Cd.
Victoria, Tam.- Hombre de lealtades cambiantes (y acaso de ninguna),
el todavía presidente del CEN tricolor ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS enfrenta hoy
la reapertura del expediente por corrupción que deriva de su paso por la
gubernatura de Campeche.
Su
vida ha sido en los últimos años un constante deambular por la cuerda floja,
entre la amistad inicial con el obradorismo, hasta la primera ruptura, un
posterior reencuentro y nuevos indicios de discordia.
La condición de partido bisagra donde hoy se ubica el PRI representa para ALITO la doble tentación de inclinar la balanza legislativa en favor de la alianza opositora o colaborar con MORENA. Ha estado jugando con ello.
Su papel fue fundamental para armar el trabuco interpartidista que metió zancadilla en abril de este año a la reforma eléctrica de AMLO, fuente de graves desavenencias entre el grupo gobernante y sus adversarios del PAN, PRI, PRD y MC.
En semanas y meses posteriores, su zigzagueante esquema de fidelidades lo llevó a un acercamiento abierto con el titular de Gobernación ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, con quien acordó sacar adelante las reformas de octubre pasado que autorizaron al ejército seguir en las calles hasta el año 2028.
Aunque casi de inmediato se suscitó el siguiente bandazo, cuando la cúpula priísta encabezada por MORENO CÁRDENAS se sumó a la marcha de noviembre en defensa del INE, junto a sus viejos compañeros de ruta, albiazules, amarillos y naranjas. Todo ello, para disgusto de los guindas.
COLA
LARGA
Entre uno y otro episodios, hemos visto arder, apagarse y nuevamente arder la escandalosa denuncia de corrupción atizada por la gobernadora LAYDA SANSORES SAN ROMÁN.
En la etapa actual, la hoguera de LAYDA contra su antecesor se alimenta de nuevo. Son altas las llamaradas, amplio y multiplicado el eco que encuentran en las redes afines al partido oficial.
Escandalosa la fortuna del susodicho, documentada por las investigaciones de un medio que difícilmente podríamos calificar de obradorista, como es el diario REFORMA.
Ahora el tema es la transformación del INE, en su formato original o bien en la versión descafeinada y pasada por agua. El llamado “Plan B”, ya desprovisto de modificaciones constitucionales y circunscrito al campo de las leyes secundarias.
De nueva cuenta le tunden al buen ALITO. Lo que ya sabemos, profusión de residencias, ranchos, inmuebles de todo tipo a los que se suman empresas periodísticas y televisivas.
Amén de esa colección de negocios fantasmales y empresas factureras que apuntan hacia su persona. Juguetes de moda entre gobernadores, desde la reforma de PEÑA NIETO que permitió crear negocios con pocos trámites y la capacidad de documentar cobranzas en unos cuantos días.
Demasiada riqueza a flor de piel, notable la acumulación de capital y gusto excesivo por el lujo, para un personaje que empezó su ascenso dentro del paisaje aldeano como modesto síndico en el ayuntamiento de Campeche, allá por el año 2002.
Carrera vertiginosa la suya. Tres veces diputado federal (2003, 2012, 2021) y también senador de la República (2006) antes de trepar a la gubernatura (2015), que abandonó al cuarto año (2019) para empoderarse en la dirigencia nacional del PRI, el cual ahora regentea, entre sobresaltos.
LIDER
INCÓMODO
En opinión de los priístas más sensatos, el hombre deberá irse. No solo por el expediente negro que carga como exmandatario estatal sino (además) por ser un operador poco confiable.
Amén de muy vulnerable a las presiones de Palacio Nacional y (por supuesto) a las pesquisas de las dos fiscalías, la de su estado y la federal.
Aunque no son pocos los que piensan que una eventual renuncia abriría el camino a que la nueva dirigencia quede en manos de un PRIMOR. Un priísta encariñado con MORENA.
Entre quienes podrían sucederlo se menciona al exmandamás de Bucareli MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG. Solo que este caballero tiene también antecedentes susceptibles de convertirse en temas del ministerio público, como pueden ser sus tareas de encubrimiento en el caso Ayotzinapa, por citar un ejemplo.
Igual se menciona a BEATRIZ PAREDES RANGEL, cuya resurrección a la vida pública parece estar ligada al inmenso vacío que priva en el CEN, tras los bandazos y frivolidades del propio MORENO CÁRDENAS.
Se recordará que en aquellos días de abril, posteriores al fracaso de la reforma eléctrica, ALITO se dejaba ver, entrevistar y querer por cuanto medio le abriera la puerta, chicos, medianos y grandes.
Y mire usted, con un entusiasmo desbordado que incluía la aceptación abierta y feliz de sus aspiraciones presidenciales. Ver para creer.
Muy altas sus endorfinas en contraposición con sus posibilidades reales. Aspirante pero jamás prospecto. Aliados y compañeros de partido han quedado francamente escaldados, luego de sus acuerdos con ADAN AUGUSTO y tras el estilo de vida que aflora en audios y fotografías cuya filtración tiene la firma de LAYDA.
