lunes, 28 de junio de 2021

Diez, guiñol de Cárdenas

Cd. Victoria, Tam.- Con lupa debió buscar el veracruzano DANTE DELGADO RANAURO hasta encontrar el equivalente de SAMUEL GARCÍA en Tamaulipas. La versión janambre.
Cabe pensar que exploró a conciencia, palmo a palmo, desiertos, valles, costas y montañas antes de encontrar un cerebro virgen capaz de soportar el software mental #JuniorFeliz 2.0 implementado con éxito en el vecino estado de Nuevo León.
Y nadie mejor para apadrinar el alumbramiento que GUSTAVO CÁRDENAS, precursor (y conocedor profundo) de dicha programación mental, también instrumentada en personajes como el inefable J.R. GÓMEZ y el “Niño Verde”, EMILIO GONZÁLEZ.
Mire usted, el perfil del chico DIEZ es de una simpleza proverbial. Amerita un anecdotario completo que, en buena medida, reflejaría las deformaciones y chifladuras de nuestra clase política.
A principios de los 90, ARTURO empezaba a destacar como asiduo asistente a las cenas de matrimonios organizadas por el comité de campaña de GUSTAVO CÁRDENAS tras la presidencia de Victoria (1993-95).
Hay quien lo recuerda celebrando ruidosamente el triunfo de VICENTE FOX en el bar del Casino Victorense, la noche de aquel histórico 2 de julio del año 2000.
En 2004, la amistad con el entrante gobernador EUGENIO HERNÁNDEZ lo convierte en dirigente municipal del PRI, responsabilidad que asume sin renunciar al PAN.
Sería su primer trato regular con reporteros quienes, por diversión, coleccionaban sus pifias, errores, desmesuras, lo mismo en eventos que en declaraciones callejeras. Su gozosa ignorancia.
 
TRAS LA ALCALDÍA
En 2008, el mismo partido tricolor lo hace candidato a presidir la comuna victorense, sin que su nombre desaparezca de las listas albiazules en Internet. Para fines prácticos, seguía siendo panista.
La gente no lo quería. El día que se difundió la nominación, GEÑO se fue del país, pretextando una gira de trabajo por España, dejando a RICARDO GAMUNDI y MARIO RUIZ PACHUCA la pesada tarea de convencer a sectores y medios que la decisión estaba tomada y, después de todo, no era tan mala.
-“Cuando te falta candidato, ganas por estructura”, sentenciaba GAMUNDI, en tono discreto.
-“No se preocupen, va a tener el apoyo y todo el power del jefe”, argumentaba RUIZ PACHUCA.
Los reporteros respondían con sorna que dicha candidatura era un castigo divino, pues en días previos había circulado la broma de que “Peor que ALVARITO, ¡imposible!”... y entonces llegó DIEZ…
Por sugerencia de RICARDO acepté entrevistar al candidato, vino a mi casa en su Suburban forrada de propaganda, no sin antes dar varias vueltas al fraccionamiento, no daba con la dirección.
-“¿Por qué no te quiere la prensa?”, le dije, al momento en que se sentaba.
Respondió que era cuestión de tiempo y el problema quedaría resuelto en cuanto empezara a funcionar su enlace de comunicación, a quien se refirió tres veces como “ADRIÁN VALERO”, a pesar de que el maestro VALERO había renunciado semanas atrás.
Su reemplazo, el colega RAFAEL LUQUE CASTILLO, se encontraba junto a nosotros y respingaba cada vez que ARTURO incurría en el equívoco y tenía yo que corregirle, como se corrige a un niño, con voz baja y terminante.
-“VALERO” decía el candidato.
-“¡LUQUE!”, le repetía yo, una y otra vez.
Quise saber de sus planes. Su respuesta fue la misma para todos mis planteamientos sobre asuntos como seguridad, vialidad, áreas verdes, servicios públicos, semaforización o cultura. Pensaba llamar a una consulta ciudadana. Es decir, no sabía.
Meses después tuve oportunidad de entrevistar a su esposa, ALEJANDRA OSUNA MORALES, en un restaurante de la localidad, sobre la avenida CARRERA TORRES.
Me dejó una buena impresión su claridad de propósitos, la sencillez del trato, el cuidado que ponía en cada respuesta, su elegancia en el uso de la palabra. Al salir del Granero, caminé rumbo al coche pensando en que la alcaldesa debió ser ella.
 
