Cd.
Victoria.- A fuerza de hacer
alianzas, simpatizantes de todas las corrientes políticas enfrentan hoy una inocultable
crisis de identidad. Caso ejemplar el del panismo tamaulipeco, mire usted…
Muy habituados estaban sus operadores y activistas, dirigentes y militantes, candidatos y propagandistas, al discurso anti-PRI que los caracterizó y catapultó al estrellato.
Y muy diestros fueron al paso de las décadas para calificar a su enemigo histórico como el partido de la imposición, el dedazo, la corrupción, el autoritarismo y la antidemocracia…
De aquí la curiosidad por conocer el perfil que adoptará la relatoría blanquiazul (guión, libreto, script de campañas) para no ofender al partido tricolor, una vez que han decidido marchar juntos, del brazo y por la calle, en esta lucha contra el obradorismo.
En algunos casos hay cicatrices abiertas. Por más que lo quieran disimular, ARTURO SOTO y OSCAR ALMARAZ pelearon en trincheras opuestas.
Ello, aunque hoy se abracen de manera tan (pero tan) efusiva, cálida, íntima, cachetona y querendona, a la entrada del edificio albiazul, en la esquina del 22 Berriozábal, el día de los registros.
El PAN abanderó a XICOTÉNCATL GONZÁLEZ cuando decía aquello de “Victoria está enferma”, mientras prometía encarcelar a GUSTAVO RIVERA, entonces titular de COMAPA y darle tronco al propio ALMARAZ.
Propósitos, por cierto, jamás cumplidos, a lo mejor por falta de sustancia legal (o glandular, quien sabe). Son incidentes que sin embargo dejaron huella en la memoria de las bases partidistas, hoy confundidas. Agravios difíciles de superar.
Ciertamente, el discurso de priístas y panistas se encamina hacia un tema común: su rechazo al obradorismo. Por este rumbo van ideas como el combate al populismo, en tanto fuente de ineficacia gubernamental, demagogia y atonía económica. Falta de inversión, desempleo.
De ahí pueden partir para trabajar una larga lista de males hoy imputables a LÓPEZ OBRADOR, empezando por la funesta gestión de la pandemia y el no menos infausto manejo de la vacunación.
Pero eso no basta o al menos no debería de bastar. Nunca estará de más pedirles que se esfuercen en ser propositivos o (ya de perdido) lo intenten.
En efecto, el problema viene a la hora de elaborar una oferta concreta de campaña. Muy pobre luciría la tarea proselitista si gira en torno al objeto (y sujeto) de sus odios.
ENEMIGO COMÚN
No quieren a LÓPEZ OBRADOR, ok, tomamos nota, pero la noticia es que con eso no se construye nada. Nunca serán sus fobias tema suficiente para convocar al electorado.
Lo sustantivo es aquello que proyectan y edifican, el México deseado, el Tamaulipas por construir, el diagnóstico preciso, la problemática real de sus ciudades. ¿Poder para qué?...
El problema viene entonces a la hora de proponer, cuando afloran las carencias y eventualmente las diferencias. Ello, a menos que estas no importen y la calentura del poder (por el poder mismo) sea el factor predominante. De ser el caso, la avidez anula indefectiblemente al ideario.
En este tenor, las fuerzas combinadas que salgan airosas el próximo junio sin duda estarán pensando en la manera de acomodarse mejor hacia el compromiso mayor de Tamaulipas en 2022.
Dicha alianza PRI-PAN en todo caso sería el reconocimiento práctico de una cercanía inaugurada cuando (1) el sector empresarial del partido tricolor desplazó a los viejos populistas a partir de 1982 y (2) al darle juego al sector patronal se cruzó con el PAN.
Las locuras de AMLO ahora los han unido todavía más. Primer paso, tal vez, para posteriores ensayos, acaso ligados a nuevos proyectos partidistas.
Los une la paliza (felpa, tunda, madriza) que ambos partidos recibieron del obradorismo. En el caso de Acción Nacional, recuerde usted, viene de dos contiendas presidenciales verdaderamente traumáticas.
La del 2012 cuando JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA se fue al tercer lugar, a pesar de estar representando al partido en ese tiempo gobernante. El de FELIPE CALDERÓN.
Y la del 2018, el fracaso de RICARDO ANAYA, quien ciertamente ocuparía un segundo lugar, pero (ojo)… ¡31 puntos abajo del ganador!... Medalla de plata con sabor a bronce (o peor).
Para no hablar de PEPE TOÑO MEADE, oiga usted…¡6 puntos atrás de RICARDO y 37 menos que ANDRÉS MANUEL!...
Ojo al contexto. Sin estos antecedentes no podríamos entender el pragmatismo de los partidos hoy calificados como la única oposición real, concreta y visible a MORENA, es decir, PAN, PRI, PRD y MC.
De los otros mejor ni hablar. Membretes como PES, RSP, PVEM y PT solo cumplen el triste papel de comparsas, similar al de aquellos organismos satélites del viejo PRI, como fueron el PARM y el PPS.
Será necesario insistir en el tema, oponerse por oponerse no lleva muy lejos. Sin una propuesta coherente y atractiva, la gente solo verá una ambición compartida. Pura y llana codicia.
