Cd. Victoria,
Tam.- El pasado 31 de marzo,
la candidata morenista a la Presidencia de la República CLAUDIA SHEINBAUM
aprovechó su visita al estado de Morelos para insistir en la necesidad de remover
(correr, cesar, cambiar) al fiscal general del estado URIEL CARMONA.
Piedra en el zapato del actual mandatario CUAUHTÉMOC BLANCO y herencia, en efecto, del anterior gobierno perredista que encabezó GRACO RAMÍREZ.
En esta columna me he ocupado del caso desde aquel verano de 2023 cuando un combinado de fuerzas federales y estatales lo arrestó en Cuernavaca, acusado de ineptitud y presunto encubrimiento en la investigación de un feminicidio que tuvo lugar en octubre de 2022.
Burocratismo, lentitud o torpeza que si se castigara parejo, las cárceles del país estarían atiborradas de fiscales y toda suerte de funcionarios ministeriales y de justicia, si recordamos los gigantescos rezagos que suelen lucir todas las fiscalías, federal y estatales.
Entre los aspectos polémicos es que se haya ordenado su arresto (pese a tener fuero) desde la Fiscalía de Ciudad de México, por entonces a cargo de ERNESTINA GODOY, actual candidata a senadora.
CALVARIO DE URIEL
Pero bueno, el asunto es que al fiscal con nombre de profeta lo guardaron un rato en prisión preventiva, nada menos que en Almoloya. Muchos forcejeos en torno a su caso, mire usted. Como la burrita de la canción aquella, unos pasos adelante y otros tantos para atrás.
En principio, lo detienen por los cargos antes dichos el 4 de agosto del 2023. Sale libre cuatro semanas después (primero de septiembre) pero en el mismo ratito le hacen buena una segunda orden de aprehensión.
Estará entonces bajo sombra tres semanas más, hasta su segunda liberación, el 22 de septiembre del mismo 2023, con lo cual regresó al cargo.
Durante los meses posteriores, hemos visto ir y venir alegatos en favor y en contra del desafuero en el congreso local de Morelos pero el hombre (como el dinosaurio del cuento) sigue ahí.
Por ello la doctora SHEINBAUM se permitió insistir en que la ciudadanía de dicha entidad debe salir a votar el próximo junio en favor de las fórmulas morenistas para contar así con la mayoría necesaria que permita despedir al fiscal pues, dijo, “no ha trabajado para reducir la inseguridad” en Morelos.
VERACRUZ Y GUANAJUATO
Aunque no es el único caso ni el más grave. También en Guanajuato, tras el asesinato de la candidata guinda en Celaya GISELA GAYTÁN. Le llueve sobre mojado al fiscal CARLOS ZAMARRIPA del que prácticamente todo el espectro obradorista está pidiendo su reemplazo.
Como acaba de ocurrir, precisamente, en Guerrero, donde gobierna la morenista EVELYN SALGADO y en común acuerdo, civiles y castrenses aceptaron sin chistar la sugerencia mañanera de correr a la fiscal SANDRA LUZ VALDOVINOS, quien este miércoles fue reemplazada en el mando por el abogado militar con grado de coronel ZIPACNÁ JESÚS TORRES.
El episodio veracruzano es tanto o más patético que el de Morelos. El abogado JORGE WINCKLER llegó al cargo en 2016, bajo el gobierno panista de MIGUEL ÁNGEL YUNES, para un mandato de 9 años que debería concluir en 2025.
Pero el sucesor de YUNES, el morenista CUITLÁHUAC GARCÍA tenía otros planes. En septiembre de 2019, el congreso destituye a WINCKLER, según se dijo “por no cumplir con el mandato constitucional de contar con certificación de confianza y su revalidación.”
De inmediato, un juez le obsequió una orden de aprehensión donde se le acusa, entre otros cargos, de desaparición forzada y privación ilegal de la libertad en modalidad de secuestro
En años sucesivos será detenido, preso en Almoloya, amparado, liberado y vuelto a capturar hace cosa de mes y medio (febrero 16 de 2024) para ser conducido al penal de “Pacho Viejo”, en Coatepec, Veracruz.
BATALLAS CAMPALES
Tampoco es menor la tormenta desatada por el gobernador SAMUEL GARCÍA contra el fiscal priísta PEDRO ARCE, quien entró al relevo cuando el titular originalmente votado, GUSTAVO ADOLFO GUERRERO, decidió jubilarse en octubre de 2022, ante el alud de críticas suscitadas luego del feminicidio conocido como “Caso DEBAHNY”.
Con la modalidad de que SAMUEL echa mano a una nutrida colección de insultos, igual si se trata de un partido opositor que de periodistas críticos y (como es el caso) un fiscal incómodo al que llama corrupto, patán y capo, pidiendo a gritos que alguna autoridad nacional se lo quite de encima.
Por supuesto, de uno a otro hay diferencias. Ni todos los fiscales son madres de la caridad ni tampoco todos los gobernadores que los enfrentan pueden ser ubicados en el terreno de la arbitrariedad o el abuso. Cada caso es distinto.
AYER Y HOY
Volviendo con Veracruz, un detalle curioso es que JORGE WINCKLER encabezó, en el gobierno de YUNES, una batida contra las corruptelas del exmandatario priísta JAVIER DUARTE DE OCHOA.
Sin olvidar el dato curioso de que el propio JAVIER DUARTE DE OCHOA, desde su celda en el Reclusorio Norte capitalino, haya publicado en las redes una plegaria con sabor de ironía donde dijo rogar al ser supremo para que (sus enemigos) YUNES y WINCKLER no fueran torturados, ni les fabriquen delitos, ni hostiguen a sus esposas (como le ocurrió a él).
