Cd.
Victoria.- Dos gobernadores, Hidalgo y Tabasco, están
oficialmente infectados por el #Coronavirus. La noticia difundida en medios y
redes se expandió rápidamente, no exenta de morbo y malicia.
Con la misma
celeridad salieron a relucir imágenes y datos sobre la agenda reciente de ambos
mandatarios, OMAR FAYAD y AUGUSTO LÓPEZ, incluyendo su asistencia a eventos recientes
de la CONAGO y su presencia, también, en las mañaneras de AMLO.
De aquí la
especulación que cimbró a la opinión pública este fin de semana. La posibilidad
(indeseable, ciertamente) de que CONAGO se haya convertido en fuente de
contagio.
¿Imagina usted
cuánta gente tendría que entrar en cuarentena?
Bástenos recordar
la tasa exponencial de crecimiento que caracteriza a este virus. Su carácter altamente
contagioso, que además incluye un sector amplio de infectados asintomáticos convertidos
en fuentes ambulantes de propagación involuntaria.
Los casos de OMAR
y AUGUSTO plantean un racimo de dudas cruciales, aún sin resolver. ¿Sus respectivos
gabinetes, incluyendo las primeras damas, familiares cercanos y colaboradores
inmediatos ameritan ser confinados?
¿Ubicaríamos
en dicha categoría también a los colegas, los 32 mandatarios integrantes de la
CONAGO?...
El lector
puede consultar el sitio oficial de dicha agrupación (www.conago.org.mx) para tomar nota de sus recientes encuentros,
ocurridos cuando ya el virus se extendía por el mundo.
Ciertamente,
cualquiera de nosotros puede ser un portador asintomático (al menos 14 días)
que, sin saberlo, contagie a decenas, estas a centenares y luego a miles.
DISCURSO
VARIABLE
De ahí la
insistente preocupación por la actitud desenfadada que mostró el presidente
LÓPEZ OBRADOR durante los meses iniciales.
Así se mantuvo
hasta la semana pasada, cuando sonó (por fin) la campanada de alerta y el
subsecretario HUGO LÓPEZ-GATTEL cambió su estilo mesurado por un tono dramático,
bastante más realista.
Pese a ello, su
jefe ANDRÉS MANUEL continúa operando una agenda muy intensa por diversos puntos
de la república, contradiciendo de nuevo las advertencias del subsecretario.
Entre lo más
reciente, anduvo en Baja California donde, por cierto, debemos reconocer que ya
fue captado practicando eso que llaman “sana distancia”, aunque lo hace de
manera deliberada frente a las cámaras, sin ocultar el tono de burla.
Atrás de
cámaras, no sabemos. Se trata, efectivamente, de dos discursos. Mensaje ambiguo
de un gobierno bipolar que no logra convencer a la población.
La noche del
domingo, el vocero LÓPEZ-GATTEL advirtió que solo un porcentaje menor transeúntes
ha seguido la recomendación sanitaria. Las calles siguen atestadas.
En la tercera
semana del presente marzo un reporte desde Acapulco, Guerrero, señalaba que la ocupación
hotelera en dicho polo turístico era del 93.4%.
Y aunque los
mensajes gubernamentales (los de la Secretaría de Salud, no los de AMLO) insisten
en que la población debe quedarse en casa (y lo repiten como mantram, una, otra
y otra vez) la gente se sigue comportando como si fueran vacaciones y no asueto
sanitario.
¿VECTOR TRASHUMANTE?
También este
domingo la prensa preguntó al subsecretario sobre la posibilidad de que los
gobernadores infectados hayan contagiado al Presidente LÓPEZ OBRADOR.
En este punto
es donde el eminente científico, el brillante epidemiólogo se desdibuja y
pierde figura para ponerse el disfraz de propagandista. Niega, de entrada, que ANDRÉS
MANUEL deba someterse a un examen para saber si ha contraído el COVID19.
Y luego añade
que dicho examen solo se justificaría cuando presente síntomas. Por supuesto,
hubo rostros atónitos entre los reporteros.
En especial
quienes recuerdan las dos semanas (promedio) que un paciente infectado puede
deambular en modo asintomático y permanecer incógnito, pero transmitiendo el bicho
a quienes lo rodean.
Lo cual
preocupa, mire usted. De estar enfermo, AMLO se colocaría como un foco de
infección trashumante que (para colmo) lleva la enfermedad más allá de la gente
común.
Lo haría también
hacia su gabinete, gobernadores, alcaldes, cúpulas partidistas, sindicales,
empresariales y líderes de la sociedad civil que se crucen en su camino.
Estaría
funcionando como un vector en movimiento, caballo de Troya acaso, o, tal vez,
chivo en cristalería, ante lo cual, ciertamente, ninguna estampita funciona,
ningún “detente”.
Tampoco los
tréboles de cuatro hojas ni los billetes de dos dólares.
El caso es que
el virus ya fue llevado a la cúpula y todo indica que (por desgracia) habrá más
noticias impactantes de este tipo en los próximos días y semanas.
El consejo al
lector es que solo haga suya la información confiable, basada en datos duros y de
fuente plenamente identificada. ¡Ánimo!...