martes, 5 de marzo de 2013

Los intocables


Cd. Victoria, Tam.- “Lo malo de poner en uso la piedra de los sacrificios”, garrapatea MAGÚ en su cartón del viernes pasado, “es que el pueblo siempre queda insatisfecho.”
En la ilustración respectiva, un sacerdote azteca de copete tan largo como su penacho, levanta al cielo, en calidad de ofrenda, el corazón sangrante de su víctima, una mujer de rasgos semejantes a la maestra GORDILLO.
En la losa se distinguen algunas leyendas, a manera del graffiti penitenciario, memoria en piedra de quienes por ahí pasaron en sexenios anteriores: DURAZO, DIAZ SERRANO, RAUL SALINAS.
Al pié de la pirámide, el pueblo enardecido externa a gritos su frustración de siempre:
-“¿Es todo?, ¡Queremos a DESCHAMPS!, ¡A GRANIER!, ¡Queremos tripas!, ¡El que sigue!, ¡Bu!...”
Humor mexicanísimo el de MAGÚ, nos pinta tal cuáles, eternos insatisfechos por una justicia sólo aparente, que no castiga el delito sino la desobediencia, el desacato.
Escepticismo de una opinión pública cansada de los cíclicos ajustes de cuentas sexenales que jamás corrigen el problema de fondo y tan sólo reemplazan a un personaje venal por otro igual o más voraz todavía.
La referencia más socorrida, el caso de JOAQUIN HERNANDEZ GALICIA, en cuyo lugar quedará después SEBASTIAN GUZMÁN CABRERA y luego CARLOS ROMERO DESCHAMPS, de mal en peor en cada relevo.
Aunque también el cambio que catapultó la corrupción magisterial, de JONGUITUD a GORDILLO.
Sin olvidar a líderes venales de perfil idéntico a la GORDILLO pero que ejercieron su impunidad con la mansedumbre necesaria y, por ello, sus inmensas fortunas fueron respetadas.
Desde luego, está el multicitado ejemplo de ROMERO DESCHAMPS. Aunque también el de FRANCISCO HERNÁNDEZ JUÁREZ, líder telefonista desde 1976 (contó usted bien, 37 años en el cargo) y de cuyo manejo de las finanzas sindicales nadie pide cuentas.
O bien del sonorense JOEL AYALA ALMEIDA, amo y señor de la burocracia federal (FSTSE) desde 1998 (15 años ya), tres veces diputado federal, tres veces senador, otra gran fortuna fraguada a la sombra de la opacidad sindical.
¿O que tal don JOAQUÍN GAMBOA PASCOE, máximo dirigente de la CTM, un líder obrero que vive en el Pedregal de San Ángel y tiene por hobby coleccionar autos antiguos?
Si lo que se trata es de castigar el enriquecimiento con los cuantiosos fondos sindicales, cualquiera de los personajes arriba nombrados serviría tanto como la maestra GORDILLO.
Si, por otra parte, lo que se quiere es castigar la corrupción a secas, la lista es larga y comprendería, por principio, a una interminable claque de exgobernadores (de todos los partidos) que dejaron temblando a sus respectivas entidades federativas con saqueos atroces y deudas multimillonarias.
Predadores hay de todos los colores y partidos. En fecha reciente circulan con insistencia algunos nombres:
Por el PRD, el chiapaneco JUAN SABINES. Por el PAN, el jalisciense EMILIO GONZÁLEZ. Por el PRI, el tabasqueño ANDRÉS GRANIER, el coahuilense HUMBERTO MOREIRA y el veracruzano FIDEL HERRERA, entre otros.
Por supuesto, los lectores tamaulipecos tienen siempre la última palabra y están en libertad de añadir los nombres que deseen, a su entero gusto y conveniencia.
Pero mire usted que en el marco de la XXI Asamblea Nacional del PRI, el Presidente ENRIQUE PEÑA NIETO aseguró que en su gobierno “no hay intereses intocables” pues su único interés “es la nación”
Celebró con ello que el PRI haya tomado la decisión de “marcar distancia y reprobar a sus militantes que desde su posición como servidores públicos no estén a la altura ética” exigida por su partido.
No hay intocables, pues. Cabe pensar, de acuerdo con esta lógica, que cualquier mexicano que haya inflingido la ley, sin distingos, tendrá paso franco a la piedra de sacrificios evocada por MAGÚ.
Huelga decir que la desconfianza es mucha, precisamente porque es demasiado larga la lista de peces gordos de todos los partidos que tendrían cuentas pendientes por malos manejos. En todo caso, que los hechos hablen.