Variedad de colores que, lejos de combinar, quedarían mezclados de manera irreflexiva y brutal, dando por resultado el gris. Un tono feo del gris (por cierto) luego les platico cuál.
Muy habituados estaban sus operadores y activistas, dirigentes y militantes, candidatos y propagandistas, al discurso anti-PRI que los caracterizó y catapultó al estrellato.
Y muy diestros fueron al paso de las décadas para calificar a su enemigo histórico como el partido de la imposición, el dedazo, la corrupción, el autoritarismo y la antidemocracia…
De aquí la curiosidad por conocer el perfil que adoptará la relatoría blanquiazul (guión, libreto, script de campañas) para no ofender al partido tricolor, una vez que han decidido marchar juntos, del brazo y por la calle, en esta lucha contra el obradorismo.
En algunos casos hay cicatrices abiertas. Por más que lo quieran disimular, ARTURO SOTO y OSCAR ALMARAZ pelearon en trincheras opuestas.
Ello, aunque hoy se abracen de manera tan (pero tan) efusiva, cálida, íntima, cachetona y querendona, a la entrada del edificio albiazul, en la esquina del 22 Berriozábal, el día de los registros.
El PAN abanderó a XICOTÉNCATL GONZÁLEZ cuando decía aquello de “Victoria está enferma”, mientras prometía encarcelar a GUSTAVO RIVERA, entonces titular de COMAPA y darle tronco al propio ALMARAZ.
Propósitos, por cierto, jamás cumplidos, a lo mejor por falta de sustancia legal (o glandular, quien sabe). Son incidentes que sin embargo dejaron huella en la memoria de las bases partidistas, hoy confundidas. Agravios difíciles de superar.
Ciertamente, el discurso de priístas y panistas se encamina hacia un tema común: su rechazo al obradorismo. Por este rumbo van ideas como el combate al populismo, en tanto fuente de ineficacia gubernamental, demagogia y atonía económica. Falta de inversión, desempleo.
De ahí pueden partir para trabajar una larga lista de males hoy imputables a LÓPEZ OBRADOR, empezando por la funesta gestión de la pandemia y el no menos infausto manejo de la vacunación.
Pero eso no basta o al menos no debería de bastar. Nunca estará de más pedirles que se esfuercen en ser propositivos o (ya de perdido) lo intenten.
En efecto, el problema viene a la hora de elaborar una oferta concreta de campaña. Muy pobre luciría la tarea proselitista si gira en torno al objeto (y sujeto) de sus odios.
ENEMIGO COMÚN
No quieren a LÓPEZ OBRADOR, ok, tomamos nota, pero la noticia es que con eso no se construye nada. Nunca serán sus fobias tema suficiente para convocar al electorado.
Lo sustantivo es aquello que proyectan y edifican, el México deseado, el Tamaulipas por construir, el diagnóstico preciso, la problemática real de sus ciudades. ¿Poder para qué?...
El problema viene entonces a la hora de proponer, cuando afloran las carencias y eventualmente las diferencias. Ello, a menos que estas no importen y la calentura del poder (por el poder mismo) sea el factor predominante. De ser el caso, la avidez anula indefectiblemente al ideario.
En este tenor, las fuerzas combinadas que salgan airosas el próximo junio sin duda estarán pensando en la manera de acomodarse mejor hacia el compromiso mayor de Tamaulipas en 2022.
Dicha alianza PRI-PAN en todo caso sería el reconocimiento práctico de una cercanía inaugurada cuando (1) el sector empresarial del partido tricolor desplazó a los viejos populistas a partir de 1982 y (2) al darle juego al sector patronal se cruzó con el PAN.
Las locuras de AMLO ahora los han unido todavía más. Primer paso, tal vez, para posteriores ensayos, acaso ligados a nuevos proyectos partidistas.
Los une la paliza (felpa, tunda, madriza) que ambos partidos recibieron del obradorismo. En el caso de Acción Nacional, recuerde usted, viene de dos contiendas presidenciales verdaderamente traumáticas.
La del 2012 cuando JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA se fue al tercer lugar, a pesar de estar representando al partido en ese tiempo gobernante. El de FELIPE CALDERÓN.
Y la del 2018, el fracaso de RICARDO ANAYA, quien ciertamente ocuparía un segundo lugar, pero (ojo)… ¡31 puntos abajo del ganador!... Medalla de plata con sabor a bronce (o peor).
Para no hablar de PEPE TOÑO MEADE, oiga usted…¡6 puntos atrás de RICARDO y 37 menos que ANDRÉS MANUEL!...
Ojo al contexto. Sin estos antecedentes no podríamos entender el pragmatismo de los partidos hoy calificados como la única oposición real, concreta y visible a MORENA, es decir, PAN, PRI, PRD y MC.
De los otros mejor ni hablar. Membretes como PES, RSP, PVEM y PT solo cumplen el triste papel de comparsas, similar al de aquellos organismos satélites del viejo PRI, como fueron el PARM y el PPS.
Será necesario insistir en el tema, oponerse por oponerse no lleva muy lejos. Sin una propuesta coherente y atractiva, la gente solo verá una ambición compartida. Pura y llana codicia.
Variedad de colores que, lejos de combinar, quedarían mezclados de manera irreflexiva y brutal, dando por resultado el gris. Un tono feo del gris (por cierto) luego les platico cuál.