DESASTRE ANUNCIADO
Fue ARTURO una verdadera nulidad como presidente municipal. Sus declaraciones de cada día parecían un homenaje permanente a la obviedad tautológica de PEROGRULLO.
Llegó sin proyecto ni visión, sin el conocimiento básico de la geografía municipal, ni de su problemática urbana, historia o cultura.
Su precaria idea del paisaje cuerudo parecía tener por límites los campos de golf del Club Campestre, los fraccionamientos de la zona norte y los ranchos madereros de su familia. Fuera de ello se perdía.
Aun así, presumía investigaciones chatarra de presuntas agencias de marketing que decían reconocerlo como uno de los mejores alcaldes del planeta y (acaso) de la galaxia. Frente a cámaras y micrófonos lo presumía, a voz en cuello, esquizofrenia pura.
Lo cierto es que sus boletineros batallaban de lo lindo para enviar algún comunicado sustantivo sobre sus actividades diarias, semanales o mensuales.
Había poca materia que presumir, no asomaba trabajo ni en obras ni en servicios públicos. Tampoco alguna declaración feliz o posicionamiento digno sobre temas de importancia. Nada de nada.
Se recuerdan sus visitas a colonias populares donde repartía unas bolsitas escuálidas a las que llamaba “ayuda alimentaria”, algo así como una versión minimalista y depauperada de lo que alguna vez fueron las despensas populares. Una mentada de madre para las necesidades de esa gente.
Su concepción del ejercicio municipal parecía constreñirse a despachar en un edificio bonito donde puedes hacer favores a tus amigos, la gente te aplaude, te paseas por el municipio, tienes un montón de ayudantes gratis… ¡Y además te pagan!...
Sin merecimiento alguno soñó con la candidatura a gobernador en 2010. El día que destaparon al doctor RODOLFO TORRE CANTÚ, el despistado DIEZ GUTIÉRREZ no dejaba de repetir que se había quedado en la raya, a escasos centímetros de la nominación.
Detallito que el autor de esta columna consultaría después con el propio EUGENIO, quien respondería, tajante: “¡Nunca tuvo posibilidad!”…
 
FRANQUICIA VIGENTE
Y bueno, este fin de semana, un medio local difundió por las redes dos imágenes contundentes, que no necesitan explicación mayor.
(1) La fotografía de ARTURO sosteniendo en sus manos el libro naranja con los documentos básicos de Movimiento Ciudadano, flanqueado por DANTE DELGADO y GUSTAVO CÁRDENAS.
(2) Y la dedicatoria que DANTE hace en la primera página del libro donde, literalmente escribe: “Para el futuro gobernador de Tamaulipas, ARTURO DIEZ GUTIÉRREZ, con la seguridad de su éxito electoral en 2022 como candidato de Movimiento Ciudadano al gobierno del Estado. Fraternalmente (firma) DANTE DELGADO, 25/Junio/2021.”
Pasada la sorpresa general, el inevitable pasmo no exento de cuestionamientos, burlas y hasta reclamos, la explicación carece de misterios y hasta se antoja simple.
Nacido en enero de 1958, a sus 63 años cumplidos, GUSTAVO se siente todavía con la fuerza y la entereza suficientes para seguir regenteando candidaturas de opereta, por definición perdedoras.
Franquicia que maneja a veces de manera directa o bien por interpósita persona, habilitando un prestanombres de confianza, testaferros, chalán, en los primeros años por el Partido Acción Nacional, después con Movimiento Ciudadano.
En su primera candidatura de 1998 fue alegremente derrotado por el tricolor TOMAS YÁRRINGTON.
En 2004 se dejó ver como un jocoso perdedor frente al priísta EUGENIO HERNÁNDEZ.
En 2010 se concedió un descanso, pero participó en la contienda por interpósita persona, enviando a su cuñado JOSÉ JULIÁN SACRAMENTO, también por el PAN, con la misma misión, perder y reír.
En 2016, retornó GUSTAVO a la lucha por la gubernatura, respaldado por Movimiento Ciudadano (MC). Dejaba atrás la militancia panista, pero refrendaba su devoción por el papel de sparring, ahora bajo la bandera naranja.
Todo indica, pues, que para la contienda del entrante 2022, CÁRDENAS GUTIERREZ descansará de nuevo para recurrir a un personero, muñeco guiñol, chalán, mandadero, en la humanidad de ARTURO DIEZ GUTIERREZ, con una misión idéntica a la de SACRAMENTO en 2010.
Dar la cara y presentar pelea bajo los reflectores, mientras su manager negocia en lo oscurito, ahora con la asistencia de un titiritero de clase mundial como es el brujo DANTE DELGADO RANNAURO.
Por supuesto, son muy libres de hacer lo que les venga en gana, cada quien su vida pero, por favor, no llamen a esto democracia.