Cd. Victoria.- Historia vieja y ya muy contada, el que documentos oficiales como informes, discursos, planes de gobierno y hasta los “considerandos” en las iniciativas de ley, queden en manos de escribanos poco escrupulosos.
Asesores, imaginólogos, lumbreras de café que, felizmente (y para ahorrar trabajo) espulgan la red Internet extrayendo parrafadas de textos ajenos, a los que solo ajustan unas cuantas palabras (nombres, fechas, lugares). El copy-paste como pertinaz herramienta cotidiana.
Se fusilan hasta los eslogans. El “candidato del empleo” (FELIPE CALDERÓN, campaña de 2006) no hizo sino replicar al “gobernador del empleo” (EUGENIO HERNÁNDEZ, 2004) que tampoco fue original.
Igual y prometieron ser gobernadores “del empleo” el mandatario priísta de San Luis Potosí JUAN MANUEL CARRERAS (2015-2021) y el fallido aspirante tricolor al mismo cargo en Chiapas ROBERTO ALBORES GLEASON (2018), por citar dos ejemplos entre muchos.
Cuestión de que el lector (lectora) hagan memoria (o le den una gogleada al asunto), ¿cuántos alcaldes, gobernadores, presidentes de la república han presumido (o presumen) tener un “gobierno cercano a la gente”, como si fuera una idea propia, en los últimos 20 años?
Aunque el problema no son ellos, precisamente, sino los vendedores de ilusiones. Esos geniecillos, asesores de imagen y presuntos expertos en marketing que se dejan caer como plaga bíblica en los días de campaña.
Se aparecen como aquellos vendedores casa por casa que tanto molestaban a LORENZO PARACHOQUES, ofreciendo felicidad al instante, ideas maravillosas, artefactos ingeniosos.
Cualquier parecido con los “productos milagro” que, de originales, no tienen nada, es algo más que mera coincidencia. La sonrisa fácil deviene en estafa.
El semanario PROCESO alguna vez documentó equivalencias en documentos y planes de gobierno en los sucesivos mandatos de MIGUEL DE LA MADRID, CARLOS SALINAS y ERNESTO ZEDILLO.
Y es que, mire usted, como dicen en el rancho, los autores en unos y otros casos eran “los mesmos”. Gente que vive de eso, arrastran la pluma junto con la neurona y cobran bien.
También los hay en esos equipos de asesoría jurídico-legislativa que se cuelgan de presupuestos para vender los tesoros de su presunta materia gris.
Terminan luego resultando redactores balines, internautas contumaces, hijos del copia y pega, cuyos errores afloran de tiempo en tiempo, de manera, por demás, jocosa.
UN CASO LOCAL
Y, bueno, por todo lo anterior, acuso recibo de amable mensaje enviado vía correo electrónico por el señor ALEJANDRO CENICEROS, líder histórico del Partido del Trabajo (PT) en Tamaulipas.
En combinación con su compañero de partido, el comisionado y exlegislador local ARCENIO ORTEGA, el señor CENICEROS promueve ahora una Acción de Inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación contra el Congreso de Tamaulipas, por un asunto muy concreto.
La reforma a la Ley Electoral, votada y aprobada por mayoría, cuya publicación en el periódico oficial del Estado data del pasado 13 de junio.
De los cuestionamientos planteados por el PT destacan observaciones muy rescatables que hablan de esos escribientes inescrupulosos mencionados en el primer párrafo de esta columna. Asesores, imaginólogos y demás.
Cito a CENICEROS: “Da la impresión de que la Reforma fue elaborada con un mínimo de profesionalismo y si contrataron a alguien que la hiciera, claramente los estafó.” (¡Zas!)
Sigo citando: “Está plagada de fallas técnicas jurídicas, errores ortográficos, repetición de párrafos en diferentes artículos: un copy-paste (copiado y pegado) bastante mal hecho.” (¡Moles!)
En este punto, el autor referido pasa a detallar sus refutaciones de más fondo como el que la citada reforma se haya aprobado con dispensa de turno a comisiones, sin fundarla ni motivarla, violando los principios de certeza, legalidad y máxima publicidad.
La argumentación presentada por los señores del PT es amplia y muy consistente, aunque lo más llamativo son las incongruencias formales el mencionar a la Ciudad de México como Distrito Federal, “a pesar de que hace más de cuatro años que se cambió de nombre”.
Lo cual nos lleva a preguntar si el documento original del que eventualmente plagiaron dichos textos ya estaba viejito. Hasta para eso se necesita inteligencia, prudencia, mano diestra.
Añade además que las reglas del quorum y el tipo de votación en los consejos generales del IETAM, distritales y municipales, el documento “está redactado en forma contradictoria” en varios de sus artículos.
No hay claridad, señalan, “porque en algunos mencionan que es por mayoría de los presentes y en otras, que debe ser por mayoría de los integrantes.”
Objetando asimismo que dicha reforma “eliminó a los consejos municipales electorales” y propuso “la creación de oficinas municipales sin aclarar sus funciones”, violando con ello “el principio de certeza durante el proceso electoral.”
Interesante todo el planteamiento de ORTEGA y CENICEROS, merece respuesta inteligente y reflexiva. Una interlocución bastante más sustantiva y respetuosa que el bullying en redes y medios, tan común en estos días.