Cd. Victoria, Tam.- Trick or treat??, este martes 31 de octubre se agota el plazo para que el
(todavía) auditor superior del Estado JORGE ESPINO ASCANIO entregue (¡por fin!)
la cuenta pública de la administración tamaulipeca relativa al ejercicio anual
2022.
La jefa ÚRSULA espera que le entreguen la documentación completa, aunque su equipo de asesores deberá checar con lupa, ya ve usted como se las gastan esos chicos de los cuernos en materia de oscurecer números y esconder tropelías.
Y no es que la prensa prejuzgue o adelante vísperas pero el ciudadano ESPINO tiene rato haciendo cosas buenas que parecen malas y malas que parecen peores. Como (por ejemplo) negando información al congreso o defendiendo su presunta autonomía al desconocer a los diputados la potestad de revisarlo.
Al poder legislativo se debe dicha dependencia, por un principio democrático que deriva de la más elemental rendición de cuentas. Su historia nos dice que ahí nació desde que se llamaba “Contaduría Mayor de Hacienda” y, más atrás, “Contaduría de Glosa”.
Y bueno, se agota el plazo, ni modo. Tiempo hubo de hacer las cosas bien, cumplir por las buenas, leyes, reglamentos, ordenamientos y demás. Pero así se las gastan, en estos y en otros temas.
Me remito a una columna que escribí el verano pasado sobre un tema de abuso sexual contra empleadas de la misma dependencia y que se encaró de la manera más mezquina (“Auditor en franca rebeldía”, viernes 16 de junio de 2023, https://tinyurl.com/yqon7fao).
Para su propio infortunio, estos chicos de los cuernos se mantienen en su rebeldía estéril, por su terquedad de seguir acatando los lineamientos que les llegan por vía celular.
A veces con susurrante voz o también con garrapateado texto, desde Dallas, Texas, algún potrero de Xicoténcatl o un descascarado escaño senatorial. Diría el maestro QUEVEDO, que con su pan se lo coman.
EL MINILIC
El llamado MINILIC es hijo nada menos que del LIC, pero ¿quién es el LIC?, un antiguo servidor público de nombre DÁMASO LÓPEZ NÚÑEZ quien, como millones de mexicanos, fue a la escuela, estudió derecho, se capacitó como comandante de la Policía Judicial, Agente del Ministerio Público y escaló hasta convertirse en subdirector de Puente Grande, Jalisco.
El 19 de enero de 2001, cuando VICENTE FOX apenas sumaba sus primeros 50 días de haber llegado al poder, el LIC cambió de bando, abandonó el cargo en la penitenciaría federal para acompañar a JOAQUÍN ARCHIVALDO, el “Chapo”, GUZMÁN LOERA, en su heroica fuga que impactó a la opinión pública mundial.
Hay varias teorías, todas de película. Una dice que el señor GUZMÁN no se habría fugado en el sentido clásico del término. Más bien salió escondido en un pequeño carrito de lavandería, contratado por su amigo el MAYO ZAMBADA, hasta un punto fuera del penal donde lo esperaba un helicóptero con policías que lo trasladó a su tierra.
Otra narrativa dice que JOAQUÍN habría fingido un malestar y fue llevado a la enfermería donde permaneció oculto esperando el siguiente “pase de lista” de su correspondiente pabellón.
Lógicamente, al revisar y no encontrarlo, reportaron su ausencia a la Ciudad de México y el penal fue tomado por las fuerzas federales, entre ellas andaría ya como mando GENARO GARCÍA LUNA.
Este llega con toda su tropa a Puente Grande, toma el control y se encamina directamente a la enfermería llevando en sus manos un uniforme completo de policía, con botas y casco que entrega a GUZMÁN para sacarlo del penal disfrazado de gendarme.
Aquí es donde los medios señalan a LÓPEZ NÚÑEZ, pues no era cualquier subdirector, sino que se encargaba concretamente de las áreas de seguridad y custodia en una institución penitenciaria donde se supone que las reglas eran muy estrictas.
OLEAJE
ESPECULATIVO
Unos aseguraban que ayudó directamente al CHAPO en su salida, incluso que se fugó con él, en calidad de compañero de ruta. Otros que simplemente le abrió camino y luego desapareció.
El caso es que meses después se le va a ubicar como un colaborador de buen nivel dentro de la organización delictiva de GUZMÁN, es decir, como alto ejecutivo al que los jefes de las células le empiezan a llamar el “licenciado” y ya como diminutivo, el “LIC”.
Y como su hijo, DÁMASO LÓPEZ SERRANO, también se incorporaría al negocio y a la organización sinaloense, ningún esfuerzo costó llamarle el “MINILIC”.
El padre fue capturado en la capital del país en 2017 y extraditado a Estados Unidos en 2018. El hijo estuvo preso en Estados Unidos en calidad de colaborador voluntario y fue liberado en septiembre pasado.
Ambos son noticia ahora que el reportero LUIS ALBERTO CHAPARRO entrevistó a este último y logró extraerle declaraciones tronantes que apuntan hacia el financiamiento de las organizaciones delictivas a la clase política, de manera directa a la campaña de ENRIQUE PEÑA NIETO.
Su trabajo fue publicado por la revista PROCESO en la más reciente edición de noviembre (https://tinyurl.com/ytm3cwyu) y también hay una versión en video subida en #YouTube (https://tinyurl.com/ykbyth2h).
