Cd. Victoria.- Parece asunto de risa, pero no es cualquier cosa el
dislate cometido por el servicio de monitoreo satelital GOOGLE MAPS, filial de la
empresa californiana ALFHABET, propiedad de SERGUÉI BRIN y LARRY PAGE.
No sabemos con exactitud cuando ocurrió la pifia, solo que este fin de semana, redes y medios reportaron jocosamente que el puerto aéreo en construcción “FELIPE ÁNGELES” en la localidad de Santa Lucía, municipio de Zumpango, Estado de México, aparecía renombrado como: “AEROPUERTO INTERNACIONAL FELIPE CALDERÓN HINOJOSA.”
Así, con letras rojas y su respectivo símbolo de localización, visible de lejos y de cerca, lo mismo en el mapa regular que en la versión satelital, en dos y tres dimensiones.
Poco después del mediodía, el error fue suprimido, desapareció sin mayor explicación, aunque ya para entonces las redes estaban gozando intensamente el dislate.
Entre otras razones el asunto tiene importancia porque:
(1) No es cualquier obra la afectada por la confusión. Se trata del polémico aeropuerto en Santa Lucía, defendido a ultranza por el presidente LÓPEZ OBRADOR. Construcción que fue encomendada al sector castrense y bautizada con el nombre de un militar revolucionario, el general hidalguense FELIPE DE JESÚS ÁNGELES RAMÍREZ.
(2) Y también porque el nombre superpuesto alude al principal enemigo de AMLO, el expresidente panista FELIPE CALDERÓN, quien le arrebató el triunfo en 2006.
La figura política contra la cuál ha enderezado la mayor parte de sus ataques en las conferencias matutinas, incluyendo el apodo que hoy acompaña a CALDERÓN, el de “Borolas”.
(3) En la víspera pasaron muchas cosas. Los medios habían dado a conocer el logotipo oficial del citado aeropuerto, haciéndolo ver como un diseño de pésima factura.
Dibujo casi infantil que yuxtapone el perfil de un avión con la torre de control, cuatro letras grandes en celeste agrisado que dicen AIFA (siglas de la obra) y algo parecido a un tapete gris en perspectiva donde se lee: “AEROPUERTO INTERNACIONAL FELIPE ÁNGELES”.
Logotipo en cuya parte superior aparece la figura de un mamut y donde (por cierto) las dos letras “A”, en su parte inferior, parecen sugerir una “M”, siglas ambas de ANDRÉS MANUEL.
(4) Por igual, en días previos, la opinión pública había estado asimilando el tema de los libros de texto, en cuyo proceso de revisión, la SEP ha convocado a diseñadores para que contribuyan con ilustraciones (ojo al dato) de manera gratuita, regalando su trabajo, sin paga alguna. Lo cuál hizo estallar al gremio de las artes gráficas.
(5) Y bueno, todo se le fue juntando (para mal) al Gobierno de la República durante la semana. Los artistas enojados, el logotipo horrendo y (para rematar) la errata cruel de GOOGLE MAPS que no parece nada casual.
Sobre esto último cabe subrayar la intención que vemos implícita en el cambio de etiqueta. No fue cualquier nombre el que implantaron. Honrar a FELIPE CALDERÓN HINOJOSA en el traspatio obradorista equivale a invocar la soga en casa del ahorcado.
(7) De aquí el subtema que las redes manejaron este domingo, tratándose de un hombre de reacciones tan previsibles como sin duda lo es LÓPEZ OBRADOR. Lo imaginaron iracundo (“¡Eso si calienta¡”) y hubo quien le recordó la creencia popular de que hace daño comer aguacate después de un coraje.
(8) Y más allá de la presunta mala suerte de AMLO (o si un día echa malas y el otro también), me parece que la empresa a cargo de GOOGLE MAPS tiene mucho que explicarnos. Es su obligación, porque este amarre de navajas no puede ser fortuito y menos en etapa electoral.
Podrán despreciar a LÓPEZ OBRADOR, pero los mexicanos nos merecemos una respuesta creíble por parte de dicha compañía. Esto que hicieron no fue cualquier cosa, se trató de un tiro de precisión con una puntería escalofriante.
Fue un chingadazo muy bien puesto, con lujo de estrategia. Lo lanzaron al tiempo justo para dar tema y tiempo suficiente a columnas y caricaturas del día lunes. Calcularon el momento, eso que llaman “timing”, sentido de la oportunidad.
Escribo esta reflexión en la tarde del domingo 11 de abril. Será importante aquilatar también la reacción del gobierno mexicano, que no debe hacerse esperar.
El presidente se ha vuelto predecible y sus adversarios lo saben. Todo indica que ya le tomaron la medida y han elegido los fines de semana para lanzar sus buscapiés peor intencionados, sabedores de que el patriarca lanzará rayos y centellas desde su púlpito al siguiente lunes.
