Cd. Victoria, Tam.- Muy rico en
matices el caso de SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA, general de división detenido en
el aeropuerto de Los Ángeles el pasado viernes 16 de octubre.
De su altísimo rango se derrama, como cascada, la diversidad de interpretaciones, probables motivos y potenciales implicaciones.
Por ello el abanico especulativo se abrió como nunca. No solo es difícil encontrar dos opinólogos que destaquen lo mismo, sino (más interesante aún) que coincidan en el tratamiento básico del problema.
Uno es el tema, los subtemas se disparan. Tantas maneras de entrarle al asunto parecen nublar la visión, dificultando una respuesta ciudadana coherente ante un caso gravísimo de corrupción al más alto nivel institucional.
-“Más arriba en la jerarquía, nomás los presidentes” así empieza la letanía en los medios.
-“Nunca un extitular de SEDENA”, añaden con ojos de plato.
-“Y es el de PEÑA”, apunta alguien más, recordando que ya son tres los personajes del primer equipo caídos en prisión (amén de ROBLES y LOZOYA).
-“¡El timing, el timing!”, recuerdan otros, subrayando la cercanía de la elección norteamericana, la hambruna de votos que aqueja al presidente TRUMP.
Y también el acercamiento del magnate rubio con ANDRÉS MANUEL, a quien estaría sirviendo en bandeja de plata la cabeza del militar para reforzar su narrativa anticorrupción.
Sin olvidar la hipótesis pendeja del gringo JOHN ACKERMAN, atribuyendo al gobierno obradorista el mérito del arresto, historia solo creíble desde la abyección extrema que caracteriza a sus escritos y a su vida misma.
Y sin dejar fuera a quienes advierten que el aeropuerto angelino fue también el escenario donde la policía capturó (junio de 2019) al pastor pedófilo NAASÓN JOAQUÍN GARCÍA, líder de la secta “Luz del mundo” y distinguido amigo del gobierno obradorista.
EXPEDIENTE MAYOR
¿Algo más?... Ah, sí, disculpe usted, entre tantas calenturas y calosfríos mediáticos, la realidad dura y madura habría quedado en segundo término.
El dato firme, más allá de todas las fiebres, es que la orden de arresto viene de Nueva York, para ser más precisos, de la misma fiscalía que ha despachado los casos del “CHAPO” GUZMÁN y GENARO GARCÍA LUNA.
Si a usted (lectora, lector) le resultan conocidos estos dos últimos nombres, entonces podríamos dar curso a una relatoría menos ampulosa pero más verídica del caso CIENFUEGOS.
La orden vino de allá, de la mismísima corte federal (distrito este) de Brooklyn. De manera por demás explícita reconoce su origen en un expediente elaborado durante los últimos diez años.
Tiempo de maduración que además nos recuerda los plazos largos que caracterizan a la vida militar, ojo con esto.
Jerarquías cocinadas a fuego lento. Disciplina, tenacidad y esfuerzo entre ascensos y promociones que llevan toda una vida.
Por ello resulta pretencioso (además de falso) etiquetar al general CIENFUEGOS como “peñista”. Lo fue, en efecto, durante seis años, aunque para entonces su intensa hoja de servicios nos habla de un desempeño ascendente bajo los gobiernos de DÍAZ ORDAZ, ECHEVERRÍA, LÓPEZ PORTILLO, DE LA MADRID, SALINAS, ZEDILLO, FOX, CALDERÓN y PEÑA.
El general detenido por la justicia norteamericana cumplió 72 años de edad el 14 de junio pasado. Su documento de alta en el ejército data de 1964.
Su currícula es demasiado extensa para citarla aquí. Baste mencionar su paso por las estratégicas comandancias regionales de SEDENA, en Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Baja California y la ciudad de México.
Destacan en ello los estados del litoral Pacífico, donde opera el cartel sinaloense de los BELTRÁN LEYVA y sus asociados de Nayarit que manejan el tráfico de metanfetaminas.
Hombre de talante sombrío, rostro duro, inexpresivo, curtido en la disciplina militar, CIENFUEGOS era conocido por sus protegidos bajo el sobrenombre del “Padrino”, como los legendarios jefes mafiosos de la novela negra y la cinematografía americana.
Va directo al interrogatorio. Difícil adivinar qué tan hondo será su canto. Aunque ya se ubica como el tercer personaje de altos vuelos que tiene a bien procesar dicha fiscalía neoyorquina, después del CHAPO y GARCÍA LUNA. Cabe esperar más nombres, acaso igual de espectaculares.
MANDOS TRANSEXENALES
Un detalle muy interesante es que CIENFUEGOS haya llegado a la titularidad de SEDENA en 2012 como “opción B” del mandatario entrante ENRIQUE PEÑA NIETO. ¿Qué significa esto?
El hombre originalmente encaminado por PEÑA para dicho cargo era el general TOMÁS ÁNGELES DAUAHARE, cuya historia es de sobra conocida.
Tres momentos parecen haber marcado la vida de este último:
(1) Cuando le comentó al entonces presidente FELIPE CALDERÓN sobre los vínculos con el narcotráfico del secretario de Seguridad GENARO GARCÍA LUNA, ante lo cual CALDERÓN le solicitó pruebas.
