Cd.
Victoria.- Es añeja la culpa que
carga como un estigma el exjefe de gobierno capitalino y hoy canciller MARCELO
EBRARD CASAUBÓN en todo lo que concierne a la línea 12 del Metro.
Marca en la frente que desde 2013 le fue impuesta por su examigo y sucesor MIGUEL ANGEL MANCERA, cuando dicha corrida del tren urbano empezó a presentar las primeras fallas.
Azuzada por el gobierno de MANCERA, la comentocracia nacional descargó en EBRARD toda la responsabilidad por descomposturas y fallas. El personaje estaba en la banca y esto lo facilitaba todo.
Curiosidades de la política mexicana, MIGUEL ANGEL fue el colaborador favorito (Procurador) de MARCELO en la administración 2006-2012 del entonces llamado Distrito Federal. Fue su delfín, su proyecto personal como relevo al cargo.
Importa recordar el umbral que vivieron las organizaciones de izquierda en aquel 2012, tras la segunda derrota de AMLO en la carrera presidencial y el triunfo del priísta ENRIQUE PEÑA NIETO.
Ese año, LÓPEZ OBRADOR se separa por fin del PRD y anuncia su decisión de convertir en partido lo que entonces era una asociación política denominada “Movimiento de Regeneración Nacional” (MORENA).
En paralelo, el 2 de diciembre de aquel 2012, nace el llamado “Pacto por México” firmado en el Castillo de Chapultepec donde los tres principales partidos del país (PRI, PAN, PRD) acordaron un paquete de reformas en temas tan diversos como el hacendario, financiero, educativo y de telecomunicaciones .
El PRD ya para entonces controlado por CHUCHO ZAMBRANO, iniciaba un viraje profundo hacia la derecha que prácticamente lo empataba con el modelo económico del PRI.
Argucia de CHUCHO que le costaría al PRD una hemorragia masiva de cuadros, operadores, dirigentes, simpatizantes y votantes en atropellada mudanza hacia MORENA.
PARRICIDIO
CHILANGO
Curiosamente, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, MIGUEL MANCERA va a sorprender a la opinión pública cuando decide (1) quedarse en el desfalleciente PRD y además (2) declararle la guerra a su antecesor, MARCELO EBRARD a quien debía en buena medida la carrera política y el cargo.
Sintió llegar la hora de la traición y rompió el cordón umbilical de la peor manera posible, mediante una campaña negra de prensa acusando a su antecesor de presuntos actos de corrupción vinculados a la línea 12 del metro.
Problemas que desde aquellos años implicaron sanciones a funcionarios involucrados en dicha obra y también un costoso proyecto de reparación y ampliación que se extenderá a lo largo de su sexenio, del 2012 al 2018.
Ello, mientras EBRARD permanecerá en la fría banca, haciendo discretas tareas de partido junto a LÓPEZ OBRADOR, en el naciente proyecto de MORENA.
Conocemos bien la historia posterior. Llega el 2018 y en la sucesión de MANCERA, su partido, el PRD, postula a la exdirigente nacional ALEJANDRA BARRALES, una aspirante de bajísimo perfil que será arrollada por la candidata de MORENA, CLAUDIA SHEIMBAUM.
En paralelo, MANCERA conquista su cargo actual. Se trepa al columpio como senador de representación proporcional por el mismo PRD, organismo hoy minoritario, convertido en comparsa del PRI y el PAN.
Vueltas que da la vida, el formidable triunfo de LÓPEZ OBRADOR en 2018 trae de regreso a MARCELO EBRARD quien se convierte en Secretario de Relaciones Exteriores y aspirante franco a la primera magistratura del país para el 2024.
Ya con AMLO en la presidencia, entre diciembre de 2018 y la actual primavera del 2021, la línea 12 siguió creciendo en extensión y conexiones. El ascenso de SHEINBAUM la habrá de involucrar desde su llegada en las obras de dicho sistema de transporte colectivo metro.
Mucho por reparar, demasiados problemas, sobre todo los que afloraron de golpe tras los terremotos del 2017. Se multiplican los focos rojos en las gigantescas torres de concreto y acero llamadas “ballenas”, así como en el sistema de vigas transversales (trabes) que dan soporte a los rieles.
