Cd.
Victoria, Tam.- Sobre el quinto mes del régimen, la consolidación
del equipo gobernante en Tamaulipas se encamina hacia un despliegue mayor y más
efectivo de sus facultades, al tiempo en que se han ido superando los escollos
deliberados que le sembró en su salida la administración previa.
Ya
se ha comentado aquí que Seguridad Pública recuperó el control de las
dependencias que de manera artificiosa habían sido reasignadas a la Fiscalía.
También la mayoría en el Congreso, la cual avanza hacia la colaboración con representantes populares que se zafaron del PAN para declararse independientes.
Mucho que hacer para ÚRSULA SALAZAR MOJICA, flamante presidenta de la JUCOPO cuya novatez en estas lides no se cura ni con el parentesco presidencial, haciendo impostergable el refuerzo en las tareas de su equipo asesor.
Qué ÚRSULA entienda, que le caiga el veinte sobre la operación urgente que se necesita para valorar las tareas de los dos fiscales panistas IRVING BARRIOS y RAÚL RAMÍREZ CASTAÑEDA.
Es decir, para actuar en consecuencia y desde la mayoría recuperada que ahora se tiene. El congreso local necesita meter orden, con una agenda clara y acciones firmes. Más tareas constructivas, más debate serio y sustantivo, menos circo.
Porque en función de ello se tendrá que ver cuántos y cuáles de los diputados morenistas han presentado trabajo digno para ser considerados como candidatos a la reelección en los comicios venideros. Ni todos ni todas, esto es innegable.
TIEMPO DE APRETAR
Por igual necesita ponerse las pilas YURIRIA ITURBE VÁZQUEZ, dirigente estatal de MORENA quien no parece ejercer un papel de liderazgo sino más bien de burocrática administración de activos, sin que se le vean propósitos reales de crecimiento.
En todo el aparato se extraña el papel que en su momento jugaron personajes como HERIBERTO BATRES GARCÍA y ERNESTO GUAJARDO MALDONADO en la administración del ingeniero AMÉRICO VILLARREAL GUERRA.
Es por ello que en los pasillos del poder ya se habla de un necesario análisis crítico sobre el desempeño mostrado por los principales colaboradores del doctor VILLARREAL ANAYA.
En el 8 y 9 Matamoros la expectativa crece en torno a la necesario y no menos urgente rendición de cuentas que aclare el uso de los recursos en los años recientes.
Ahí donde retozó a sus anchas un chico de nombre VICTOR HUGO GUERRA GARCÍA, mejor conocido por su mote de “La Chulada”, exmandamás administrativo, primo de los hermanos CABEZA, para los cuales operó con obediente liviandad, manga ancha y notable ausencia de escrúpulos.
Para ello lo puso FRANCISCO JAVIER y en ese entendido funcionaban los acuerdos con el senador ISMAEL, “Manito” feliz. Facturación alegre, pago oportuno, transferencias sonrientes, cuatacheo sin medida, hasta hoy impune. Literalmente, una chulada.
Se sabe que en su mejor momento ISMAEL se arrogó la facultad extralegal de palomear las partidas de adquisiciones, pago de bienes y servicios, incluyendo prensa. Generosos también con la pelirroja IMELDA, cercanísima al “Manito”.
Por supuesto, ni se detiene ni amaina la guerra sucia en medios y redes que antes vimos en campañas a gobernador, financiada desde los sótanos de instituciones ya identificadas.
ACELERAR EL PROCESO
Se esperaba asimismo una revisión federal de cuentas ciertamente profunda por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a la que algunos observadores califican de desidiosa, algo dada a la procrastinación, el retraso deliberado.
Hasta hoy solo ha dejado por huella unos cuantos arañazos al gasto del equipo CORRECAMINOS, donde los mejores goles se cometieron y siguen cometiéndose contra el presupuesto. Aunque el dinero corrió con mayor caudal, abundancia y fuerza en otros renglones.
Ciertamente, la administración estatal tiene sus propias herramientas, absolutamente viables y mejor dispuestas, donde habrá que tomar en cuenta el papel que juegue el recién nombrado titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica (UIFE) RAÚL HERNÁNDEZ CHAVARRÍA, hombre de experiencia.
Sin olvidar a la hoy atareada contralora estatal NORMA ANGÉLICA PEDRAZA, encargada desde el primer día en el difícil y calamitoso recuento de los daños.