Esperemos que esta vez se comporte a la altura (si es que ello fuera posible) y no acuda a su recurrente cacería de brujas, más allá del consabido patatús, supiritaco, soponcio, telele o chiripiorca que el episodio haya causado en su (de por sí) fatigoso estado de salud.
No sabemos con exactitud cuando ocurrió la pifia, solo que este fin de semana, redes y medios reportaron jocosamente que el puerto aéreo en construcción “FELIPE ÁNGELES” en la localidad de Santa Lucía, municipio de Zumpango, Estado de México, aparecía renombrado como: “AEROPUERTO INTERNACIONAL FELIPE CALDERÓN HINOJOSA.”
Así, con letras rojas y su respectivo símbolo de localización, visible de lejos y de cerca, lo mismo en el mapa regular que en la versión satelital, en dos y tres dimensiones.
Poco después del mediodía, el error fue suprimido, desapareció sin mayor explicación, aunque ya para entonces las redes estaban gozando intensamente el dislate.
Entre otras razones el asunto tiene importancia porque:
(1) No es cualquier obra la afectada por la confusión. Se trata del polémico aeropuerto en Santa Lucía, defendido a ultranza por el presidente LÓPEZ OBRADOR. Construcción que fue encomendada al sector castrense y bautizada con el nombre de un militar revolucionario, el general hidalguense FELIPE DE JESÚS ÁNGELES RAMÍREZ.
(2) Y también porque el nombre superpuesto alude al principal enemigo de AMLO, el expresidente panista FELIPE CALDERÓN, quien le arrebató el triunfo en 2006.
La figura política contra la cuál ha enderezado la mayor parte de sus ataques en las conferencias matutinas, incluyendo el apodo que hoy acompaña a CALDERÓN, el de “Borolas”.
(3) En la víspera pasaron muchas cosas. Los medios habían dado a conocer el logotipo oficial del citado aeropuerto, haciéndolo ver como un diseño de pésima factura.
Dibujo casi infantil que yuxtapone el perfil de un avión con la torre de control, cuatro letras grandes en celeste agrisado que dicen AIFA (siglas de la obra) y algo parecido a un tapete gris en perspectiva donde se lee: “AEROPUERTO INTERNACIONAL FELIPE ÁNGELES”.
Logotipo en cuya parte superior aparece la figura de un mamut y donde (por cierto) las dos letras “A”, en su parte inferior, parecen sugerir una “M”, siglas ambas de ANDRÉS MANUEL.
(4) Por igual, en días previos, la opinión pública había estado asimilando el tema de los libros de texto, en cuyo proceso de revisión, la SEP ha convocado a diseñadores para que contribuyan con ilustraciones (ojo al dato) de manera gratuita, regalando su trabajo, sin paga alguna. Lo cuál hizo estallar al gremio de las artes gráficas.
(5) Y bueno, todo se le fue juntando (para mal) al Gobierno de la República durante la semana. Los artistas enojados, el logotipo horrendo y (para rematar) la errata cruel de GOOGLE MAPS que no parece nada casual.
Sobre esto último cabe subrayar la intención que vemos implícita en el cambio de etiqueta. No fue cualquier nombre el que implantaron. Honrar a FELIPE CALDERÓN HINOJOSA en el traspatio obradorista equivale a invocar la soga en casa del ahorcado.
(7) De aquí el subtema que las redes manejaron este domingo, tratándose de un hombre de reacciones tan previsibles como sin duda lo es LÓPEZ OBRADOR. Lo imaginaron iracundo (“¡Eso si calienta¡”) y hubo quien le recordó la creencia popular de que hace daño comer aguacate después de un coraje.
(8) Y más allá de la presunta mala suerte de AMLO (o si un día echa malas y el otro también), me parece que la empresa a cargo de GOOGLE MAPS tiene mucho que explicarnos. Es su obligación, porque este amarre de navajas no puede ser fortuito y menos en etapa electoral.
Podrán despreciar a LÓPEZ OBRADOR, pero los mexicanos nos merecemos una respuesta creíble por parte de dicha compañía. Esto que hicieron no fue cualquier cosa, se trató de un tiro de precisión con una puntería escalofriante.
Fue un chingadazo muy bien puesto, con lujo de estrategia. Lo lanzaron al tiempo justo para dar tema y tiempo suficiente a columnas y caricaturas del día lunes. Calcularon el momento, eso que llaman “timing”, sentido de la oportunidad.
Escribo esta reflexión en la tarde del domingo 11 de abril. Será importante aquilatar también la reacción del gobierno mexicano, que no debe hacerse esperar.
El presidente se ha vuelto predecible y sus adversarios lo saben. Todo indica que ya le tomaron la medida y han elegido los fines de semana para lanzar sus buscapiés peor intencionados, sabedores de que el patriarca lanzará rayos y centellas desde su púlpito al siguiente lunes.
Esperemos que esta vez se comporte a la altura (si es que ello fuera posible) y no acuda a su recurrente cacería de brujas, más allá del consabido patatús, supiritaco, soponcio, telele o chiripiorca que el episodio haya causado en su (de por sí) fatigoso estado de salud.