Cd. Victoria, Tam.-
Evento esperado, la primera reunión de ENRIQUE PEÑA NIETO con el Consejo
Nacional de Seguridad ofrece material importante que será tema de análisis
periodístico en los días por venir.
Tras
una reunión previa con los gobernadores, la ceremonia dio inicio en Palacio
Nacional con cuatro oradores.
En calidad
de presentador, el secretario de Gobernación MIGUEL OSORIO CHONG, quien daría
paso al procurador JESÚS MURILLO KARAM, el gobernador de Chihuahua CESAR DUARTE
y finalmente el Presidente PEÑA NIETO.
OSORIO
habló del nuevo enfoque a la política de seguridad y leyó su diagnóstico de la
situación que impera al arranque de este gobierno.
Es
decir, el estado que guarda el campo de la seguridad y la justicia al cabo de dos
administraciones panistas.
El
país enfrenta, dice, “un alto nivel de
violencia”, pues la población percibe a la inseguridad y la delincuencia como
“el problema más importante” a resolver.
Se va después a las cifras:
-“Siete de cada 10 mexicanos
se sienten inseguros”; “uno de cada tres hogares reporta haber tenido, al
menos, una persona víctima de violencia”.
El recuento es muy severo si
lo contrastamos con el triunfalismo mostrado por FELIPE CALDERÓN en sus últimos
meses de gobierno, cuando se ufanaba por los presuntos logros de su polémica guerra
contra la delincuencia.
Sus cifras son demoledoras:
-“El secuestro se incrementó
en 83%; el robo con violencia, 65%; la extorsión, 40%; los delitos sexuales, 16%;
el robo en carretera, más de 100%; el robo de vehículos asegurados se ha
duplicado”.
Entre 2006 y 2011 se
cometieron 10.6 millones de delitos a nivel nacional. Ocho de cada 100 delitos,
son denunciados. Y de esos, el 15% son resueltos.
-“Se estima, entonces, que
sólo uno de cada cien delitos se castiga.”
Importa aquí subrayar el
dato que ofrece el titular de Gobernación pues pone en un predicamento no sólo
las tareas de seguridad sino también las de justicia.
Lea usted de nuevo: ¡Uno de
cada cien!
Así lo dijo, para luego
rematar:
-“Las ejecuciones son la
segunda causa de defunción en México.”
Y cuando se refiere a la
capacidad de respuesta de nuestras corporaciones policíacas, el panorama es, por
igual, desolador:
-“El 61% de los policías del
país gana menos de cuatro mil pesos mensuales y el 60%, sólo cuenta con
educación básica.”
La
exposición de OSORIO serviría de marco para la presentación de la nueva
estrategia de seguridad a cargo del presidente PEÑA NIETO.
Y
esta gira en torno a seis líneas de acción cuyo objetivo explicito será el “disminuir la violencia y la criminalidad en el
país”, así como “los indicadores de homicidios y secuestros”.
La
primera sería la planeación con el establecimiento de metas claras que permitan
trazar la ruta a seguir.
La
segunda atiende la prevención y buscaría atender las causas del fenómeno
delictivo mediante un programa transversal de prevención para el cuál se está
solicitando un presupuesto de 115 mil 600 millones de pesos.
La
tercera propone un Programa Nacional de Derechos Humanos, incluyendo la atención
a las víctimas y la reparación de daños, así como la depuración y
reestructuración del Instituto Nacional de Migración.
La
cuarta habla de coordinar tareas con los gobiernos estatales, para lo cuál el
mapa de la República se dividirá en cinco zonas de trabajo.
La
quinta alude a la transformación institucional, operada desde la Secretaría de
Gobernación cuya Gendarmería Nacional contará de entrada con 10 mil elementos.
Y la
sexta se llama retroalimentación, pues contempla indicadores de evaluación “claros,
medibles y transparentes”.
Este
miércoles el secretario OSORIO CHONG acudirá al Senado para explicar al detalle
la estrategia completa.
Por
supuesto, habrá que esperar como aterriza esto en el campo operativo y si en
verdad se logran los resultados anunciados.
Importa
recordar que más allá de cualquier medición de escritorio, el principal
evaluador será la opinión pública. La ciudadanía llana tiene la última palabra.