Son los temas que sacuden estos días fríos y huracanados, cuando los partidos aún no terminan de definir sus candidaturas presidenciales y ya empiezan a precisar las listas senatoriales. La omnipresente nota roja teñida de política, ni modo.
La jefa ÚRSULA espera que le entreguen la documentación completa, aunque su equipo de asesores deberá checar con lupa, ya ve usted como se las gastan esos chicos de los cuernos en materia de oscurecer números y esconder tropelías.
Y no es que la prensa prejuzgue o adelante vísperas pero el ciudadano ESPINO tiene rato haciendo cosas buenas que parecen malas y malas que parecen peores. Como (por ejemplo) negando información al congreso o defendiendo su presunta autonomía al desconocer a los diputados la potestad de revisarlo.
Al poder legislativo se debe dicha dependencia, por un principio democrático que deriva de la más elemental rendición de cuentas. Su historia nos dice que ahí nació desde que se llamaba “Contaduría Mayor de Hacienda” y, más atrás, “Contaduría de Glosa”.
Y bueno, se agota el plazo, ni modo. Tiempo hubo de hacer las cosas bien, cumplir por las buenas, leyes, reglamentos, ordenamientos y demás. Pero así se las gastan, en estos y en otros temas.
Me remito a una columna que escribí el verano pasado sobre un tema de abuso sexual contra empleadas de la misma dependencia y que se encaró de la manera más mezquina (“Auditor en franca rebeldía”, viernes 16 de junio de 2023, https://tinyurl.com/yqon7fao).
Para su propio infortunio, estos chicos de los cuernos se mantienen en su rebeldía estéril, por su terquedad de seguir acatando los lineamientos que les llegan por vía celular.
A veces con susurrante voz o también con garrapateado texto, desde Dallas, Texas, algún potrero de Xicoténcatl o un descascarado escaño senatorial. Diría el maestro QUEVEDO, que con su pan se lo coman.
El llamado MINILIC es hijo nada menos que del LIC, pero ¿quién es el LIC?, un antiguo servidor público de nombre DÁMASO LÓPEZ NÚÑEZ quien, como millones de mexicanos, fue a la escuela, estudió derecho, se capacitó como comandante de la Policía Judicial, Agente del Ministerio Público y escaló hasta convertirse en subdirector de Puente Grande, Jalisco.
El 19 de enero de 2001, cuando VICENTE FOX apenas sumaba sus primeros 50 días de haber llegado al poder, el LIC cambió de bando, abandonó el cargo en la penitenciaría federal para acompañar a JOAQUÍN ARCHIVALDO, el “Chapo”, GUZMÁN LOERA, en su heroica fuga que impactó a la opinión pública mundial.
Hay varias teorías, todas de película. Una dice que el señor GUZMÁN no se habría fugado en el sentido clásico del término. Más bien salió escondido en un pequeño carrito de lavandería, contratado por su amigo el MAYO ZAMBADA, hasta un punto fuera del penal donde lo esperaba un helicóptero con policías que lo trasladó a su tierra.
Otra narrativa dice que JOAQUÍN habría fingido un malestar y fue llevado a la enfermería donde permaneció oculto esperando el siguiente “pase de lista” de su correspondiente pabellón.
Lógicamente, al revisar y no encontrarlo, reportaron su ausencia a la Ciudad de México y el penal fue tomado por las fuerzas federales, entre ellas andaría ya como mando GENARO GARCÍA LUNA.
Este llega con toda su tropa a Puente Grande, toma el control y se encamina directamente a la enfermería llevando en sus manos un uniforme completo de policía, con botas y casco que entrega a GUZMÁN para sacarlo del penal disfrazado de gendarme.
Aquí es donde los medios señalan a LÓPEZ NÚÑEZ, pues no era cualquier subdirector, sino que se encargaba concretamente de las áreas de seguridad y custodia en una institución penitenciaria donde se supone que las reglas eran muy estrictas.
Unos aseguraban que ayudó directamente al CHAPO en su salida, incluso que se fugó con él, en calidad de compañero de ruta. Otros que simplemente le abrió camino y luego desapareció.
El caso es que meses después se le va a ubicar como un colaborador de buen nivel dentro de la organización delictiva de GUZMÁN, es decir, como alto ejecutivo al que los jefes de las células le empiezan a llamar el “licenciado” y ya como diminutivo, el “LIC”.
Y como su hijo, DÁMASO LÓPEZ SERRANO, también se incorporaría al negocio y a la organización sinaloense, ningún esfuerzo costó llamarle el “MINILIC”.
El padre fue capturado en la capital del país en 2017 y extraditado a Estados Unidos en 2018. El hijo estuvo preso en Estados Unidos en calidad de colaborador voluntario y fue liberado en septiembre pasado.
Ambos son noticia ahora que el reportero LUIS ALBERTO CHAPARRO entrevistó a este último y logró extraerle declaraciones tronantes que apuntan hacia el financiamiento de las organizaciones delictivas a la clase política, de manera directa a la campaña de ENRIQUE PEÑA NIETO.
Su trabajo fue publicado por la revista PROCESO en la más reciente edición de noviembre (https://tinyurl.com/ytm3cwyu) y también hay una versión en video subida en #YouTube (https://tinyurl.com/ykbyth2h).
Son los temas que sacuden estos días fríos y huracanados, cuando los partidos aún no terminan de definir sus candidaturas presidenciales y ya empiezan a precisar las listas senatoriales. La omnipresente nota roja teñida de política, ni modo.