lunes, 2 de agosto de 2021

De consultas basura

Cd. Victoria, Tam.- Su primer referéndum fue el del aeropuerto, en etapa temprana, promovido en calidad de presidente electo, entre el 25 y el 28 de octubre de 2018. Observe usted los datos críticos:
El sabio pueblo tendría que elegir entre dos opciones planteadas (el NAIM o Santa Lucía) sin poseer el conocimiento especializado en aeronáutica. Requisito clave.
No existió (como en otros paises) una campaña previa de exposición didáctica y equitativa sobre las características, pros y contras de cada opción. La gente votó prácticamente a ciegas, sin saber qué proyecto era más seguro, conveniente, adecuado, funcional, viable.
Hicieron todo con prisa, pesando sobre la consulta la opinión determinante de AMLO, entonces muy acreditada por los 30 millones de votos cosechados semanas atrás. De manera mecánica ganó Santa Lucía.
Ya en el poder, nos ha tocado ver a LÓPEZ OBRADOR haciendo ejercicios a mano alzada durante sus giras de trabajo, donde gente muy humilde contesta, en automático, lo que su dadivoso líder quiere que le respondan.
Todo inducido, como aquella vez que preguntó sobre política exterior a un auditorio mayoritariamente campirano, mujeres y ancianos sentados con el respectivo itacate sobre las piernas, la bolsa de mandado obsequiada minutos antes.
Cámaras y micrófonos de presidencia debidamente concentrados en esas primeras filas llenas de gente incondicional, moldeable, agradecida.
El hombre alzó entonces los brazos al cielo, preguntando al público asistente:
-“¿Verdad que no debo pelearme con TRUMP?”
La respuesta obvia:
 -“¡Nooooo!”.
-“¿Verdad que sí debo dialogar con él?”
-“¡Siiiiii!….”
El tabasqueño dirigiría entonces su mirada a la cámara para darle el toque final a la comedia, engrosando la voz hasta alcanzar un tono gutural, rasposo, cercano a un rugido feliz:
-“Así gobierno yooooo, ¡consultando al puebloooo!...”
Por supuesto, las preguntas sobran, cuando la respuesta está decidida de manera previa. O, más bien, dejan de ser consultas para convertirse en un ritual hueco, meramente publicitario. Una burla.
 
LO MÁS RECIENTE
En el referéndum de este domingo, lo que menos importaba eran los resultados. La Carta Magna y su legislación secundaria facultan totalmente al Jefe del Ejecutivo para que disponga investigar y castigar los delitos cometidos por servidores públicos, incluyendo los expresidentes.
Ninguno de los conteos posibles o imaginables pueden impedir a la fiscalía federal la acción que le venga en gana. Es su función, su obligación, la ley la faculta, para eso está.
Lo único que cambia es que la hacienda pública ahora tiene 528 millones de pesos menos, costo estimado de la consulta.
La pregunta misma es un galimatías farragoso, infame. Sintetizada al máximo sería el equivalente a: “¿quieres que se cumpla la ley?”
Ojo al detalle, no se está proponiendo una nueva ley. Tan solo aplicar la vigente, la que castiga puntual y explícitamente los delitos cometidos por servidores públicos.
Y mire usted, la voluntad del presidente está por encima de este fallido ejercicio de democracia participativa si recordamos que el ministerio público no necesita permiso para cumplir su cometido.
Por vinculante que parezca el resultado, aun suponiendo que ganara el “NO” o incluso en un escenario donde el “SÍ” predomine pero no logre el mínimo necesario (37 millones), de todos modos el Presidente tiene y tendrá la última palabra. Si AMLO quiere se castiga, punto.
Preguntar a la gente resulta tan innecesario y ocioso como el referido caso del aeropuerto o el episodio campirano narrado líneas arriba, el de la consulta a mano alzada. Esfuerzos improductivos con una buena dosis de humor involuntario.
El común denominador, en todos los casos, es el RUIDO MEDIÁTICO, al que tan marcada propensión tiene el mandatario. Propaganda, omnipresencia de la figura presidencial en redes y conductos por donde se genera y divulga la opinión pública nacional. Basura.
Redactada esta columna poco después de las 18:30 horas del domingo, las imágenes hablan por sí mismas. No hace falta esperar el conteo para testificar el gigantesco desaire. Casillas vacías en toda la república.
Ya encontrará AMLO a quien echarle la culpa en la mañanera de este lunes. Al propio INE, a su titular LORENZO CÓRDOVA, a la prensa conservadora, las redes neoliberales, los fifís, la derecha, la clase media.
Las explicaciones de fondo vendrán después; lo cierto, hoy por hoy, es su total fracaso.