Cd. Victoria.- Desde que asomó el proyecto para
modernizar la entrada más importante de Victoria quedó claro que había grandes
árboles en el camino de las nuevas vías laterales.
Resulta comprensible que ello preocupe a defensores
espontáneos de la naturaleza dolidos por dicha tala.
Al respecto guardo una experiencia que acaso sirva y
quiero compartirla ahora.
Viví en el Distrito Federal los años en que CARLOS
HANK trazó los primeros ejes viales, cuando hubo necesidad de modificar
antiguas avenidas para convertirlas en arterias amplias.
Igual que ahora ocurre en Victoria, los vecindarios
protestaron y se alzaron voces con gran cobertura en prensa. La respuesta de
HANK fue complaciente pero de resultados cuestionables.
Dispuso que (1) grandes árboles serían “salvados” y
trasplantados a espacios contiguos y que, además (2) fueran curvadas algunas
trazas para que otros árboles permanecieran en pié.
Y PASARON LOS AÑOS
El resultado fue desigual. Se gastó dinero en
contratar compañías especializadas en dichos trasplantes que además no
sirvieron de mucho.
Un número importante de esos árboles murió en su
nuevo espacio o bien subsistieron como esqueletos secos, mutilados, con follaje
raquítico en unas cuantas ramas.
Igual hubo trazas viales puntualmente retorcidas
para sacarle la vuelta a los árboles, afectando seriamente la fluidez vial.
Pasan las décadas, la naturaleza tiene ciclos de
vida que a la postre terminan, mientras que la traza urbana queda chueca para siempre.
Desde luego, suena bien que ahora las autoridades
escuchen a ciudadanos amantes de la floresta y accedan a conservar algunos de
esos añosos ejemplares.
Aunque necesario es entender que los árboles son
renovables y el proyecto de la calle Ocho contempla una reforestación masiva en
glorieta y camellones.
El verdor volverá y en número mucho mayor, pero
ahora ubicado en lugares apropiados donde no tenga conflicto con la vialidad.
Acaso la gente deba informarse y conocer mejor qué
especies y en qué cantidad serán sembradas, en una zona que, por encontrarse al
norte, tiene agua suficiente para garantizar su crecimiento.
MEXICANOS TODOS
Este miércoles viene a Nuevo Laredo el titular de
SEGOB MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG para poner en marcha una nueva etapa del
Programa “Somos Mexicanos” impulsado por el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO.
El tema es multiplicar opciones de desarrollo
laboral a los paisanos repatriados que se asientan en la zona fronteriza.
Se hace hincapié en aquellos que durante su estancia
en Estados Unidos lograron un aceptable nivel de preparación, capacitación y
(ojo) dominio del idioma inglés.
El gobernador anfitrión EGIDIO TORRE CANTÚ se
encontrará, pues, con OSORIO CHONG a unas semanas de iniciar las vacaciones de Semana
Santa.
La SEGOB y el gobierno de Tamaulipas buscan de
manera conjunta generar alternativas de progreso impulsando convenios con el
sector patronal para brindar fuentes de ocupación a los mexicanos que regresan.
GIGANTE PERDIDO
Un avión desaparece en el Pacífico y tras 17 días de
búsqueda lo único cierto es que cayó en el océano contiguo, el Índico.
No se trata de cualquier aeroplano, es (era) un Boeing
777, gigantón propiedad de Malaysia Airlines extraviado desde el 8 de marzo con
239 pasajeros en la ruta de Kuala Lumpur a Beijing.
El misterio rebota en redes sociales. Se preguntan
si acaso el reportero mejor capacitado para investigar el entuerto sea el señor
MAUSSAN, cuyo marco interpretativo suele rebasar los límites de la galaxia.
Entre “memes”, chistes, notas virales y humor macabro,
hace días apunté en TWITTER algo que parece corazonada pero acaso tenga algún
sustento racional.
El pájaro volaba hacia el norte pero viró
radicalmente al oeste, lo cuál sugiere algo distinto a esos incidentes causados
por incendios, relámpagos o fallas técnicas de cualquier índole.
El problema de la nave empezó, pues, cuando su nariz
dejó de apuntar hacia Beijing para indicar hacia La Meca.
No se salió, la sacaron de ruta.