domingo, 29 de marzo de 2020

El virus, en la cúpula


Cd. Victoria.- Dos gobernadores, Hidalgo y Tabasco, están oficialmente infectados por el #Coronavirus. La noticia difundida en medios y redes se expandió rápidamente, no exenta de morbo y malicia.
Con la misma celeridad salieron a relucir imágenes y datos sobre la agenda reciente de ambos mandatarios, OMAR FAYAD y AUGUSTO LÓPEZ, incluyendo su asistencia a eventos recientes de la CONAGO y su presencia, también, en las mañaneras de AMLO.
De aquí la especulación que cimbró a la opinión pública este fin de semana. La posibilidad (indeseable, ciertamente) de que CONAGO se haya convertido en fuente de contagio.
¿Imagina usted cuánta gente tendría que entrar en cuarentena?
Bástenos recordar la tasa exponencial de crecimiento que caracteriza a este virus. Su carácter altamente contagioso, que además incluye un sector amplio de infectados asintomáticos convertidos en fuentes ambulantes de propagación involuntaria.
Los casos de OMAR y AUGUSTO plantean un racimo de dudas cruciales, aún sin resolver. ¿Sus respectivos gabinetes, incluyendo las primeras damas, familiares cercanos y colaboradores inmediatos ameritan ser confinados?
¿Ubicaríamos en dicha categoría también a los colegas, los 32 mandatarios integrantes de la CONAGO?...
El lector puede consultar el sitio oficial de dicha agrupación (www.conago.org.mx) para tomar nota de sus recientes encuentros, ocurridos cuando ya el virus se extendía por el mundo.
Ciertamente, cualquiera de nosotros puede ser un portador asintomático (al menos 14 días) que, sin saberlo, contagie a decenas, estas a centenares y luego a miles.

DISCURSO VARIABLE
De ahí la insistente preocupación por la actitud desenfadada que mostró el presidente LÓPEZ OBRADOR durante los meses iniciales.
Así se mantuvo hasta la semana pasada, cuando sonó (por fin) la campanada de alerta y el subsecretario HUGO LÓPEZ-GATTEL cambió su estilo mesurado por un tono dramático, bastante más realista.
Pese a ello, su jefe ANDRÉS MANUEL continúa operando una agenda muy intensa por diversos puntos de la república, contradiciendo de nuevo las advertencias del subsecretario.
Entre lo más reciente, anduvo en Baja California donde, por cierto, debemos reconocer que ya fue captado practicando eso que llaman “sana distancia”, aunque lo hace de manera deliberada frente a las cámaras, sin ocultar el tono de burla.
Atrás de cámaras, no sabemos. Se trata, efectivamente, de dos discursos. Mensaje ambiguo de un gobierno bipolar que no logra convencer a la población.
La noche del domingo, el vocero LÓPEZ-GATTEL advirtió que solo un porcentaje menor transeúntes ha seguido la recomendación sanitaria. Las calles siguen atestadas.
En la tercera semana del presente marzo un reporte desde Acapulco, Guerrero, señalaba que la ocupación hotelera en dicho polo turístico era del 93.4%.
Y aunque los mensajes gubernamentales (los de la Secretaría de Salud, no los de AMLO) insisten en que la población debe quedarse en casa (y lo repiten como mantram, una, otra y otra vez) la gente se sigue comportando como si fueran vacaciones y no asueto sanitario.

¿VECTOR TRASHUMANTE?
También este domingo la prensa preguntó al subsecretario sobre la posibilidad de que los gobernadores infectados hayan contagiado al Presidente LÓPEZ OBRADOR.
En este punto es donde el eminente científico, el brillante epidemiólogo se desdibuja y pierde figura para ponerse el disfraz de propagandista. Niega, de entrada, que ANDRÉS MANUEL deba someterse a un examen para saber si ha contraído el COVID19.
Y luego añade que dicho examen solo se justificaría cuando presente síntomas. Por supuesto, hubo rostros atónitos entre los reporteros.
En especial quienes recuerdan las dos semanas (promedio) que un paciente infectado puede deambular en modo asintomático y permanecer incógnito, pero transmitiendo el bicho a quienes lo rodean.
Lo cual preocupa, mire usted. De estar enfermo, AMLO se colocaría como un foco de infección trashumante que (para colmo) lleva la enfermedad más allá de la gente común.
Lo haría también hacia su gabinete, gobernadores, alcaldes, cúpulas partidistas, sindicales, empresariales y líderes de la sociedad civil que se crucen en su camino.
Estaría funcionando como un vector en movimiento, caballo de Troya acaso, o, tal vez, chivo en cristalería, ante lo cual, ciertamente, ninguna estampita funciona, ningún “detente”.
Tampoco los tréboles de cuatro hojas ni los billetes de dos dólares.
El caso es que el virus ya fue llevado a la cúpula y todo indica que (por desgracia) habrá más noticias impactantes de este tipo en los próximos días y semanas.
El consejo al lector es que solo haga suya la información confiable, basada en datos duros y de fuente plenamente identificada. ¡Ánimo!...