Cd.
Victoria, Tam.- En materia sucesoria,
como en todo lo que emprende, anuncia y festina el presidente LÓPEZ OBRADOR, por
igual asoma su tradicional paso doble. Afirmación y negación en un mismo
paquete, como en la rifa del avión sin avión y el proceso a LOZOYA sin LOZOYA.
Como aquella promoción de JUANITO sin JUANITO en Iztapalapa (2009). Y también la consulta contra los expresidentes que no es consulta porque carece de consecuencias jurídicas y, además, su principal promotor (AMLO) anticipa que votará en contra.
¿Así o más contradictorio, anfibológico, turbio, ambivalente?...
No parece , pues, que sean JUÁREZ o MADERO los inspiradores de este modelo tan personal de conducción presidencial sino el mismísimo LAMPEDUSA (el del Gatopardo, para más señas) en versión tropical.
Proclamarse distinto para hacer lo mismo. Negar los vicios del pasado tricolor, mientras atiza con entusiasmo su puntual implementación práctica.
El hombre conoce a profundidad la ventaja práctica de las verdades a medias. Entiende de maniobras distractivas y maneja a conciencia el lenguaje cifrado que (como un remah bíblico) se elabora y moldea para el entendimiento de individuos concretos.
Vida diaria en el laberinto de quien condena lo que practica y practica lo que condena. Calavera en mano, planta su duda entre el ser y el no ser. Pero no porque vacile entre elegir opción alguna sino porque entiende la conveniencia de aprovechar ambas.
Las mañaneras son eso. Un limbo deliberado donde la relación entre palabra y concepto (significado y significante) ha sido reemplazada por una semántica caprichosa y mutante, aplicable siempre a conveniencia.
Lo que vale hoy quizás no sea vigente mañana. O se modifique, incluso, el mismo día, con diferencia de minutos, según se trate de adeptos o adversarios. De infieles o solovinos.
Lo que a unos salva, a otros condena. Corrupción intencionada del lenguaje, en efecto, como en los tiempos de VICENTE FOX, pero peor.
LOS
PROSPECTOS
Aplica al caso que nos ocupa, cuando ANDRÉS MANUEL niega la vigencia del tapadismo, al tiempo en que anuncia la configuración del próximo destape. Así, tal cual.
De sobra sabemos lo que son sus encuestas. Un mero artilugio que encubre el implacable dedazo, réplica exacta del recordado argumento tricolor, cuando el dirigente en turno anunciaba las candidaturas “luego de una amplia consulta a organizaciones y sectores”. Aunque ni organizaciones ni sectores tuvieran noticia de dichas consultas.
La decisión fue y sigue siendo unipersonal, sin importar la coartada. Consulta a las bases o estadística oscura cuya naturaleza solo el sumo sacerdote conoce y cuyos designios se consideran inapelables, lo mismo en la selección de dirigencias que de candidaturas.
Por todo ello, la lista de presidenciables ofrecida por el gran elector la semana pasada se antoja plagada de resonancias oscuras, (1) por quienes están, (2) por el orden empleado, (3) por el tiempo anticipado en que se aborda el asunto, a tres años y medio del relevo, (4) por quienes no aparecen en la lista y (5) por la definición previa que califica a MORENA como un “flanco liberal y progresista”.
Muy bien, ¿quiénes están?... CLAUDIA SHEINBAUM y MARCELO EBRARD, por principio. Más una figura que pudiera ser “Plan B”, “Plan C” o “Plan D” según sea necesario, como es el exrector JUAN RAMÓN DE LA FUENTE.
Y luego vienen los nombres de relleno, sin posibilidad alguna. El embajador ESTEBAN MOCTEZUMA, la secretaria de Economía TATIANA CLOUTHIER y la de Energía ROCÍO NAHLE.
La inclusión de MOCTEZUMA parece un guiño a su verdadero jefe, el magnate comercial, mediático, financiero, energético, inmobiliario, RICARDO SALINAS.
¿TATIANA y ROCÍO?, meros distractores. De haber ocurrido este anuncio hace un mes, habría sido incluida IRMA ERÉNDIRA SANDOVAL, la hoy defenestrada extitular de Administración. En el papel de comparsas hay cupo amplio.
VIENTO
FRONTAL
Más significativo es el orden: primero CLAUDIA, luego MARCELO. Encabeza el elenco la discípula amada en quien deposita la esperanza de que cuidará sus espaldas mejor que nadie, cuando el patriarca se retire a Palenque.
Aunque una visión retrospectiva de los alumbramientos priístas (y el de MORENA en 2024 será típicamente priísta) nos permite recordar cómo el obediente y sumiso MIGUEL DE LA MADRID se convirtió en feroz verdugo del lopezportillismo en un lapso de pocos meses.
