Cd.
Victoria, Tam.- Jornada pacífica, poca gente, pese al magnífico
tiempo, fresco y soleado, votación tranquila y sin incidentes, con los
resultados previstos, no solo en las encuestas sino (sobre todo) por el sentido
común.
Después del mediodía los medios reportaban la instalación puntual del 100% de las 4 mil 777 mesas directivas de casilla, todas operando con normalidad desde temprano.
Al caer la tarde lucían desiertas, solo el viento y los pajaritos revoloteando en torno a los escrutadores, entre el “crunch-crunch” de las papas fritas y el refresco.
En efecto, fue un día de campo la consumación del proceso. Gana el concursante esperado, el ya previsto, JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, gallo de MORENA, con 45 años de edad, reynosense.
Anterior militante del PAN, cuya bandera lo cobijó para ser regidor (2008-2010), diputado local plurinominal (2011-2013) y después candidato fallido a la alcaldía (2013). Con esta derrota concluiría su periodo azul.
De la posterior etapa guinda, ya en MORENA, destaca su cargo como líder temporal del partido y delegado federal de programas para el desarrollo (2018-2021), al que renunció para ir en busca de la candidatura a gobernador en 2022, proceso interno en cuya encuesta resultó vencedor el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
En diciembre pasado, GÓMEZ LEAL fue postulado a la senaduría vacante tras el fallecimiento del doctor FAUSTINO LÓPEZ VARGAS. La cual habría ganado en las elecciones de este domingo.
Se impuso, pues, sobre sus contrincantes IMELDA SANMIGUEL SÁNCHEZ y MANUEL MUÑOZ CANO. Panista la primera, apoyada en coalición por el PRI y el PRD. El segundo es gallo del Verde Ecologista y trae cuerda para rato.
Ninguna sorpresa. La premura del tiempo restó calor a dicho proceso de carácter extraordinario que no alcanzó a prender entre la masa de votantes. Ausente el tema en las charlas de sobremesa, la gente lo vio siempre de soslayo.
Desabrida y escasa la propaganda, poco dinero en promoción, tampoco hubo debates que reportar (o lamentar). Pareció desde el principio un asunto de mero trámite y con ganador previamente designado.
SALDOS DEL VOTO
Ya veremos si el desempeño de JOSÉ RAMÓN en los próximos 18 meses le resulta suficiente para aspirar a la reelección senatorial, lo cual dependería de muchos factores.
Entre otros, los respectivos amarres que sepa y pueda construir desde ahora con la nueva cúpula morenista en vías de constituirse a partir de la candidatura presidencial, ya próxima. Su gallo es ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, el corredor de SEGOB, hándicap difícil, por debajo de CLAUDIA y MARCELO.
La derrota de IMELDA tiene un valor simbólico. Sigue siendo el grupo de los hermanos CABEZA el que regentea y se beneficia de candidaturas y dirigencias albiazules, pese al desastre administrativo que dejaron en Tamaulipas.
Y a pesar, también, del daño estructural que el anterior gobernador perpetró a su mismo partido, a sus cuadros medios y sus bases, tras combatir a grupos locales, expulsar a unos, marginar a otros y terminar su aventura con sonoras derrotas en alcaldías, diputaciones y, finalmente, la gubernatura.
Sin embargo, la herencia negra de los CABEZA aún no se refleja en la vida interna del panismo tamaulipeco, en buena medida porque el comité estatal continúa en manos de un incondicional, LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN.
Y sin duda esto pospone, posterga, retrasa la recuperación de este partido en la entidad, pues rehúye la tan necesaria autocrítica y deja para luego la urgente renovación. Lo cual pasaría, necesariamente, por nuevas dirigencias locales y estatal.
Nada del otro mundo. El relanzamiento que todo organismo partidista del planeta se plantea luego de una derrota severa. En este caso de varias al hilo, una tras otra.
No vemos esto ahora. Ni revisión, ni sanción, ni propuestas de cambio, tampoco apertura a nuevos grupos ni (menos) renovadas tareas de afiliación y proselitismo.
Y no les interesa abrirse a la sociedad civil porque quieren seguir controlando todo. Los mismos rostros, tanto en cargos de dirigencia como en candidaturas y hasta las suplencias.
