Cd.
Victoria, Tam.- La
defensa oficiosa de las bandas criminales emprendida por el presidente LÓPEZ
OBRADOR no es tema reciente ni aislado. Ha sido una constante rica en episodios,
a cual más siniestros y comprometedores.
Como aquel
17 de octubre de 2019 cuando ordenó la liberación del joven capo OVIDIO GUZMÁN
LÓPEZ (hijo de JOAQUÍN ARCHIVALDO GUZMÁN LOERA) horas después de su arresto en
Culiacán logrado por el ejército.
Dicho capítulo en el historial de claudicaciones perpetradas por el obradorismo es conocido ahora como el “culiacanazo”, pues las fuerzas irregulares al servicio de la familia GUZMÁN lograron avergonzar a un ejército profesional, numeroso, bien armado y pertrechado.
Se recuerda también aquel 29 de marzo del 2020, cuando AMLO saludó de mano a doña MARÍA CONSUELO LOERA, madre del “Chapo”, en algo más que un encuentro fortuito, como intentaron hacernos creer en un principio.
Videos posteriores mostraron al mandatario y su comitiva efectuando una parada para comer (refrigerio, lonche, taquiza) en el punto caminero donde ocurrió el contacto con la señora LOERA. ¡Oiga usted, casual no fue!...
Para más datos, se trata de la carretera serrana actualmente en construcción que unirá a la localidad de Badiraguato, Sinaloa, con Guadalupe y Calvo, Chihuahua.
¿En dónde?, en el corazón del llamado “triángulo dorado”, zona estratégica para el trasiego de estupefacientes, en los límites de tres estados, Sinaloa, Chihuahua y Durango.
PROTECTOR TENAZ
Ello, sin olvidar la mañanera del 20 de octubre de 2020 cuando pidió perdón al mismo personaje por llamarle “Chapo”, aclarando que “no me gusta decirle así a GUZMÁN LOERA, ofrezco disculpa”, negando de paso que JOAQUÍN ARCHIVALDO estuviera entre los hombres más ricos del mundo.
Bajo la misma consigna de mano suave con el hampa, el jefe de la nación ha viajado cuatro veces a Badiraguato para supervisar obras como la citada carretera interestatal.
En una de esas visitas, el 5 de agosto de 2021, AMLO se solidarizó con los productores de amapola y mariguana en la costa del Pacífico, por la competencia de un producto extranjero como es el fentanilo.
Y bueno, el 30 de septiembre de 2021, un grupo de sujetos armados incendió la discoteca “BabyO” de Acapulco, Guerrero. Las cámaras de seguridad captaron a tres sujetos introduciéndose al local para rociarlo con bidones de gasolina y luego prenderle fuego, mientras afuera otros dos vigilaban.
En la mañanera siguiente, primero de octubre, ANDRÉS MANUEL se adelantó a cualquier peritaje o pesquisa forense y de manera por demás apresurada, desmintió que el caso pudiera achacarse a la delincuencia organizada.
Ello, pese a que la definición más conocida de delincuencia organizada es la de un “grupo de tres o más personas que actúa concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves.”
Lo cual, oiga usted, encaja perfectamente en los sucesos registrados por las cámaras del BabyO donde, en efecto, se cometieron varios delitos graves, como allanamiento de propiedad y provocación de un incendio cuyos daños (por cierto) se estimaron en la categoría de pérdida total.
Amén de la portación de armas y que el vigilante hubo de ser hospitalizado por intoxicación debida al denso humo del siniestro. ¿Qué caso tenía negarlo y por qué con tanta prisa?... Eso sí, el hombre aprovechó la oportunidad para culpar a los medios por la difusión noticiosa que dieron al caso.
MÁS DE LO MISMO
Y bueno, el pasado viernes 27 de mayo, en su cuarta gira por la región de Badiraguato, el Presidente de México añadió un episodio más a su narrativa exculpatoria hacia las organizaciones delictivas cuando dijo:
-“No me gusta, me molesta que le llamen el triángulo dorado y ojalá entre todos busquemos la forma de llamarle el triángulo de la gente buena y trabajadora o la región de la buena vecindad o algo así. Pero ya hay que cambiar eso, porque aquí hay mucha bondad, mucha gente buena, trabajadora y no hay que estigmatizar.”
Queda claro, pues, que su romance con el bajo mundo continúa viento en popa y no tiene para cuando terminar. Algo típico de AMLO, entre más resistencia encuentra en los medios, con mayor encono se aferra en sus posturas.
Una voz inteligente comentó este fin de semana que, con ese viaje y dichas declaraciones, el mandatario estaría: “cerrando los acuerdos con sus aliados para el día 5.”
En efecto, importa observar sus recurrencias porque no se trata de excepciones a la regla. O, mejor dicho, cuando las presuntas excepciones se repiten con cierta regularidad, lo más probable es que estén formulando una regla distinta.
Recordando los comicios del 2021, a la mañana siguiente, aquella conferencia del lunes 7 de junio cuando felicitó a “los que pertenecen a la delincuencia organizada” por haberse portado bien.