Perseguidores de ayer, perseguidos hoy, vaticinio implacable. Pasa entre gobernadores, también entre estos con los fiscales heredados y, por supuesto, entre fiscales, los que llegan y los que se fueron.
Piedra en el zapato del actual mandatario CUAUHTÉMOC BLANCO y herencia, en efecto, del anterior gobierno perredista que encabezó GRACO RAMÍREZ.
En esta columna me he ocupado del caso desde aquel verano de 2023 cuando un combinado de fuerzas federales y estatales lo arrestó en Cuernavaca, acusado de ineptitud y presunto encubrimiento en la investigación de un feminicidio que tuvo lugar en octubre de 2022.
Burocratismo, lentitud o torpeza que si se castigara parejo, las cárceles del país estarían atiborradas de fiscales y toda suerte de funcionarios ministeriales y de justicia, si recordamos los gigantescos rezagos que suelen lucir todas las fiscalías, federal y estatales.
Entre los aspectos polémicos es que se haya ordenado su arresto (pese a tener fuero) desde la Fiscalía de Ciudad de México, por entonces a cargo de ERNESTINA GODOY, actual candidata a senadora.
Pero bueno, el asunto es que al fiscal con nombre de profeta lo guardaron un rato en prisión preventiva, nada menos que en Almoloya. Muchos forcejeos en torno a su caso, mire usted. Como la burrita de la canción aquella, unos pasos adelante y otros tantos para atrás.
En principio, lo detienen por los cargos antes dichos el 4 de agosto del 2023. Sale libre cuatro semanas después (primero de septiembre) pero en el mismo ratito le hacen buena una segunda orden de aprehensión.
Estará entonces bajo sombra tres semanas más, hasta su segunda liberación, el 22 de septiembre del mismo 2023, con lo cual regresó al cargo.
Durante los meses posteriores, hemos visto ir y venir alegatos en favor y en contra del desafuero en el congreso local de Morelos pero el hombre (como el dinosaurio del cuento) sigue ahí.
Por ello la doctora SHEINBAUM se permitió insistir en que la ciudadanía de dicha entidad debe salir a votar el próximo junio en favor de las fórmulas morenistas para contar así con la mayoría necesaria que permita despedir al fiscal pues, dijo, “no ha trabajado para reducir la inseguridad” en Morelos.
Aunque no es el único caso ni el más grave. También en Guanajuato, tras el asesinato de la candidata guinda en Celaya GISELA GAYTÁN. Le llueve sobre mojado al fiscal CARLOS ZAMARRIPA del que prácticamente todo el espectro obradorista está pidiendo su reemplazo.
Como acaba de ocurrir, precisamente, en Guerrero, donde gobierna la morenista EVELYN SALGADO y en común acuerdo, civiles y castrenses aceptaron sin chistar la sugerencia mañanera de correr a la fiscal SANDRA LUZ VALDOVINOS, quien este miércoles fue reemplazada en el mando por el abogado militar con grado de coronel ZIPACNÁ JESÚS TORRES.
El episodio veracruzano es tanto o más patético que el de Morelos. El abogado JORGE WINCKLER llegó al cargo en 2016, bajo el gobierno panista de MIGUEL ÁNGEL YUNES, para un mandato de 9 años que debería concluir en 2025.
Pero el sucesor de YUNES, el morenista CUITLÁHUAC GARCÍA tenía otros planes. En septiembre de 2019, el congreso destituye a WINCKLER, según se dijo “por no cumplir con el mandato constitucional de contar con certificación de confianza y su revalidación.”
De inmediato, un juez le obsequió una orden de aprehensión donde se le acusa, entre otros cargos, de desaparición forzada y privación ilegal de la libertad en modalidad de secuestro
En años sucesivos será detenido, preso en Almoloya, amparado, liberado y vuelto a capturar hace cosa de mes y medio (febrero 16 de 2024) para ser conducido al penal de “Pacho Viejo”, en Coatepec, Veracruz.
Tampoco es menor la tormenta desatada por el gobernador SAMUEL GARCÍA contra el fiscal priísta PEDRO ARCE, quien entró al relevo cuando el titular originalmente votado, GUSTAVO ADOLFO GUERRERO, decidió jubilarse en octubre de 2022, ante el alud de críticas suscitadas luego del feminicidio conocido como “Caso DEBAHNY”.
Con la modalidad de que SAMUEL echa mano a una nutrida colección de insultos, igual si se trata de un partido opositor que de periodistas críticos y (como es el caso) un fiscal incómodo al que llama corrupto, patán y capo, pidiendo a gritos que alguna autoridad nacional se lo quite de encima.
Por supuesto, de uno a otro hay diferencias. Ni todos los fiscales son madres de la caridad ni tampoco todos los gobernadores que los enfrentan pueden ser ubicados en el terreno de la arbitrariedad o el abuso. Cada caso es distinto.
Volviendo con Veracruz, un detalle curioso es que JORGE WINCKLER encabezó, en el gobierno de YUNES, una batida contra las corruptelas del exmandatario priísta JAVIER DUARTE DE OCHOA.
Sin olvidar el dato curioso de que el propio JAVIER DUARTE DE OCHOA, desde su celda en el Reclusorio Norte capitalino, haya publicado en las redes una plegaria con sabor de ironía donde dijo rogar al ser supremo para que (sus enemigos) YUNES y WINCKLER no fueran torturados, ni les fabriquen delitos, ni hostiguen a sus esposas (como le ocurrió a él).
Perseguidores de ayer, perseguidos hoy, vaticinio implacable. Pasa entre gobernadores, también entre estos con los fiscales heredados y, por supuesto, entre fiscales, los que llegan y los que se fueron.