Cd.
Victoria, Tam.- A decir verdad, nunca fue bien visto el engendro. Desde
un principio protestaron no solo los medios, también los titulares del área en gobiernos
municipales y autoridades estatales.
Se
recordará que el artículo 26 de la Ley General de Comunicación Social aprobada el
27 de diciembre pasado, ordenaba restringir el gasto publicitario en los tres
órdenes de gobierno, estableciendo un tope máximo del 0.1% (¡cero punto uno por
ciento!) del presupuesto para cada caso.
Lo cual implicaría dejar caer la bota de la austeridad republicana (y su fase superior, la pobreza franciscana) sobre el pescuezo de los medios impresos, electrónicos y digitales (nacionales, regionales, locales) reflejando en ello cierto ánimo revanchista que en los últimos años ha imperado contra el gremio.
Aunque luego alguien descubrió que con dicha reforma le estaban sacando punta a una espada de dos filos que corta parejo en ambos frentes, oficialistas y opositores, guindas y champurrados. Vino, pues el ajuste y con ello la corrección en marcha.
Por eso IGNACIO MIER VELAZCO, coordinador del grupo parlamentario morenista en la Cámara Baja y presidente de la JUCOPO, aterrizó el tema en redes a mediados de este mes, cuando dijo que “podrían derogarse algunos artículos de la Ley General de Comunicación Social para no afectar a estados y municipios.”
Se aplicaría únicamente el recorte a nivel federal, donde el gasto publicitario será de 8 mil millones de pesos por lo que respecta al presente año.
Aunque mire usted, el gobierno de la república está asentado sobre una estructura administrativa y geográfica tan amplia y diversificada que siempre podrá compensar de muchas maneras y en los más diversos rubros el margen de operatividad que oficialmente reduce en sus oficinas de prensa.
Antes y por encima de lo que pueda discutirse en torno al gasto en difusión, NACHO MIER invocó la soberanía de los estados y la autonomía municipal, al confirmar la corrección.
TAMBIÉN ACÁ
Pero hubo más pronunciamientos. En la víspera y en franco desafío a las leyes de tránsito, chateando y manejando, al volante de un vehículo en movimiento, abordó el tema el diputado federal por el distrito siete de Madero ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO, a la sazón presidente de la comisión de presupuesto y cuenta pública.
Sin quitar el dedo de la austeridad republicana, coincidió ERASMO con el diagnóstico de NACHO MIER en la necesidad de que estados y municipios apliquen criterios propios en dicho rubro. Y precisó que es un solo párrafo lo que se debe modificar para lograr tal objetivo.
El caso es que este miércoles se empezó a concretar el ajuste referido en los términos anunciados por MIER y especificados de manera puntual por GONZÁLEZ ROBLEDO.
En efecto, el apartado VII del artículo 26 en dicha ley, establecía lo siguiente:
-“El límite del gasto del Programa Anual de Comunicación Social en su conjunto, no debe rebasar el 0.1 por ciento del Presupuesto de Egresos Anual correspondiente.”
Para añadir enseguida:
-“En las Entidades Federativas, el límite de gasto que se haga en Comunicación Social a que refiere este artículo deberá estar homologado con lo dispuesto en el párrafo anterior.”
La noticia es que este segundo párrafo ya fue suprimido, ojo al detalle, y reemplazado por el siguiente:
-“Las entidades federativas, los municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México determinarán su propio límite del gasto del Programa Anual de Comunicación Social, considerando los principios previstos en el artículo 5 bis de esta ley.”
Por cierto, la ley completa en su versión original puede ser consultada y también descargada en formato PDF desde la cámara de diputados, en el siguiente enlace: https://tinyl.io/88u0
A manera de conclusión provisional, los operadores de MORENA parecen haber descubierto que ese miserable parrafito del artículo 26 afectaba parejo la estrategia informativa de todas las fuerzas políticas incluyendo (por supuesto) al partido guinda.
Y también que esto impactaría severamente la estrategia informativa y propagandística en la megaelección que viene del 2024. Multiproceso que comprende la disputa por el voto en los tres órdenes del poder, incluyendo la Presidencia de la República.