Mucho por hacer, bastante por avanzar, reajustes pendientes, autocrítica necesaria, así avanza febrero dentro de la joven administración americanista.
También la mayoría en el Congreso, la cual avanza hacia la colaboración con representantes populares que se zafaron del PAN para declararse independientes.
Mucho que hacer para ÚRSULA SALAZAR MOJICA, flamante presidenta de la JUCOPO cuya novatez en estas lides no se cura ni con el parentesco presidencial, haciendo impostergable el refuerzo en las tareas de su equipo asesor.
Qué ÚRSULA entienda, que le caiga el veinte sobre la operación urgente que se necesita para valorar las tareas de los dos fiscales panistas IRVING BARRIOS y RAÚL RAMÍREZ CASTAÑEDA.
Es decir, para actuar en consecuencia y desde la mayoría recuperada que ahora se tiene. El congreso local necesita meter orden, con una agenda clara y acciones firmes. Más tareas constructivas, más debate serio y sustantivo, menos circo.
Porque en función de ello se tendrá que ver cuántos y cuáles de los diputados morenistas han presentado trabajo digno para ser considerados como candidatos a la reelección en los comicios venideros. Ni todos ni todas, esto es innegable.
TIEMPO DE APRETAR
Por igual necesita ponerse las pilas YURIRIA ITURBE VÁZQUEZ, dirigente estatal de MORENA quien no parece ejercer un papel de liderazgo sino más bien de burocrática administración de activos, sin que se le vean propósitos reales de crecimiento.
En todo el aparato se extraña el papel que en su momento jugaron personajes como HERIBERTO BATRES GARCÍA y ERNESTO GUAJARDO MALDONADO en la administración del ingeniero AMÉRICO VILLARREAL GUERRA.
Es por ello que en los pasillos del poder ya se habla de un necesario análisis crítico sobre el desempeño mostrado por los principales colaboradores del doctor VILLARREAL ANAYA.
En el 8 y 9 Matamoros la expectativa crece en torno a la necesario y no menos urgente rendición de cuentas que aclare el uso de los recursos en los años recientes.
Ahí donde retozó a sus anchas un chico de nombre VICTOR HUGO GUERRA GARCÍA, mejor conocido por su mote de “La Chulada”, exmandamás administrativo, primo de los hermanos CABEZA, para los cuales operó con obediente liviandad, manga ancha y notable ausencia de escrúpulos.
Para ello lo puso FRANCISCO JAVIER y en ese entendido funcionaban los acuerdos con el senador ISMAEL, “Manito” feliz. Facturación alegre, pago oportuno, transferencias sonrientes, cuatacheo sin medida, hasta hoy impune. Literalmente, una chulada.
Se sabe que en su mejor momento ISMAEL se arrogó la facultad extralegal de palomear las partidas de adquisiciones, pago de bienes y servicios, incluyendo prensa. Generosos también con la pelirroja IMELDA, cercanísima al “Manito”.
Por supuesto, ni se detiene ni amaina la guerra sucia en medios y redes que antes vimos en campañas a gobernador, financiada desde los sótanos de instituciones ya identificadas.
ACELERAR EL PROCESO
Se esperaba asimismo una revisión federal de cuentas ciertamente profunda por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), a la que algunos observadores califican de desidiosa, algo dada a la procrastinación, el retraso deliberado.
Hasta hoy solo ha dejado por huella unos cuantos arañazos al gasto del equipo CORRECAMINOS, donde los mejores goles se cometieron y siguen cometiéndose contra el presupuesto. Aunque el dinero corrió con mayor caudal, abundancia y fuerza en otros renglones.
Ciertamente, la administración estatal tiene sus propias herramientas, absolutamente viables y mejor dispuestas, donde habrá que tomar en cuenta el papel que juegue el recién nombrado titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica (UIFE) RAÚL HERNÁNDEZ CHAVARRÍA, hombre de experiencia.
Sin olvidar a la hoy atareada contralora estatal NORMA ANGÉLICA PEDRAZA, encargada desde el primer día en el difícil y calamitoso recuento de los daños.
Mucho por hacer, bastante por avanzar, reajustes pendientes, autocrítica necesaria, así avanza febrero dentro de la joven administración americanista.