RECUENTO
DE DAÑOS
Hay de todo en esos diagnósticos, mala planeación, vicios de origen, errores de diseño, daños estructurales atribuibles a factores sísmicos. Pero también, recortes brutales al presupuesto de mantenimiento, cuyo principal artífice vive en Palacio Nacional.
Así llegamos al pasado lunes 3 de mayo, hace una semana, cuando ocurre el derrumbe de la vía elevada en la alcaldía de Tláhuac, entre las estaciones Olivos y Tezonco, con un reporte inicial de 25 muertos y 80 heridos.
Enésimo escándalo nacional que enluta familias y obliga al gobierno a dar explicaciones, prometer la investigación necesaria, indemnizar a los deudos y sancionar culpables.
No es sencilla la tarea de diagnóstico en fallas de dicha complejidad. Tampoco el deslinde de responsabilidades, identificar quienes fallaron y cómo. Saber si fue por corrupción, ineptitud, prisa o una mezcla infame de todo ello.
Por eso la actual cacería es de políticos, porque es lo más fácil, sus caras están a la vista. Para la opinión pública mayoritaria son, por definición, ineficientes, zánganos y corruptos.
Resulta más cómodo culpar a los hombres públicos que a las compañías privadas a menudo invisibles, esa tecnocracia oscura que ha tenido a su cargo el diseño de proyectos, la construcción y tareas posteriores de mantenimiento.
Aunque, siendo sinceros, son la otra cara de este capitalismo de compadres donde la negligencia, el importamadrismo y el dinero fácil van de la mano.
Y, bueno, a la hora del reparto de culpas, los medios capitalinos se llenan de señalamientos interesados que buscan descargar responsabilidades sobre el funcionario de sus preferencias. El que les caiga más mal.
El asunto involucra de lleno a dos presidenciables, EBRARD y SHEINBAUM, ambos tema favorito de caricaturistas, columnas, memes y ataques anónimos en redes.
Al respecto tendría que ser llamado a informar el propio MANCERA (hoy protegido por el fuero de senador) cuya administración sufragó las ampliaciones mayores y los costosos remiendos en la polémica línea 12 del metro.
Aún más caótica se vuelve la interpretación de los hechos si le añadimos la prisa que hoy tienen las autoridades del país por lavarse la cara lo más pronto posible, cuando faltan 26 días para las elecciones y saben bien que la inconformidad ciudadana tiene un costo en las urnas.
Marca en la frente que desde 2013 le fue impuesta por su examigo y sucesor MIGUEL ANGEL MANCERA, cuando dicha corrida del tren urbano empezó a presentar las primeras fallas.
Azuzada por el gobierno de MANCERA, la comentocracia nacional descargó en EBRARD toda la responsabilidad por descomposturas y fallas. El personaje estaba en la banca y esto lo facilitaba todo.
Curiosidades de la política mexicana, MIGUEL ANGEL fue el colaborador favorito (Procurador) de MARCELO en la administración 2006-2012 del entonces llamado Distrito Federal. Fue su delfín, su proyecto personal como relevo al cargo.
Importa recordar el umbral que vivieron las organizaciones de izquierda en aquel 2012, tras la segunda derrota de AMLO en la carrera presidencial y el triunfo del priísta ENRIQUE PEÑA NIETO.
Ese año, LÓPEZ OBRADOR se separa por fin del PRD y anuncia su decisión de convertir en partido lo que entonces era una asociación política denominada “Movimiento de Regeneración Nacional” (MORENA).
En paralelo, el 2 de diciembre de aquel 2012, nace el llamado “Pacto por México” firmado en el Castillo de Chapultepec donde los tres principales partidos del país (PRI, PAN, PRD) acordaron un paquete de reformas en temas tan diversos como el hacendario, financiero, educativo y de telecomunicaciones .
El PRD ya para entonces controlado por CHUCHO ZAMBRANO, iniciaba un viraje profundo hacia la derecha que prácticamente lo empataba con el modelo económico del PRI.
Argucia de CHUCHO que le costaría al PRD una hemorragia masiva de cuadros, operadores, dirigentes, simpatizantes y votantes en atropellada mudanza hacia MORENA.
Curiosamente, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, MIGUEL MANCERA va a sorprender a la opinión pública cuando decide (1) quedarse en el desfalleciente PRD y además (2) declararle la guerra a su antecesor, MARCELO EBRARD a quien debía en buena medida la carrera política y el cargo.