Y cómo el gris y disciplinado ERNESTO ZEDILLO se transformó en tenaz detractor del salinismo.
Más atrás, LUIS ECHEVERRÍA pecó de servil en grado de abyección mientras tuvo por jefe a GUSTAVO DÍAZ ORDAZ. La ruptura entre ambos empezó precoz (en campaña) y se consumó tajante, a pocas horas del relevo.
Pero bueno, el orden señala esta vez a CLAUDIA y después a MARCELO, lo cuál puede ser bueno o malo para la señora SHEINBAUM, según se vea.
De muchos años, el lenguaje sucesorio incluye, como reflexión adjunta (y a manera de advertencia) una estrategia que viene de las cuartetas ciclistas y su desempeño en los velódromos.
A quien va adelante le pega más duro el viento, dice la regla. Hay constancia de fracasos muy sonados, por dicha razón, precisamente.
Cabe recordar algunos desenlaces dramáticos. Fueron punteros, en algún momento al menos, pero fracasaron: EMILIO MARTÍNEZ MANAUTOU (1969), MARIO MOYA PALENCIA (1975), JAVIER GARCÍA PANIAGUA (1981), ALFREDO DEL MAZO (1987) y MANUEL CAMACHO SOLIS (1993).
En efecto, hoy el viento le pega de frente a CLAUDIA y quien así lo decidió fue el propio ANDRÉS MANUEL, su jefe máximo, el fiel de la balanza.
LAS
EXCLUSIONES
En tercer punto abordo las ausencias. Quienes no están en la lista pese a su cercanía, como las titulares de SEGOB, SEP y STPS, OLGA SÁNCHEZ CORDERO, DELFINA GÓMEZ y LUISA MARÍA ALCALDE.
Aunque el caso más notable es el poderoso líder senatorial RICARDO MONREAL ÁVILA. Necesario es decirlo: aliado pero no discípulo del Presidente. Un colateral.
Hacia MONREAL existe un temor bastante real. Entre toda la baraja sucesoria, es quien menos garantiza que cuidaría las espaldas de AMLO y su familia.
La del zacatecano sería una candidatura disruptiva por definición, hacia el interior de MORENA y de la izquierda toda. Aunque ello no impide reconocer su legendaria eficacia como operador político, parlamentario y electoral, así como el potencial que ofrece en calidad de aliado y hasta de enemigo.
Si recordamos que además de sus aspiraciones presidenciales, RICARDO ha soñado con la silla de CLAUDIA, al menos habría materia de negociación. Entre irse a la banca o asumir la jefatura capitalina, ¿usted que escogería?...
Un cuarto tema sería esa advertencia del propio AMLO que antecedió a la lista de nombres, cuando se refirió a su partido como el “flanco progresista, liberal.”
Importa aquí recordar la existencia de un proyecto de izquierda moderna posterior al PRD pero anterior a MORENA, que diseñaron en la primera década de este siglo los señores MANUEL CAMACHO SOLIS y MARCELO EBRARD, inspirado en el modelo más exitoso de la izquierda sudamericana: el uruguayo, de PEPE MUJICA.
Bajo la coordinación, precisamente, de MARCELO, ese fue el nombre oficial de la alianza PRD-PT-MC que abanderó a LÓPEZ OBRADOR en 2012: Frente Amplio Progresista (FAP). Si ahora lo menciona el propio AMLO, ¿es casualidad o adelanta vísperas?
CABALLO
NEGRO
Fuera de programa, ha estado rondando en la opinión pública aquella vieja historia de una posible carta escondida que el gran elector podría dar a conocer en la segunda mitad de su régimen. Así lo comenté este fin de semana en mis espacios de #Twitter y #Facebook.
Texto propio que me permito citar:
“Circula en redes la versión de que existe un candidato oculto en la lucha sucesoria del 2024. El exgobernador michoacano LÁZARO CÁRDENAS BATEL, antropólogo de profesión y actual jefe de asesores de Presidencia, quien estaría corriendo tras la nominación desde la sombra, en calidad de caballo negro.”
“Bastaría con que AMLO lo subiera cualquier día al gabinete (en Bienestar, Energía o cualquier secretaría) para meterlo de lleno en la competencia. Entraría como un futbolista que salta a la cancha a la mitad del segundo tiempo, fresco, bañadito, cuando los demás competidores ya lucen exhaustos y muy golpeados.”
“Pero, ojo, si AMLO cree que puede manejarlo, si piensa que podría ejercer algún tipo de maximato más allá del 2024, debe recordar que el abuelo de LÁZARO (el general CÁRDENAS DEL RÍO) corrió del país a su antecesor PLUTARCO ELÍAS CALLES, antes que permitirle gobernar a trasmano. Importante lección histórica.”
