lunes, 29 de mayo de 2023

PVEM: tardía declinación

Cd. Victoria, Tam.- Como cualquier partido bisagra, en Coahuila y todo el país, el Verde Ecologista hace su juego inspirado en el sentido de la oportunidad, sin compromisos ideológicos, ni lealtades previas.
Fidelidad sujeta a la conveniencia del momento, que además se actualiza de manera periódica. Preservar el registro, afianzar territorios y cuidar con ello los negocios de sus dirigentes a la sombra del gobierno.
La regla prevalece desde los tiempos aquellos del casi tamaulipeco EMILIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ, el llamado “niño verde”, coleccionista imbatible de cargos plurinominales, actual magnate turístico en Quintana Roo, cacique de allá mismo y nieto del doctor EMILIO MARTÍNEZ MANAUTOU.
Los encargados de la vendimia ahora son sus testaferros, la imberbe diputada acapulqueña KAREN CASTREJÓN TRUJILLO y el senador chiapaneco, exgobernador de allá mismo, MANUEL VELASCO COELLO.
Sus líneas de trabajo son claras. Negociar en cada vuelta de la esquina con los partidos grandes a cambio de prebendas de tipo personal y familiar para dirigentes y operadores.
Como la mosca trepada al tractor, el PVEM ha sido socio junior del PAN con VICENTE FOX en 2 mil; del PRI con ROBERTO MADRAZO en 2006 y ENRIQUE PEÑA NIETO en 2012, para luego treparse al obradorismo en 2018.
Con registro definitivo desde 1993, la única vez que este membrete ha participado con candidato propio en una elección presidencial fue en 1994, llevando por abanderado a su dirigente fundador JORGE GONZÁLEZ TORRES, padre del “niño verde” y yerno de MARTÍNEZ MANAUTOU.
Con resultados vergonzantes pues quedó en quinto lugar con apenas 0.93% del voto (menos de un punto porcentual), por debajo de ERNESTO ZEDILLO (PRI, 48.69%), DIEGO FERNÁNDEZ (PAN, 25.92%), CUAUHTÉMOC CÁRDENAS (PRD, 16.59%) y CECILIA SOTO (PT, 2.75%).
Acaso por ello, la estrategia de su hijo EMILITO se modificó de manera sustantiva. Treparse siempre en los hombros de algún partido grande para asegurar su cuota de curules, escaños y negocios.
 
CENTRALISMO VERDE
Y un dato muy curioso. Sus franquiciarios estatales tienen poco peso en las decisiones generales que adopta el partido en materia de alianzas y candidaturas.
La estrategia se fija desde arriba, desde la cúpula. Son siempre negociaciones nacionales, acordes con su carácter centralista, donde cuentan poco los sueños de provincia.
La prueba es que en Tamaulipas, MANUEL MUÑOZ CANO quiso ser candidato a gobernador, lo dijo abiertamente y se empezó a mover en dicha dirección hasta que de México recibió la orden tajante de aplacar sus ánimos y marchar en alianza con MORENA.
Aunque la jugada del amago, la negociación y el retroceso no siempre les sale bien a esta suerte de partidos bisagra.
En tierras coahuilenses, al PVEM se le hizo fácil aliarse con un partido de carácter regional y postular para la gubernatura a LENIN PÉREZ RIVERA, político experimentado, abogado y notario público, dos veces alcalde en Acuña, dos veces diputado local y también diputado federal.
LENIN brilla con luz propia, tiene capital político personal y hasta familiar por ser hijo de legendario líder sindical EVARISTO PÉREZ ARREOLA, fundador del STUNAM y también exalcalde de Acuña.
En su nominación, el PVEM hizo alianza con el partido Unidad Democrática de Coahuila (UDC), organismo local de centro izquierda, también con agenda propia.
La noticia es que, a una semana de las elecciones, la cúpula verde anunció de buenas a primeras la decisión de retirar su candidatura en dicha entidad para otorgar todo el apoyo al aspirante de MORENA ARMANDO GUADIANA TIJERINA, a quien todas las encuestas serias ubican en segundo lugar, muy abajo del puntero, MANOLO JIMÉNEZ SALINAS, de la alianza PRI-PAN.
Esto explica el esfuerzo de MARIO DELGADO CARRILLO, dirigente nacional del partido guinda, para impulsar la declinación de los candidatos menores en favor de GUADIANA.
Se diría que lo logró, en parte, si vemos la conferencia de prensa donde MARIO se reúne con los jerarcas verdes, KAREN CASTREJÓN y MANUEL VELAZCO, para anunciar su apoyo a GUADIANA.
 
REVERSA IMPRODUCTIVA
Aunque es acuerdo de cúpula que no determina el comportamiento del voto. Estamos en efecto, ante una declinación tardía, simbólica y un tanto estéril, por varias razones:
(1) En principio hay que ver los números, pues de acuerdo al promedio de encuestas (https://polls.mx) MANOLO JIMENEZ (PRI-PAN-PRD) ya andaría en el 47% de las preferencias, esto es, 19 puntos arriba de ARMANDO GUADIANA (MORENA) quien marcha con 28%, frente al 17% de RICARDO MEJÍA BERDEJA (PT) y el 6% de LENIN PÉREZ RIVERA (PVEM-UDC).
(2) No es mecánico el traslado de apoyos ni las cifras se suman en automático así nomás porque sus dirigentes lo decidan. Nada garantiza que estos 6 puntos se carguen ahora a la alcancía de GUADIANA, entre otras razones porque LENIN ya desconoció los acuerdos del PVEM con MORENA y anunció que seguirá en su candidatura a través de la UDC.
(3) Y aún en el remotísimo caso de que pudieran endosarse dichos porcentajes de una trinchera a la otra, de cualquier manera no le alcanzan a GUADIANA para remontar la ventaja de 19 unidades que en promedio le lleva MANOLO JIMÉNEZ.
(4) GUADIANA necesitaría, forzosamente, la tajada de votos del 17% que tiene el PT de MEJÍA BERDEJA. Solo que la ruptura del obradorismo con este caballero fue tan aparatosa que una reconciliación se antoja imposible, si además recordamos que la artillería guinda en redes lo ha bañado de insultos.
En suma, el chaquetazo (una vez más) corre a cuenta del PVEM (lo cual no es raro, es regla) porque LENIN los mandó al diablo y decidió mantenerse en la lucha, ahora solo con la UDC.
Es claro que MANUEL VELASCO otorga plena prioridad a su agenda personal. Acuerda por encima de las bases verdes con la misma frialdad de EMILIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ.
Y aunque el PVEM haga el ridículo en Coahuila, su renovado romance con MORENA significa para VELASCO empujar un gobernador propio en Chiapas, entidad vecina al Caribe mexicano, donde el “Niño Verde” ya ejerce su cacicazgo en el vecino estado de Quintana Roo. La óptica de ambos es al 100% de negocios.