Sintió llegar la hora de la traición y rompió el cordón umbilical de la peor manera posible, mediante una campaña negra de prensa acusando a su antecesor de presuntos actos de corrupción vinculados a la línea 12 del metro.
Problemas que desde aquellos años implicaron sanciones a funcionarios involucrados en dicha obra y también un costoso proyecto de reparación y ampliación que se extenderá a lo largo de su sexenio, del 2012 al 2018.
Ello, mientras EBRARD permanecerá en la fría banca, haciendo discretas tareas de partido junto a LÓPEZ OBRADOR, en el naciente proyecto de MORENA.
Conocemos bien la historia posterior. Llega el 2018 y en la sucesión de MANCERA, su partido, el PRD, postula a la exdirigente nacional ALEJANDRA BARRALES, una aspirante de bajísimo perfil que será arrollada por la candidata de MORENA, CLAUDIA SHEIMBAUM.
En paralelo, MANCERA conquista su cargo actual. Se trepa al columpio como senador de representación proporcional por el mismo PRD, organismo hoy minoritario, convertido en comparsa del PRI y el PAN.
Vueltas que da la vida, el formidable triunfo de LÓPEZ OBRADOR en 2018 trae de regreso a MARCELO EBRARD quien se convierte en Secretario de Relaciones Exteriores y aspirante franco a la primera magistratura del país para el 2024.
Ya con AMLO en la presidencia, entre diciembre de 2018 y la actual primavera del 2021, la línea 12 siguió creciendo en extensión y conexiones. El ascenso de SHEINBAUM la habrá de involucrar desde su llegada en las obras de dicho sistema de transporte colectivo metro.
Mucho por reparar, demasiados problemas, sobre todo los que afloraron de golpe tras los terremotos del 2017. Se multiplican los focos rojos en las gigantescas torres de concreto y acero llamadas “ballenas”, así como en el sistema de vigas transversales (trabes) que dan soporte a los rieles.
Hay de todo en esos diagnósticos, mala planeación, vicios de origen, errores de diseño, daños estructurales atribuibles a factores sísmicos. Pero también, recortes brutales al presupuesto de mantenimiento, cuyo principal artífice vive en Palacio Nacional.
Así llegamos al pasado lunes 3 de mayo, hace una semana, cuando ocurre el derrumbe de la vía elevada en la alcaldía de Tláhuac, entre las estaciones Olivos y Tezonco, con un reporte inicial de 25 muertos y 80 heridos.
Enésimo escándalo nacional que enluta familias y obliga al gobierno a dar explicaciones, prometer la investigación necesaria, indemnizar a los deudos y sancionar culpables.
No es sencilla la tarea de diagnóstico en fallas de dicha complejidad. Tampoco el deslinde de responsabilidades, identificar quienes fallaron y cómo. Saber si fue por corrupción, ineptitud, prisa o una mezcla infame de todo ello.
Por eso la actual cacería es de políticos, porque es lo más fácil, sus caras están a la vista. Para la opinión pública mayoritaria son, por definición, ineficientes, zánganos y corruptos.
Resulta más cómodo culpar a los hombres públicos que a las compañías privadas a menudo invisibles, esa tecnocracia oscura que ha tenido a su cargo el diseño de proyectos, la construcción y tareas posteriores de mantenimiento.
Aunque, siendo sinceros, son la otra cara de este capitalismo de compadres donde la negligencia, el importamadrismo y el dinero fácil van de la mano.
Y, bueno, a la hora del reparto de culpas, los medios capitalinos se llenan de señalamientos interesados que buscan descargar responsabilidades sobre el funcionario de sus preferencias. El que les caiga más mal.
El asunto involucra de lleno a dos presidenciables, EBRARD y SHEINBAUM, ambos tema favorito de caricaturistas, columnas, memes y ataques anónimos en redes.
Al respecto tendría que ser llamado a informar el propio MANCERA (hoy protegido por el fuero de senador) cuya administración sufragó las ampliaciones mayores y los costosos remiendos en la polémica línea 12 del metro.
Aún más caótica se vuelve la interpretación de los hechos si le añadimos la prisa que hoy tienen las autoridades del país por lavarse la cara lo más pronto posible, cuando faltan 26 días para las elecciones y saben bien que la inconformidad ciudadana tiene un costo en las urnas.