Cd. Victoria, Tam.-
Bajo el cielo mexiquense, ayer miércoles 6 de febrero, la profesora chiapaneca
ELBA ESTHER GORDILLO celebró su cumpleaños 68.
Que ni
pintada la ocasión para que los viejos pero infalibles mecanismos corporativos
invocasen a cerrar filas en torno a la vieja liturgia de la felicitación.
Tumulto
y besamanos, incienso, regalos y, desde luego, esas siempre sibilinas promesas
de lealtad, que en el sindicalismo mexicano tienen validez mientras un quinazo
no diga lo contrario.
Juntos,
hasta que un peregrino elbazo los separe y entonces los siempre fieles
batallones magisteriales tengan que apoyar con igual furor y similar ahínco a
quien deba sustituir a la maestra.
Y lo
harán acaso con la misma incondicionalidad como se sumaron a ella aquella mañana
de 1989 cuando la fidelidad a CARLOS JONGUITUD le fue endosada en automático a
la (entonces 24 años más joven) profesora ELBA, por disposición implacable de
CARLOS SALINAS.
Casi un
cuarto de siglo después, el fantasma de JONGUITUD (fallecido en 2011) parece
rondar en torno a GORDILLO. Algo pudiera o debiera sugerir al oído el viejo
maestro a su adelantada aunque testaruda alumna.
Justo
es recordar que el potosino entendió la lección, no hubo necesidad de pedirle
dos veces que se fuera. Quebró su lanza delante del presidente.
La
chiapaneca, en cambio, desafía de manera abierta y manifiesta no sólo al padre
tiempo, sino también a los ciclos presidenciales, alternancia incluida.
Beneficiaria
directa de CARLOS SALINAS en 1989, sobrevivió al encontronazo de SALINAS con
ZEDILLO como aliada de este último.
Tricolor
de origen, haría alianza después con FOX y CALDERÓN cobrando carísimos sus
servicios mediante cuotas de poder que incluirían la Lotería Nacional, la
titularidad del ISSSTE, una tajada importante de la SEP (la subsecretaría para
su yerno), el Consejo de Seguridad, gubernaturas para sus amigos, curules,
escaños, dinero…
Luego
fundaría su propio partido, el PANAL, hoy heredado a su hija, la senadora MONICA
ARRIOLA y del cuál es diputado su nieto RENÉ FUJIWARA.
Mujer
dada a las cábalas (a la brujería, dice JOSÉ GIL OLMOS, reportero de PROCESO)
este miércoles celebró su cumpleaños 68 en el Estado de México donde
paralelamente festejan el 36 aniversario de la sección 36 magisterial (36 de la
36).
Léase,
en la entidad de ENRIQUE PEÑA NIETO, ahí donde gobierna ERUVIEL ÁVILA.
Priístas
ambos (gobernador y exgobernador) sin duda comparten con la misma sonrisa
nerviosa la preocupación en torno a la maestra: ¿Qué hacer con ella?
El
evento tiene lugar en la colonia Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla, municipio
conurbado al Distrito Federal.
Presiden
ELBA y ERUVIEL, sonrisas que no ocultan desconfianzas.
Felicitaciones
van, muestras de apoyo vienen, mañanitas recurrentes, pero el discurso de la
dirigente sigue siendo admonitorio, telúrico…
-"Me
voy cuando los maestros lo pidan, las amenazas no me quitan".
Para
luego anticipar que ya tiene pensada la inscripción que habrá de llevar su
tumba. Dicho epitafio dirá:
-"Aquí
yace una guerrera y como guerrera murió".
Fáustico
el tono, la dama piensa en la muerte real, hoy que los medios barajan, al
menos, la inminencia de su otra muerte, la política, es decir, la jubilación,
el retiro honorable, acaso con rumbo a una embajada.
Salida
digna a la que ella se opone terminantemente, enamorada como está del poder, a
estos 68 años en que parecería sentirse más fuerte, más obsesionada por el
mando que nunca.
La
paciencia de ENRIQUE PEÑA NIETO para con ella no encierra demasiado misterio y
hasta se diría que es de lógica elemental.
A la
señora no la pueden derribar así como así porque un agujero de ese tamaño en la
cúpula del SNTE abriría las puertas a disidencias magisteriales adversas al PRI
y de filiación cercana al lopezobradorismo.
Y ojo
que el SNTE es bastante más que sindicalismo magisterial. Son batallones duchos
en operación electoral. Tacuacheo de casilla y urna meticulosamente organizado
en todo el territorio nacional. Votos.