAL FRANCISCO SOBERÓN y el general SALVADOR
CIENFUEGOS.
Desde aquel vistoso cambio de mandos,
cuando a medianoche del día 31 de noviembre, CALDERÓN se despidió de Palacio y
dejó las riendas del país a PEÑA NIETO, han pasado 15 meses y medio.
En materia de resultados, aunque estemos
lejos de echar las campanas al vuelo, la caída de figuras como NAZARIO MORENO, JOAQUIN
GUZMÁN y MIGUEL TREVIÑO acreditan el esfuerzo en esta materia.
A lo que habría que sumar, sin duda, el
intenso trabajo de regionalización y las tareas interinstitucionales (que ahora
sí están funcionando) entre las dependencias federales de seguridad y los
gobiernos estatales.
SOBRE LA MARCHA
Lo cuál no impide subrayar que sean dos
los actores principales que han abandonado el barco por distintos motivos.
Del general NARANJO se dijo (él mismo lo
confirmó) que retornaba a su país para sumarse a la campaña reeleccionista del
presidente JUAN MANUEL SANTOS.
La opinión en medios añadiría que el
militar colombiano habría causado recelo entre los mandos castrenses de México.
Aún así se reconocía que su contribución
estaba a la vista en la estrategia inteligente del gobierno federal en
Michoacán.
A diferencia del puño ciego empleado por
CALDERÓN (que lejos de pacificar, alborotó más el avispero) su sucesor ENRIQUE
PEÑA NIETO ha puesto en marcha un programa mixto que al mismo tiempo fortalece
las tareas de seguridad que atiende necesidades sociales.
Ello, en una entidad donde la pobreza ha
dotado de muchos efectivos a la delincuencia.
Y, bueno, la noticia con que arrancó
esta semana es que también se va el médico MONDRAGÓN y KALB, operador en jefe
de la nueva gendarmería prometida por PEÑA NIETO en campaña y cuyos resultados
están por verse.
El proyecto avanza y acaso esta sea la
mejor herencia de MONDRAGÓN, aunque (unos dicen que por cansancio, otros que
por incomprensión) ya no estará él para verlo fructificar.
O acaso lo observe desde un cargo más
técnico, como diseñador de estrategias al servicio de la Presidencia.
Y si bien el equipo de seguridad se
queda sin dos alfiles de innegable valor, en los últimos tiempos ha sumado, al
menos, dos figuras más.
Estos son: el zar antidroga RENATO SALES
HEREDIA y el comisionado especial en tierra purépecha ALFREDO CASTILLO.
Nombramientos, ambos, del Presidente.
COORDINACIÓN ITINERANTE
Sobre el mismo asunto, sólo que a escala
regional, el gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ presidió en la fronteriza Ciudad
Mier la octava sesión itinerante del Grupo de Coordinación Tamaulipas, reuniendo
en ella (como acostumbra) autoridades de los tres niveles.
El ingeniero TORRE aprovechó la ocasión
para presentar en sociedad a su flamante titular de Seguridad, el general ARTURO
GUTIÉRREZ GARCÍA.
Funcionario que este mismo lunes había
recibido su nombramiento, no obstante que la noticia se conoció el fin de
semana. Destaca entre sus encomiendas, el continuar fortaleciendo a la nueva Policía
Estatal.
La cita fue en el cuartel Militar de la
SEDENA en dicho municipio de la frontera chica, hasta hace poco legendario por
su peligrosidad, aunque hoy las cosas empiecen a cambiar.