La llamada “Hora del Jaguar” seguirá tocando, pues, tambores de guerra, mientras se acomodan las calabazas en el alto mando político nacional. El próximo año habrá candidatos a la silla de AMLO. En efecto, se agotan los tiempos. Mucho por saber.
La condición de partido bisagra donde hoy se ubica el PRI representa para ALITO la doble tentación de inclinar la balanza legislativa en favor de la alianza opositora o colaborar con MORENA. Ha estado jugando con ello.
Su papel fue fundamental para armar el trabuco interpartidista que metió zancadilla en abril de este año a la reforma eléctrica de AMLO, fuente de graves desavenencias entre el grupo gobernante y sus adversarios del PAN, PRI, PRD y MC.
En semanas y meses posteriores, su zigzagueante esquema de fidelidades lo llevó a un acercamiento abierto con el titular de Gobernación ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, con quien acordó sacar adelante las reformas de octubre pasado que autorizaron al ejército seguir en las calles hasta el año 2028.
Aunque casi de inmediato se suscitó el siguiente bandazo, cuando la cúpula priísta encabezada por MORENO CÁRDENAS se sumó a la marcha de noviembre en defensa del INE, junto a sus viejos compañeros de ruta, albiazules, amarillos y naranjas. Todo ello, para disgusto de los guindas.
Entre uno y otro episodios, hemos visto arder, apagarse y nuevamente arder la escandalosa denuncia de corrupción atizada por la gobernadora LAYDA SANSORES SAN ROMÁN.
En la etapa actual, la hoguera de LAYDA contra su antecesor se alimenta de nuevo. Son altas las llamaradas, amplio y multiplicado el eco que encuentran en las redes afines al partido oficial.
Escandalosa la fortuna del susodicho, documentada por las investigaciones de un medio que difícilmente podríamos calificar de obradorista, como es el diario REFORMA.
Ahora el tema es la transformación del INE, en su formato original o bien en la versión descafeinada y pasada por agua. El llamado “Plan B”, ya desprovisto de modificaciones constitucionales y circunscrito al campo de las leyes secundarias.
De nueva cuenta le tunden al buen ALITO. Lo que ya sabemos, profusión de residencias, ranchos, inmuebles de todo tipo a los que se suman empresas periodísticas y televisivas.
Amén de esa colección de negocios fantasmales y empresas factureras que apuntan hacia su persona. Juguetes de moda entre gobernadores, desde la reforma de PEÑA NIETO que permitió crear negocios con pocos trámites y la capacidad de documentar cobranzas en unos cuantos días.
Demasiada riqueza a flor de piel, notable la acumulación de capital y gusto excesivo por el lujo, para un personaje que empezó su ascenso dentro del paisaje aldeano como modesto síndico en el ayuntamiento de Campeche, allá por el año 2002.
Carrera vertiginosa la suya. Tres veces diputado federal (2003, 2012, 2021) y también senador de la República (2006) antes de trepar a la gubernatura (2015), que abandonó al cuarto año (2019) para empoderarse en la dirigencia nacional del PRI, el cual ahora regentea, entre sobresaltos.
En opinión de los priístas más sensatos, el hombre deberá irse. No solo por el expediente negro que carga como exmandatario estatal sino (además) por ser un operador poco confiable.
Amén de muy vulnerable a las presiones de Palacio Nacional y (por supuesto) a las pesquisas de las dos fiscalías, la de su estado y la federal.
Aunque no son pocos los que piensan que una eventual renuncia abriría el camino a que la nueva dirigencia quede en manos de un PRIMOR. Un priísta encariñado con MORENA.
Entre quienes podrían sucederlo se menciona al exmandamás de Bucareli MIGUEL ANGEL OSORIO CHONG. Solo que este caballero tiene también antecedentes susceptibles de convertirse en temas del ministerio público, como pueden ser sus tareas de encubrimiento en el caso Ayotzinapa, por citar un ejemplo.
Igual se menciona a BEATRIZ PAREDES RANGEL, cuya resurrección a la vida pública parece estar ligada al inmenso vacío que priva en el CEN, tras los bandazos y frivolidades del propio MORENO CÁRDENAS.
Se recordará que en aquellos días de abril, posteriores al fracaso de la reforma eléctrica, ALITO se dejaba ver, entrevistar y querer por cuanto medio le abriera la puerta, chicos, medianos y grandes.
Y mire usted, con un entusiasmo desbordado que incluía la aceptación abierta y feliz de sus aspiraciones presidenciales. Ver para creer.
Muy altas sus endorfinas en contraposición con sus posibilidades reales. Aspirante pero jamás prospecto. Aliados y compañeros de partido han quedado francamente escaldados, luego de sus acuerdos con ADAN AUGUSTO y tras el estilo de vida que aflora en audios y fotografías cuya filtración tiene la firma de LAYDA.
La llamada “Hora del Jaguar” seguirá tocando, pues, tambores de guerra, mientras se acomodan las calabazas en el alto mando político nacional. El próximo año habrá candidatos a la silla de AMLO. En efecto, se agotan los tiempos. Mucho por saber.