viernes, 16 de agosto de 2019

Mercado de la muerte


Cd. Victoria, Tam. El gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA ha sido enfático y muy reiterativo en su cuestionamiento al tráfico de armas, por su incidencia en la estadística del delito en México.
Lo planteó en la más reciente reunión de mandatarios estatales con el Fiscal General de la República ALEJANDRO GERTZ MANERO.
En el seno de la CONAGO precisamente, en la ciudad de Monterrey, el tema fue la necesidad de una mayor coordinación en los tres niveles de gobierno para mejorar la vigilancia en aduanas.
Entrevistado esta semana por RAYMUNDO RIVA PALACIO para su programa Estrictamente Personal que transmite el canal Foro TV de Televisa, el mandatario tamaulipeco destacó que el 80% de las armas introducidas a México viene de Estados Unidos.
El tema no es nuevo. El mismo CABEZA DE VACA lo había abordado en términos semejantes durante una mesa de diálogo sostenida en McAllen con la Cámara de Comercio local, en diciembre de 2017.
Ya para entonces planteaba el establecimiento de mecanismos conjuntos para combatir al tráfico de armas.
Propuesta que en el mismo evento fue secundada por el legislador demócrata HENRY CUELLAR.
En aquella reunión con hombres de negocios texanos, el propio CUELLAR había planteado establecer mecanismos de revisión en cruces internacionales.
Como antecedente, cabe recordar que el propio FELIPE CALDERÓN planteó el problema durante su gobierno para explicar la espiral de violencia que desde entonces venía sufriendo el país.
Aunque FELIPE solía darle un marco interpretativo más amplio. Señalaría la sobreoferta de armas que desde los 90s derivó de la finalización de conflictos regionales y guerras intestinas en los Balcanes, África y Asia.
Y decir sobreoferta es hablar de un abaratamiento dramático que habría de incrementar la disponibilidad de pertrechos para la clientela emergente al sur del río Bravo.
Saldos de conflictos previos que desde la primera década de este siglo se pusieron a la venta a precio de “outlet”, teniendo por compradores a grupos criminales.
Como en todos los ramos comerciales, aunque la demanda baje, el show debe continuar. Las ventas por liquidación tienen que encontrar acomodo en algún segmento del mercado. La regla ha sido vender sin preguntar a quién.

AEROPUERTOS, ADUANAS
Hoy en día CABEZA DE VACA parece encender los focos rojos cuando comenta que las armas no solamente cruzan por la ribera del Bravo, sino que se introducen a territorio nacional… ¡Por las propias aduanas!...
En la charla, RIVA PALACIO se mostró sorprendido cuando el tamaulipeco dijo que dicho negocio está operando también por aire, a través de los aeropuertos internacionales, principalmente en Cancún.
La Comisión de Seguridad y Justicia de CONAGO, a la que pertenece CABEZA DE VACA, sostendría además una reunión con los secretarios de Seguridad, ALFONSO DURAZO; Defensa, LUIS CRESENCIO SANDOVAL y Marina JOSÉ RAFAEL OJEDA.
Se abordaron otros temas como el de “un protocolo homologado de actuación con la Guardia Nacional” y también sobre la llamada ley de justicia cívica, asunto que merece tratamiento aparte.
Baste el decir que dicho proyecto busca atender desde juzgados civiles conflictos menores pero muy abundantes que hoy se tratan con la dura y punitiva herramienta penal.
El tema da para mucho y se sabe que ha ido avanzando a diferentes ritmos y en diversos puntos de la geografía política nacional.
En la capital mexicana se promovió algo con ese nombre en el año 2000, a iniciativa del entonces jefe de gobierno CUAUHTÉMOC CÁRDENAS.
Pero también en tiempo muy reciente, la joven administración de SINHUÉ RODRÍGUEZ VALLEJO en Guanajuato promovió en febrero del presente 2019 una ley con el mismo nombre.
Sin duda, el dilema de las armas es hoy tan actual como en los años de FOX, CALDERÓN y PEÑA.
Para los habitantes del 2019, el problema es que hoy vive en la Casa Blanca DONALD TRUMP, el presidente más cercano a la industria bélica del que se tenga memoria.

RESISTENCIA AL CAMBIO
Importa considerar que el negocio de la guerra no solo produce aviones de combate, helicópteros artillados, portaaviones, misiles o tanques.
Un subsector muy poderoso y rentable de esta industria viene de surtir al mercado doméstico de pistolas y fusiles para el resguardo de la seguridad personal y hogareña, el uso deportivo y hasta recreativo.
Y como toda actividad fabril, sus plantas no pueden parar de golpe por el hecho de que un conflicto tribal amengüe, una guerra civil acabe o cualquier muchachito loco desate una carnicería en un shopping fronterizo.
Enfrentar esto por la vía política no es fácil y lo han sabido desde siempre los pacifistas norteamericanos. Implica desafiar intereses muy poderosos, fabricantes y lobistas de terquedad tan agria como el mismísimo TRUMP.
El ala más radical del republicanismo y toda la caterva de supremacistas (incluyendo la National Rifle Association, NRA) se oponen a cualquier reglamentación que limite esta actividad tan próspera como destructiva.
Las viejas familias blancas, anglosajonas y protestantes habrán siempre de invocar la Segunda Enmienda, antigualla legal que data de 1791, instaurada para reconocer a los primeros colonos el derecho a la autodefensa.
Eran los hombres del minuto (minutemen) siempre listos para responder ante la acometida de los pieles rojas o el eventual retorno de los ingleses. Miedos antiguos, hoy inexistentes, coartada que en estos tiempos resulta un argumento chapucero.
Aquellos fusiles de hace 200 años eran rústicos mosquetones y no ametralladoras altamente letales como las que ahora siembran terror en escuelas y se exportan sin el menor escrúpulo a México.