Se estaban dando un tiro en el pie, sin saberlo. De que la perra es brava hasta a los de casa muerde. De ahí la rapidez del correctivo, su eficacia, su prisa.
Lo cual implicaría dejar caer la bota de la austeridad republicana (y su fase superior, la pobreza franciscana) sobre el pescuezo de los medios impresos, electrónicos y digitales (nacionales, regionales, locales) reflejando en ello cierto ánimo revanchista que en los últimos años ha imperado contra el gremio.
Aunque luego alguien descubrió que con dicha reforma le estaban sacando punta a una espada de dos filos que corta parejo en ambos frentes, oficialistas y opositores, guindas y champurrados. Vino, pues el ajuste y con ello la corrección en marcha.
Por eso IGNACIO MIER VELAZCO, coordinador del grupo parlamentario morenista en la Cámara Baja y presidente de la JUCOPO, aterrizó el tema en redes a mediados de este mes, cuando dijo que “podrían derogarse algunos artículos de la Ley General de Comunicación Social para no afectar a estados y municipios.”
Se aplicaría únicamente el recorte a nivel federal, donde el gasto publicitario será de 8 mil millones de pesos por lo que respecta al presente año.
Aunque mire usted, el gobierno de la república está asentado sobre una estructura administrativa y geográfica tan amplia y diversificada que siempre podrá compensar de muchas maneras y en los más diversos rubros el margen de operatividad que oficialmente reduce en sus oficinas de prensa.
Antes y por encima de lo que pueda discutirse en torno al gasto en difusión, NACHO MIER invocó la soberanía de los estados y la autonomía municipal, al confirmar la corrección.
TAMBIÉN ACÁ
Pero hubo más pronunciamientos. En la víspera y en franco desafío a las leyes de tránsito, chateando y manejando, al volante de un vehículo en movimiento, abordó el tema el diputado federal por el distrito siete de Madero ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO, a la sazón presidente de la comisión de presupuesto y cuenta pública.
Sin quitar el dedo de la austeridad republicana, coincidió ERASMO con el diagnóstico de NACHO MIER en la necesidad de que estados y municipios apliquen criterios propios en dicho rubro. Y precisó que es un solo párrafo lo que se debe modificar para lograr tal objetivo.
El caso es que este miércoles se empezó a concretar el ajuste referido en los términos anunciados por MIER y especificados de manera puntual por GONZÁLEZ ROBLEDO.
En efecto, el apartado VII del artículo 26 en dicha ley, establecía lo siguiente:
-“El límite del gasto del Programa Anual de Comunicación Social en su conjunto, no debe rebasar el 0.1 por ciento del Presupuesto de Egresos Anual correspondiente.”
Para añadir enseguida:
-“En las Entidades Federativas, el límite de gasto que se haga en Comunicación Social a que refiere este artículo deberá estar homologado con lo dispuesto en el párrafo anterior.”
La noticia es que este segundo párrafo ya fue suprimido, ojo al detalle, y reemplazado por el siguiente:
-“Las entidades federativas, los municipios y las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México determinarán su propio límite del gasto del Programa Anual de Comunicación Social, considerando los principios previstos en el artículo 5 bis de esta ley.”
Por cierto, la ley completa en su versión original puede ser consultada y también descargada en formato PDF desde la cámara de diputados, en el siguiente enlace: https://tinyl.io/88u0
A manera de conclusión provisional, los operadores de MORENA parecen haber descubierto que ese miserable parrafito del artículo 26 afectaba parejo la estrategia informativa de todas las fuerzas políticas incluyendo (por supuesto) al partido guinda.
Y también que esto impactaría severamente la estrategia informativa y propagandística en la megaelección que viene del 2024. Multiproceso que comprende la disputa por el voto en los tres órdenes del poder, incluyendo la Presidencia de la República.
Se estaban dando un tiro en el pie, sin saberlo. De que la perra es brava hasta a los de casa muerde. De ahí la rapidez del correctivo, su eficacia, su prisa.