lunes, 10 de diciembre de 2012

¿Gendarmes?


Cd. Victoria, Tam.- El vocablo es francés y significa “gente de armas” (gens d'armes). Dice JULIO CASARES en su Diccionario Ideológico de la Lengua Española que la palabra gendarme define al militar destinado a ejercer funciones de guardia civil.
Las interpretaciones varían en cuanto a los motivos que habría tenido el Presidente ENRIQUE PEÑA NIETO para proponer desde su campaña la creación de una “Gendarmería Nacional”.
Algunas fuentes atribuyen la idea a su asesor colombiano ÓSCAR NARANJO quien a su vez se habría inspirado en la experiencia de corporaciones como los Carabineros en Chile, la Guardia Civil española y (por supuesto) la Policía Nacional de Francia.
Por ahí en algún momento de su campaña doña JOSEFINA VAZQUEZ MOTA llegó a sugerir con toda la emoción que le era posible la instauración de una policía nacional con disciplina militar.
Lo supiera o no, la excandidata panista estaba describiendo a los gendarmes.
La noticia es que PEÑA NIETO acaba de solicitar a la Cámara de Diputados la aprobación de una partida por mil 500 millones de pesos para crear la Gendarmería Nacional, cuya función principalísima sería el combate a la delincuencia organizada.
La cuál, el propio Presidente define como “una corporación de control territorial y con características de fuerza intermedia que salvaguarde la soberanía nacional y garantice el Estado de Derecho en todo el país”.
Control territorial, ojo con esto. En aquel año aciago del 2010, si algo añorábamos los tamaulipecos era precisamente la cobertura regional y local, la presencia de autoridad policial o castrense que se hiciera cargo y respondiera por la seguridad de la población en territorios específicos.
Con distintos uniformes, hoy vemos en Tamaulipas a muchos gendarmes, gentes de armas, efectivos militares, realizando la función de salvaguarda ciudadana.
El proyecto de PEÑA NIETO sería extender la medida a toda la República. Su nueva corporación estaría formada por alrededor de 40 mil elementos, lo cuál se complementaría con la meta de expandir a por lo menos 35 mil los efectivos de la policía federal.
En su proyecto presupuestal, el jefe de la nación habla explícitamente de “implementar una estrategia a fin de reducir la violencia, focalizada en las zonas y los municipios con mayor índice delictivo, menor presencia del Estado y cercanas a las rutas del narcotráfico”.
Ora pues. Me detengo de nueva cuenta en tres conceptos: focalización, regiones y municipios.
¡El gran clamor nacional va en ese sentido!
Pienso hoy en un presidente bien intencionado pero sensiblemente alterado en su percepción del mundo como lo fue FELIPE CALDERÓN HINOJOSA.
Acosado por sus impugnadores, CALDERÓN asume el poder en 2006 con un fuerte tufo a ilegitimidad. Le gritaban “espurio” a donde quiera que iba.
Ridiculizado por los caricaturistas, aquejado por la duda en torno a la legalidad de su mandato, el hombre se inclina por una opción “pantalonuda”, muy afín a su formación conservadora: demostrarle al país “quien manda” y enfrentar a los capos más poderosos, ir por ellos.
Y así fue, uno tras otro fueron cayendo, unos muertos, otros en prisión, algunos más con destino a la extradición.
Cacería mayor la suya: leones, tigres, rinocerontes, elefantes, muy útiles para publicitar su imagen junto al ejemplar caído, pero que en nada mejoraron las cosas.
La tragedia de FELIPE es que el trasiego de droga de México hacia Estados Unidos no disminuyó un ápice. Tampoco el terror de la gente pacífica, pesadilla que, por el contrario, se exacerbó.
Alguien tenía que haberle dicho desde un principio que el apremio mexicano se debía al acoso de otras especies menores que infestaron vecindarios, calles, carreteras y caminos rurales. Cuando reaccionó ya era demasiado tarde.

Zigzag
*** IMAGEN de este fin de semana. *** LA FEROCIDAD en el rostro del boxeador capitalino JUAN MANUEL MÁRQUEZ al momento de lanzar el golpe definitivo, descomunal, a su contrincante filipino MANNY PACQUIAO. *** MIRADA y puño. ***