Hasta aquí la cita de mi texto en redes y hasta aquí también la columna de hoy.
Como aquella promoción de JUANITO sin JUANITO en Iztapalapa (2009). Y también la consulta contra los expresidentes que no es consulta porque carece de consecuencias jurídicas y, además, su principal promotor (AMLO) anticipa que votará en contra.
¿Así o más contradictorio, anfibológico, turbio, ambivalente?...
No parece , pues, que sean JUÁREZ o MADERO los inspiradores de este modelo tan personal de conducción presidencial sino el mismísimo LAMPEDUSA (el del Gatopardo, para más señas) en versión tropical.
Proclamarse distinto para hacer lo mismo. Negar los vicios del pasado tricolor, mientras atiza con entusiasmo su puntual implementación práctica.
El hombre conoce a profundidad la ventaja práctica de las verdades a medias. Entiende de maniobras distractivas y maneja a conciencia el lenguaje cifrado que (como un remah bíblico) se elabora y moldea para el entendimiento de individuos concretos.
Vida diaria en el laberinto de quien condena lo que practica y practica lo que condena. Calavera en mano, planta su duda entre el ser y el no ser. Pero no porque vacile entre elegir opción alguna sino porque entiende la conveniencia de aprovechar ambas.
Las mañaneras son eso. Un limbo deliberado donde la relación entre palabra y concepto (significado y significante) ha sido reemplazada por una semántica caprichosa y mutante, aplicable siempre a conveniencia.
Lo que vale hoy quizás no sea vigente mañana. O se modifique, incluso, el mismo día, con diferencia de minutos, según se trate de adeptos o adversarios. De infieles o solovinos.
Lo que a unos salva, a otros condena. Corrupción intencionada del lenguaje, en efecto, como en los tiempos de VICENTE FOX, pero peor.
Aplica al caso que nos ocupa, cuando ANDRÉS MANUEL niega la vigencia del tapadismo, al tiempo en que anuncia la configuración del próximo destape. Así, tal cual.
De sobra sabemos lo que son sus encuestas. Un mero artilugio que encubre el implacable dedazo, réplica exacta del recordado argumento tricolor, cuando el dirigente en turno anunciaba las candidaturas “luego de una amplia consulta a organizaciones y sectores”. Aunque ni organizaciones ni sectores tuvieran noticia de dichas consultas.
La decisión fue y sigue siendo unipersonal, sin importar la coartada. Consulta a las bases o estadística oscura cuya naturaleza solo el sumo sacerdote conoce y cuyos designios se consideran inapelables, lo mismo en la selección de dirigencias que de candidaturas.
Por todo ello, la lista de presidenciables ofrecida por el gran elector la semana pasada se antoja plagada de resonancias oscuras, (1) por quienes están, (2) por el orden empleado, (3) por el tiempo anticipado en que se aborda el asunto, a tres años y medio del relevo, (4) por quienes no aparecen en la lista y (5) por la definición previa que califica a MORENA como un “flanco liberal y progresista”.
Muy bien, ¿quiénes están?... CLAUDIA SHEINBAUM y MARCELO EBRARD, por principio. Más una figura que pudiera ser “Plan B”, “Plan C” o “Plan D” según sea necesario, como es el exrector JUAN RAMÓN DE LA FUENTE.
Y luego vienen los nombres de relleno, sin posibilidad alguna. El embajador ESTEBAN MOCTEZUMA, la secretaria de Economía TATIANA CLOUTHIER y la de Energía ROCÍO NAHLE.
La inclusión de MOCTEZUMA parece un guiño a su verdadero jefe, el magnate comercial, mediático, financiero, energético, inmobiliario, RICARDO SALINAS.
¿TATIANA y ROCÍO?, meros distractores. De haber ocurrido este anuncio hace un mes, habría sido incluida IRMA ERÉNDIRA SANDOVAL, la hoy defenestrada extitular de Administración. En el papel de comparsas hay cupo amplio.
Más significativo es el orden: primero CLAUDIA, luego MARCELO. Encabeza el elenco la discípula amada en quien deposita la esperanza de que cuidará sus espaldas mejor que nadie, cuando el patriarca se retire a Palenque.
Aunque una visión retrospectiva de los alumbramientos priístas (y el de MORENA en 2024 será típicamente priísta) nos permite recordar cómo el obediente y sumiso MIGUEL DE LA MADRID se convirtió en feroz verdugo del lopezportillismo en un lapso de pocos meses.
Y cómo el gris y disciplinado ERNESTO ZEDILLO se transformó en tenaz detractor del salinismo.