No sueltan prenda y esto es malo para sus colores y también nocivo para su respectiva causa en todos los plazos imaginables.
Después del mediodía los medios reportaban la instalación puntual del 100% de las 4 mil 777 mesas directivas de casilla, todas operando con normalidad desde temprano.
Al caer la tarde lucían desiertas, solo el viento y los pajaritos revoloteando en torno a los escrutadores, entre el “crunch-crunch” de las papas fritas y el refresco.
En efecto, fue un día de campo la consumación del proceso. Gana el concursante esperado, el ya previsto, JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, gallo de MORENA, con 45 años de edad, reynosense.
Anterior militante del PAN, cuya bandera lo cobijó para ser regidor (2008-2010), diputado local plurinominal (2011-2013) y después candidato fallido a la alcaldía (2013). Con esta derrota concluiría su periodo azul.
De la posterior etapa guinda, ya en MORENA, destaca su cargo como líder temporal del partido y delegado federal de programas para el desarrollo (2018-2021), al que renunció para ir en busca de la candidatura a gobernador en 2022, proceso interno en cuya encuesta resultó vencedor el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
En diciembre pasado, GÓMEZ LEAL fue postulado a la senaduría vacante tras el fallecimiento del doctor FAUSTINO LÓPEZ VARGAS. La cual habría ganado en las elecciones de este domingo.
Se impuso, pues, sobre sus contrincantes IMELDA SANMIGUEL SÁNCHEZ y MANUEL MUÑOZ CANO. Panista la primera, apoyada en coalición por el PRI y el PRD. El segundo es gallo del Verde Ecologista y trae cuerda para rato.
Ninguna sorpresa. La premura del tiempo restó calor a dicho proceso de carácter extraordinario que no alcanzó a prender entre la masa de votantes. Ausente el tema en las charlas de sobremesa, la gente lo vio siempre de soslayo.
Desabrida y escasa la propaganda, poco dinero en promoción, tampoco hubo debates que reportar (o lamentar). Pareció desde el principio un asunto de mero trámite y con ganador previamente designado.
SALDOS DEL VOTO
Ya veremos si el desempeño de JOSÉ RAMÓN en los próximos 18 meses le resulta suficiente para aspirar a la reelección senatorial, lo cual dependería de muchos factores.
Entre otros, los respectivos amarres que sepa y pueda construir desde ahora con la nueva cúpula morenista en vías de constituirse a partir de la candidatura presidencial, ya próxima. Su gallo es ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, el corredor de SEGOB, hándicap difícil, por debajo de CLAUDIA y MARCELO.
La derrota de IMELDA tiene un valor simbólico. Sigue siendo el grupo de los hermanos CABEZA el que regentea y se beneficia de candidaturas y dirigencias albiazules, pese al desastre administrativo que dejaron en Tamaulipas.
Y a pesar, también, del daño estructural que el anterior gobernador perpetró a su mismo partido, a sus cuadros medios y sus bases, tras combatir a grupos locales, expulsar a unos, marginar a otros y terminar su aventura con sonoras derrotas en alcaldías, diputaciones y, finalmente, la gubernatura.
Sin embargo, la herencia negra de los CABEZA aún no se refleja en la vida interna del panismo tamaulipeco, en buena medida porque el comité estatal continúa en manos de un incondicional, LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN.
Y sin duda esto pospone, posterga, retrasa la recuperación de este partido en la entidad, pues rehúye la tan necesaria autocrítica y deja para luego la urgente renovación. Lo cual pasaría, necesariamente, por nuevas dirigencias locales y estatal.
Nada del otro mundo. El relanzamiento que todo organismo partidista del planeta se plantea luego de una derrota severa. En este caso de varias al hilo, una tras otra.
No vemos esto ahora. Ni revisión, ni sanción, ni propuestas de cambio, tampoco apertura a nuevos grupos ni (menos) renovadas tareas de afiliación y proselitismo.
Y no les interesa abrirse a la sociedad civil porque quieren seguir controlando todo. Los mismos rostros, tanto en cargos de dirigencia como en candidaturas y hasta las suplencias.
No sueltan prenda y esto es malo para sus colores y también nocivo para su respectiva causa en todos los plazos imaginables.
