Cd. Victoria.- Carta número uno, el testigo protegido. Al igual que el PITUFO y la JENNIFER, el señor EMILIO LOZOYA AUSTIN no va a declarar lo que él quiera, ni lo que sepa o le conste.
Suscribirá solamente aquello que la autoridad disponga. No tendrá más verdad que la de sus captores, si realmente aspira a la placidez de la prisión domiciliaria, en lugar de una azufrosa mazmorra en Almoloya.
Por ende, son desmesuradas las expectativas en torno a su captura. EMILIO pondrá el dedo a quien se le indique, de acuerdo a las conveniencias electorales del régimen.
Lo van a usar para amagar y propinar calambres a gobernadores y legisladores de oposición, mediante filtraciones perversas como las tristemente célebres “alertas migratorias” del calderonismo, que en Tamaulipas todavía se recuerdan con pavor y agravio.
En el reino de la postverdad, la gente da por bueno y por cierto aquello que el grupo en el poder y sus redes de propaganda establezcan.
Sobre todo si el declarante nació en pañales de seda, está acostumbrado, desde niño, a una vida cómoda y hará todo lo humanamente posible para jamás tocar prisión.
A partir del caso LOZOYA, la maquinaria del régimen obradorista manejará (como CALDERÓN) dos narrativas, (1) la formal, a cargo del ministerio público y (2) la especulativa, administrada en medios y redes.
La primera hablará de hechos, la segunda de posibilidades. Una se encargará de expedientes reales, la otra especulará sobre ajustes de cuenta posibles.
Una buscará aplicar justicia, la otra inducirá conductas para sugerir (al buen entendedor) negociaciones políticas que ahorren a los indiciados el paso por la barandilla.
CITAS FALLIDAS
Segunda carta, la ignorancia. Los medios aún recuerdan la carcajada nacional que desató VICENTE FOX cuando recurrió a la falsa cita de CERVANTES y, pretendiendo referirse al QUIJOTE, dijo aquello de “ladran los perros.”
Un coro de risa loca le contestó a lo largo y ancho del territorio mexicano. Sencillamente, dicho pasaje no existe más que en la imaginación popular. Solo quien nunca ha leído el QUIJOTE puede afirmar tal cosa.
En el caso de VICENTE, dicho “nunca” podría hacerse extensivo a la literatura general, salvo algún compendio de chistes colorados que no pase de 30 páginas, con letra grande y, de preferencia, ilustrado.
Hermanos gemelos, espejos uno del otro, la antinomia de FOX es LÓPEZ OBRADOR. Imágenes invertidas, bajo distinto signo tienen contornos similares.
Por ello se odiaron desde el primer día en que el servicio público aparejó sus vidas, uno en Los Pinos, otro en la jefatura del gobierno capitalino.
Cada cuál reconoce en su oponente la caricatura de sí mismo. Proyección freudiana, acaso, dicha en términos estudiantiles: “lo que te choca, te checa.”
El caso es que ANDRÉS MANUEL acaba de afirmar que don VITO CORLEONE, personaje de novela y cine, mandó a su hijo MICHAEL a estudiar al extranjero.
Lo cual jamás ocurrió porque en el libro de PUZO (como en la película de COPPOLA), el menor de la familia CORLEONE viajó en calidad de prófugo.
Debía esconderse en Sicilia, tras asesinar a un rival mafioso (VIRGIL SOLLOZO) y un jefe de policía neoyorquino (el capitán McCLUSKEY).
Ni lejanamente zarpó en viaje de estudios. No se necesita demasiada materia gris para saberlo. Ni siquiera haber leído el libro. Bastaría con recordar la película.
El mandatario mexicano perpetró tal infamia para un propósito igualmente miserable. Deturpar a los funcionarios que egresaron de universidades foráneas, alegando que por ello serían neoliberales y corruptos.
Un verdadero autogol pues buena parte de su gabinete ampliado ostenta títulos en instituciones educativas ubicadas fuera del país.
Amén del mal sabor que deja una generalización de ese tipo, nacida de ánimos oscuros como la amargura, la envidia, el agravio, el revanchismo, el rencor social, sentimientos impropios para un jefe de Estado que se respete.
MANCUERNA ATROZ
Tercera y última, complicidades. El mandamás republicano DONALD TRUMP es el nuevo paladín de los batallones obradoristas en redes sociales como #Twitter, #Facebook y #YouTube. Hay una razón de cálculo político detrás de ello.
Gentilmente le otorgan trato de chairo. Lo aplauden, dicen que va a ganar y de paso lanzan inquina pestilente contra su rival JOE BIDEN y el antecesor BARACK OBAMA. A este último le enderezan la acusación de que expulsó a muchos indocumentados mexicanos.
En este verano de pandemia y postración económica, TRUMP y AMLO comparten preocupaciones por el destino del voto. En noviembre próximo, el norteamericano. En julio del 2021, el mexicano.
La renovación, su respectiva firma y la puesta en ejecución del tratado comercial fue pretexto idóneo para afianzar complicidades electoreras.
DONALD necesita del voto hispano en entidades concretas de la Unión Americana como California, Arizona, Texas y Florida.
Y LÓPEZ OBRADOR quiere que la Casa Blanca deje de complotar contra el comercio binacional en un momento de extrema debilidad económica para nuestro país.
Ver para creer, que un personaje de extrema derecha, racista, xenófobo, brutal, sea enaltecido por la maquinaria propagandística de un gobierno (teóricamente) de izquierda.
Lo cual nos lleva a recordar que el único socialismo de derecha registrado por la historia es el de HITLER y MUSOLINI. Detalle inquietante, sin duda.