Más atrás, LUIS ECHEVERRÍA pecó de servil en grado de abyección mientras tuvo por jefe a GUSTAVO DÍAZ ORDAZ. La ruptura entre ambos empezó precoz (en campaña) y se consumó tajante, a pocas horas del relevo.
Pero bueno, el orden señala esta vez a CLAUDIA y después a MARCELO, lo cuál puede ser bueno o malo para la señora SHEINBAUM, según se vea.
De muchos años, el lenguaje sucesorio incluye, como reflexión adjunta (y a manera de advertencia) una estrategia que viene de las cuartetas ciclistas y su desempeño en los velódromos.
A quien va adelante le pega más duro el viento, dice la regla. Hay constancia de fracasos muy sonados, por dicha razón, precisamente.
Cabe recordar algunos desenlaces dramáticos. Fueron punteros, en algún momento al menos, pero fracasaron: EMILIO MARTÍNEZ MANAUTOU (1969), MARIO MOYA PALENCIA (1975), JAVIER GARCÍA PANIAGUA (1981), ALFREDO DEL MAZO (1987) y MANUEL CAMACHO SOLIS (1993).
En efecto, hoy el viento le pega de frente a CLAUDIA y quien así lo decidió fue el propio ANDRÉS MANUEL, su jefe máximo, el fiel de la balanza.
En tercer punto abordo las ausencias. Quienes no están en la lista pese a su cercanía, como las titulares de SEGOB, SEP y STPS, OLGA SÁNCHEZ CORDERO, DELFINA GÓMEZ y LUISA MARÍA ALCALDE.
Aunque el caso más notable es el poderoso líder senatorial RICARDO MONREAL ÁVILA. Necesario es decirlo: aliado pero no discípulo del Presidente. Un colateral.
Hacia MONREAL existe un temor bastante real. Entre toda la baraja sucesoria, es quien menos garantiza que cuidaría las espaldas de AMLO y su familia.
La del zacatecano sería una candidatura disruptiva por definición, hacia el interior de MORENA y de la izquierda toda. Aunque ello no impide reconocer su legendaria eficacia como operador político, parlamentario y electoral, así como el potencial que ofrece en calidad de aliado y hasta de enemigo.
Si recordamos que además de sus aspiraciones presidenciales, RICARDO ha soñado con la silla de CLAUDIA, al menos habría materia de negociación. Entre irse a la banca o asumir la jefatura capitalina, ¿usted que escogería?...
Un cuarto tema sería esa advertencia del propio AMLO que antecedió a la lista de nombres, cuando se refirió a su partido como el “flanco progresista, liberal.”
Importa aquí recordar la existencia de un proyecto de izquierda moderna posterior al PRD pero anterior a MORENA, que diseñaron en la primera década de este siglo los señores MANUEL CAMACHO SOLIS y MARCELO EBRARD, inspirado en el modelo más exitoso de la izquierda sudamericana: el uruguayo, de PEPE MUJICA.
Bajo la coordinación, precisamente, de MARCELO, ese fue el nombre oficial de la alianza PRD-PT-MC que abanderó a LÓPEZ OBRADOR en 2012: Frente Amplio Progresista (FAP). Si ahora lo menciona el propio AMLO, ¿es casualidad o adelanta vísperas?
Fuera de programa, ha estado rondando en la opinión pública aquella vieja historia de una posible carta escondida que el gran elector podría dar a conocer en la segunda mitad de su régimen. Así lo comenté este fin de semana en mis espacios de #Twitter y #Facebook.
Texto propio que me permito citar:
“Circula en redes la versión de que existe un candidato oculto en la lucha sucesoria del 2024. El exgobernador michoacano LÁZARO CÁRDENAS BATEL, antropólogo de profesión y actual jefe de asesores de Presidencia, quien estaría corriendo tras la nominación desde la sombra, en calidad de caballo negro.”
“Bastaría con que AMLO lo subiera cualquier día al gabinete (en Bienestar, Energía o cualquier secretaría) para meterlo de lleno en la competencia. Entraría como un futbolista que salta a la cancha a la mitad del segundo tiempo, fresco, bañadito, cuando los demás competidores ya lucen exhaustos y muy golpeados.”
“Pero, ojo, si AMLO cree que puede manejarlo, si piensa que podría ejercer algún tipo de maximato más allá del 2024, debe recordar que el abuelo de LÁZARO (el general CÁRDENAS DEL RÍO) corrió del país a su antecesor PLUTARCO ELÍAS CALLES, antes que permitirle gobernar a trasmano. Importante lección histórica.”
Hasta aquí la cita de mi texto en redes y hasta aquí también la columna de hoy.