Ni es ni puede ser casual, estamos ante una permisividad deliberada y una red de alianzas bien orquestada como estrategia electoral para el presente 2022, con miras a los compromisos de 2023 y 2024.
Dicho capítulo en el historial de claudicaciones perpetradas por el obradorismo es conocido ahora como el “culiacanazo”, pues las fuerzas irregulares al servicio de la familia GUZMÁN lograron avergonzar a un ejército profesional, numeroso, bien armado y pertrechado.
Se recuerda también aquel 29 de marzo del 2020, cuando AMLO saludó de mano a doña MARÍA CONSUELO LOERA, madre del “Chapo”, en algo más que un encuentro fortuito, como intentaron hacernos creer en un principio.
Videos posteriores mostraron al mandatario y su comitiva efectuando una parada para comer (refrigerio, lonche, taquiza) en el punto caminero donde ocurrió el contacto con la señora LOERA. ¡Oiga usted, casual no fue!...
Para más datos, se trata de la carretera serrana actualmente en construcción que unirá a la localidad de Badiraguato, Sinaloa, con Guadalupe y Calvo, Chihuahua.
¿En dónde?, en el corazón del llamado “triángulo dorado”, zona estratégica para el trasiego de estupefacientes, en los límites de tres estados, Sinaloa, Chihuahua y Durango.
PROTECTOR TENAZ
Ello, sin olvidar la mañanera del 20 de octubre de 2020 cuando pidió perdón al mismo personaje por llamarle “Chapo”, aclarando que “no me gusta decirle así a GUZMÁN LOERA, ofrezco disculpa”, negando de paso que JOAQUÍN ARCHIVALDO estuviera entre los hombres más ricos del mundo.
Bajo la misma consigna de mano suave con el hampa, el jefe de la nación ha viajado cuatro veces a Badiraguato para supervisar obras como la citada carretera interestatal.
En una de esas visitas, el 5 de agosto de 2021, AMLO se solidarizó con los productores de amapola y mariguana en la costa del Pacífico, por la competencia de un producto extranjero como es el fentanilo.
Y bueno, el 30 de septiembre de 2021, un grupo de sujetos armados incendió la discoteca “BabyO” de Acapulco, Guerrero. Las cámaras de seguridad captaron a tres sujetos introduciéndose al local para rociarlo con bidones de gasolina y luego prenderle fuego, mientras afuera otros dos vigilaban.
En la mañanera siguiente, primero de octubre, ANDRÉS MANUEL se adelantó a cualquier peritaje o pesquisa forense y de manera por demás apresurada, desmintió que el caso pudiera achacarse a la delincuencia organizada.
Ello, pese a que la definición más conocida de delincuencia organizada es la de un “grupo de tres o más personas que actúa concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves.”
Lo cual, oiga usted, encaja perfectamente en los sucesos registrados por las cámaras del BabyO donde, en efecto, se cometieron varios delitos graves, como allanamiento de propiedad y provocación de un incendio cuyos daños (por cierto) se estimaron en la categoría de pérdida total.
Amén de la portación de armas y que el vigilante hubo de ser hospitalizado por intoxicación debida al denso humo del siniestro. ¿Qué caso tenía negarlo y por qué con tanta prisa?... Eso sí, el hombre aprovechó la oportunidad para culpar a los medios por la difusión noticiosa que dieron al caso.
MÁS DE LO MISMO
Y bueno, el pasado viernes 27 de mayo, en su cuarta gira por la región de Badiraguato, el Presidente de México añadió un episodio más a su narrativa exculpatoria hacia las organizaciones delictivas cuando dijo:
-“No me gusta, me molesta que le llamen el triángulo dorado y ojalá entre todos busquemos la forma de llamarle el triángulo de la gente buena y trabajadora o la región de la buena vecindad o algo así. Pero ya hay que cambiar eso, porque aquí hay mucha bondad, mucha gente buena, trabajadora y no hay que estigmatizar.”
Queda claro, pues, que su romance con el bajo mundo continúa viento en popa y no tiene para cuando terminar. Algo típico de AMLO, entre más resistencia encuentra en los medios, con mayor encono se aferra en sus posturas.
Una voz inteligente comentó este fin de semana que, con ese viaje y dichas declaraciones, el mandatario estaría: “cerrando los acuerdos con sus aliados para el día 5.”
En efecto, importa observar sus recurrencias porque no se trata de excepciones a la regla. O, mejor dicho, cuando las presuntas excepciones se repiten con cierta regularidad, lo más probable es que estén formulando una regla distinta.
Recordando los comicios del 2021, a la mañana siguiente, aquella conferencia del lunes 7 de junio cuando felicitó a “los que pertenecen a la delincuencia organizada” por haberse portado bien.
Ni es ni puede ser casual, estamos ante una permisividad deliberada y una red de alianzas bien orquestada como estrategia electoral para el presente 2022, con miras a los compromisos de 2023 y 2024.