Cd. Victoria, Tam. – Había
cuatro urnas a disposición del electorado tamaulipeco el domingo pasado. Tres
de ellas fueron de carácter nacional: presidente de la República, senadores y
diputados federales. Una más en el ámbito local, los 43 gobiernos municipales.
En la esfera mayor, la entidad observó
un fenómeno similar al de la generalidad mexicana. En la urna presidencial, salvo
el caso de Guanajuato, el resto del mapa se pintó de ese rojo violáceo al que
algunos llaman guinda (como la fruta), granate (como la gema), color vino, acaso
burgundy.
En las cámaras, conocemos los resultados.
A la media tarde de este martes, con el 90% del PREP computado, de 128 escaños
disponibles, la coalición MORENA, PT, PES, habría conquistado 70 sillones, el
Frente PAN, PRD, MC, tendría acreditados 38 y la alianza PRI, PVEM, PANAL, otros
20.
En la cámara baja, de un total de 500
curules, el obradorismo se apunta con 312 y los anayistas 128, mientras el
tricolor y sus aliados alcanzaban 60.
Cifras, por supuesto, sujetas a confirmación
y (acaso) ajustes menores, sin que ello modifique las proporciones del nuevo reparto
legislativo que entra en vigor el primero de septiembre próximo.
Sabido es también que, en el reparto de
gubernaturas, MORENA conquistó cinco: Veracruz, Tabasco, Chiapas, Morelos y la
Ciudad de México.
El PAN se mantuvo invicto en Guanajuato,
imponiéndose también en Puebla y Yucatán (tres en total) mientras Movimiento
Ciudadano ganaba Jalisco. ¿El PRI?... ninguna.
El mapa político tamaulipeco es otra
cosa. Sin considerar lo que ocurra con los cargos legislativos federales, por
lo que concierne a las alcaldías, el gobernante Partido Acción Nacional (solo o
en coalición) elevará su número de municipios gobernados, de 24 a 31, entre un
total de 43.
Ello, amén de recuperar para la causa
albiazul dos cabeceras estratégicas y enclaves priístas como son (1) el industrioso
puerto de Tampico donde CHUCHO NADER derrotó a MAGDA PERAZA y (2) la capital
estatal, Ciudad Victoria, con el triunfo del doctor XICOTÉNCATL GONZÁLEZ sobre OSCAR
ALMARAZ.
Ciertamente, perdieron Ciudad Madero, pero
se trata de un problema estrictamente local, donde hicieron sinergia (1) la estridente
gestión de ANDRÉS ZORRILLA con (2) el intento fallido de bloquear la
candidatura del morenista ADRIÁN OSEGUERA, dificultad que, en lugar de dañarlo,
lo catapultó.
En el caso de Matamoros, necesario es
recordar que el PAN no gobernaba. Era plaza del PRI, a cargo del tomasista CHUCHÍN
DE LA GARZA.
Ciudad y puerto que ahora se convierte
en territorio formal de MORENA, al resultar victorioso MARIO ALBERTO LÓPEZ,
excolaborador (por cierto) de BALTAZAR HINOJOSA.
En esta categoría de autoridades
locales, el gran derrotado es el PRI. Solo seis presidencias y (dicho en buen
ranchero), ¡pura morralla!...
A saber: dos localidades de la frontera
chica, Guerrero y Miguel Alemán; dos más de la sierra chiquita, San Carlos y
San Nicolás; uno del centro, Abasolo y otro más del cuarto distrito,
Bustamante. Y párele de contar.
Una verdadera tragedia, si consideramos
que, a principios de este siglo, el priísmo tuvo operadores capaces de
conquistar hasta tres carros completos consecutivos.
Para MORENA habrá cinco, los ya
referidos casos de Matamoros y Madero, más Güémez, Cruillas y Díaz Ordaz.
Pocos, en efecto, aunque meritorios si consideramos que es una organización que
apenas obtuvo su registro como partido en 2014.
El proceso recién concluido significó
también el estreno de la reforma legal que permite la reelección en las
alcaldías. Varios lo intentaron, no todos pudieron.
Entre los reeleccionistas frustrados
anote usted a los ya referidos OSCAR ALMARAZ (Victoria, PRI), MAGDA PERAZA
(Tampico, PRI), CHUCHIN DE LA GARZA (Matamoros, PRI) y también JUAN ANTONIO GUAJARDO
(Rio Bravo, PRI), por citar los más relevantes.
Por el contrario, destaca el triunfo en
Nuevo Laredo del panista ENRIQUE RIVAS CUELLAR, quien logró reelegirse en una plaza
difícil donde MORENA había formado un trabuco de fuerzas locales en torno a la
candidatura del expriísta RAMÓN GARZA BARRIOS. También se reeligió MAKI ORTIZ
en Reynosa, por las mismas siglas.
En cuanto al senado de la República, los
dos titulares de fórmula principales (ISMAEL GARCÍA y AMÉRICO VILLARREAL) tienen
asegurado su escaño y (como se insistió reiteradamente en esta columna) solo
resta precisar cuál va por mayoría y quién por primera minoría.
En conferencia de prensa, el dirigente
estatal del PAN, KIKO ELIZONDO habló como el sobreviviente exitoso de un
naufragio nacional, cuando dijo que la organización albiazul afianzó sus mandos
locales, señalando que Tamaulipas “fue de los pocos estados que resistieron
este tsunami” representado por MORENA.
Efectivamente, más allá del reacomodo de
fuerzas políticas nacionales, en Tamaulipas el PAN es gobierno, ahora con 31
alcaldías y mayoría absoluta en el Congreso local, cuya renovación está
programada para el entrante 2019.
Proceso de renovación legislativa que
formalmente inicia en noviembre próximo y ya desde ahora calienta motores entre
el aspirantado de todos los partidos. De manera relevante, PAN y MORENA. Para
allá vamos.