lunes, 9 de octubre de 2023

Gattás, Tico, Almaraz, Braña

Cd. Victoria, Tam.- Al menos cuatro cartas, más las que resulten, mire usted, caballada numerosa, aunque no gorda, ni propositiva. Digamos que ansiosa en la disputa por la municipalidad capitalina de Tamaulipas.
Me remito a un caso del 2012. En la víspera de la sucesión presidencial. La única opción que quedaba hacia al interior del PRI frente al aplastante marketing de ENRIQUE PEÑA NIETO, era el senador de Sonora MANLIO FABIO BELTRONES.
El presupuesto mexiquense había resultado un trampolín gigante para proyectar al joven maniquí hacia la candidatura tricolor. Su inversión grosera en medios lo mostraba imbatible, lo mismo en la interna que en la posterior lucha constitucional.
Fue entonces cuando MANLIO preguntó aquello de “¿el poder para qué?”, cuestionamiento directo al vacío que ya para entonces asomaba tras la sonrisa de PEÑA NIETO. Peor que vacío, agujero negro.
“¿El poder por el poder mismo?”, insistía BELTRONES, acaso el último priísta de cuerpo entero. Testigo de su tiempo, gobernaba Sonora cuando ocurrió el crimen de Lomas Taurinas. Fiel a su mentalidad policial, interrogó directamente a MARIO ABURTO antes de su traslado al infierno de Almoloya.
Alumno, además, de don FERNANDO GUTIERREZ BARRIOS en Gobernación, MANLIO FABIO había sido subsecretario. Conocía los pantanos de Bucareli por dentro, con esas gafas que los verdaderos policías políticos tienen empotradas para distinguir siluetas entre los sótanos más oscuros del sistema.
Testigo cercanísimo del caso COLOSIO en 1994 y de la alternancia nacional en 2000, con cinco cargos legislativos en su haber, fue también presidente de su partido durante la alternancia tamaulipeca del 2016, la absurda derrota de un PRI estatal que apenas un año atrás (2015) había arrasado en las federales.
Acuerdos raros, a trasmano que hoy sabemos (1) se financiaron del bajo mundo, (2) con apoyo de la alcantarilla castrense, (3) fueron operados en la SEGOB de OSORIO CHONG, (4) por órdenes de PEÑA.
Y, en efecto, tenía razón MANLIO, el poder por el poder mismo es un capricho altamente peligroso. No habiendo ideales por cumplir, valores, metas ni propósitos, todo el afán se resume a la frase favorita del TRUKO en 2016: “hacer negocios”.
 
¿PODER PARA QUÉ?
La duda flota, huérfana de respuesta ante la competencia municipal cueruda del entrante 2024, que definirá candidaturas en pocas semanas.
Entre las creencias dominantes que se repiten como mantras, se ha convertido en lugar común decir que el alcalde EDUARDO GATTÁS está “cincho” porque (alegan) “tiene la estructura”.
Ande usted. Y lo afirman con aire sacerdotal y voz sentenciosa, arqueando las cejas, entrecerrando los ojos y encogiendo los hombros, como quien invoca un destino inexorable.
Sin considerar que la dichosa estructura, como tal, carece de fidelidades. De manera literal, va con quien le paga. Díganlo si no los aguerridos operadores de la mapachería tricolor que han brincado del PRI, al PAN y hasta el PVEM siguiendo con puntualidad el olor del dinero.
Por cierto, GATTÁS sería el cuarto alcalde cuerudo que busca reelegirse. Esto ya ocurrió en Reynosa con MAKI ORTIZ y en Matamoros con MARIO LÓPEZ. Sin éxito en Victoria, hasta ahora.
Y mire usted que la procuró un operador nato como es OSCAR ALMARAZ, soñó con ella su malogrado sucesor (y verdugo) XICOTÉNCATL GONZÁLEZ y lo intentó con ligereza la texana PILAR GÓMEZ.
La capital de Tamaulipas no conoce todavía una reelección exitosa. Quiere GATTÁS ser el primero, aunque para ello es menester ser candidato.
Y (oiga usted) en la consecución de dicho plan, su piedra en el zapato es el empresario JORGE, “TICO”, GARCÍA, cuyos espectaculares muy poco dicen de la persona, pero sí dan cuenta de una sonrisa colosal.
¿”TICO” puede frenar a GATTÁS?... En el Partido del Trabajo opinan que sí y ya lo trae por favorito su dirigente estatal ARCENIO ORTEGA. Meros fuegos de artificio. Todos sabemos que los satélites de MORENA suelen disciplinarse a la velocidad de la luz, en cuanto llega la línea de arriba.
Ya ve usted lo que pasó con aquellos chicos del PVEM. Anduvieron tras el fantasma de MANUEL MUÑOZ en 2022, hasta que una orden tajante los trepó al camión guinda. (“¡Salieron de Rayones!”, diría TYR).
 
COLORES Y ESTILOS
La figura de ALMARAZ representa un caso interesantísimo pues todo indica que fue ganador indiscutible en 2018. Entre amenazas y truculencias (trukulencias) del tercer piso, revirtieron los resultados en la segunda mitad del día. Amagaron a sus operadores con ofertas imposibles de rechazar.
Enjundiosos “gopes” debidamente encamionetados, con vidrios oscuros y calcamonías de los cuernos, provistos de letales AK-47, reventaron, vandalizaron y saquearon los centros de operación tricolor para finalmente imponer al médico bailarín GONZÁLEZ URESTI.
Ver para creer, ello no significó impedimento alguno para que luego ALMARAZ emigrara gustoso a las filas del PAN. Por ahí andan todavía esas fotos, entrando al edificio del 22 Berriozábal, del brazo (mire nomás) de ARTURO SOTO.
Y lo hacía con aquella sonrisa franca que parecía olvidar las injusticias y crueldades cometidas contra su exjefe EUGENIO HERNÁNDEZ por el gobierno cabezón.
De todo eso se va a acordar la prensa, si OSCAR busca otra vez el cargo. Ahora en su etapa albiazul, dónde (gracias al frentismo de doña XÓCHITL) cabe de nuevo el parche tricolor (así por un ladito) y hasta el amarillo azteca.
Y bueno, así fuera por inercia, vuelve a sonar el diputado local PEPE BRAÑA, el sobrino de su tío, aunque (al igual que sus competidores) no le vemos que vaya más allá de repartir sonrisas, como si fuera un certamen para elegir reina de la primavera.
¿Dónde está el diagnóstico de necesidades?, ¿dónde el análisis crítico, renglón por renglón, rubro por rubro, de la administración municipal?... Misterios todos.