(2) Cuando se presentó ante el entonces titular de SEDENA GUILLERMO GALVÁN para entregarle las pruebas, pidiéndole fungir como intermediario para hacer llegar la documentación a CALDERÓN.
(3) Y cuando empieza a destacar como el mando militar más cercano al candidato priísta PEÑA NIETO.
De pronto el mundo se le vino encima. En mayo de 2012 fue detenido por presuntas corruptelas que jamás pudieron probar, permaneciendo preso 11 meses, hasta abril de 2013, cuando fue absuelto de toda culpa y recuperó su libertad.
En dicho lapso, el general ÁNGELES fue llevado a prisión de manera abrupta, sufrió la deshonra de perder sus grados militares y ser expuesto ante los medios como un militar deshonesto.
Transcurría entonces el último año de CALDERÓN y aunque el posterior gobierno de PEÑA lo exculpó, liberó y rehabilitó de todos sus honores, el daño estaba hecho. No pudo ser titular de SEDENA.
¿Quiénes ganaron en dicho episodio?... Desde luego, sus archienemigos GENARO GARCÍA LUNA y GUILLERMO GALVÁN, de quienes TOMÁS ÁNGELES DAUAHARE conocía al detalle sus nexos con el narcotráfico.
Aunque hubo alguien más que resultó beneficiado, el hombre que se convertiría en “Plan B” de PEÑA NIETO para la SEDENA: el general SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA.
Ciertamente, hay razones para que los expresidentes de México se sientan muy nerviosos ante el próximo interrogatorio de CIENFUEGOS en Nueva York. Pero el grupo obradorista no está libre de culpa. La vida da muchas vueltas y en cargos de dicha importancia ningún gobierno se salva.
Exoficiales de GARCÍA LUNA siguen operando dentro del equipo de AMLO, en los cuadros superiores de Seguridad Pública. Por igual, amigos de CIENFUEGOS y GALVÁN conservan posiciones clave dentro de la cúpula castrense.
Las implicaciones están por verse y todo indica que serán amplias.
De su altísimo rango se derrama, como cascada, la diversidad de interpretaciones, probables motivos y potenciales implicaciones.
Por ello el abanico especulativo se abrió como nunca. No solo es difícil encontrar dos opinólogos que destaquen lo mismo, sino (más interesante aún) que coincidan en el tratamiento básico del problema.
Uno es el tema, los subtemas se disparan. Tantas maneras de entrarle al asunto parecen nublar la visión, dificultando una respuesta ciudadana coherente ante un caso gravísimo de corrupción al más alto nivel institucional.
-“Más arriba en la jerarquía, nomás los presidentes” así empieza la letanía en los medios.
-“Nunca un extitular de SEDENA”, añaden con ojos de plato.
-“Y es el de PEÑA”, apunta alguien más, recordando que ya son tres los personajes del primer equipo caídos en prisión (amén de ROBLES y LOZOYA).
-“¡El timing, el timing!”, recuerdan otros, subrayando la cercanía de la elección norteamericana, la hambruna de votos que aqueja al presidente TRUMP.
Y también el acercamiento del magnate rubio con ANDRÉS MANUEL, a quien estaría sirviendo en bandeja de plata la cabeza del militar para reforzar su narrativa anticorrupción.
Sin olvidar la hipótesis pendeja del gringo JOHN ACKERMAN, atribuyendo al gobierno obradorista el mérito del arresto, historia solo creíble desde la abyección extrema que caracteriza a sus escritos y a su vida misma.
Y sin dejar fuera a quienes advierten que el aeropuerto angelino fue también el escenario donde la policía capturó (junio de 2019) al pastor pedófilo NAASÓN JOAQUÍN GARCÍA, líder de la secta “Luz del mundo” y distinguido amigo del gobierno obradorista.
¿Algo más?... Ah, sí, disculpe usted, entre tantas calenturas y calosfríos mediáticos, la realidad dura y madura habría quedado en segundo término.
El dato firme, más allá de todas las fiebres, es que la orden de arresto viene de Nueva York, para ser más precisos, de la misma fiscalía que ha despachado los casos del “CHAPO” GUZMÁN y GENARO GARCÍA LUNA.
Si a usted (lectora, lector) le resultan conocidos estos dos últimos nombres, entonces podríamos dar curso a una relatoría menos ampulosa pero más verídica del caso CIENFUEGOS.
La orden vino de allá, de la mismísima corte federal (distrito este) de Brooklyn. De manera por demás explícita reconoce su origen en un expediente elaborado durante los últimos diez años.
Tiempo de maduración que además nos recuerda los plazos largos que caracterizan a la vida militar, ojo con esto.
Jerarquías cocinadas a fuego lento. Disciplina, tenacidad y esfuerzo entre ascensos y promociones que llevan toda una vida.
Por ello resulta pretencioso (además de falso) etiquetar al general CIENFUEGOS como “peñista”. Lo fue, en efecto, durante seis años, aunque para entonces su intensa hoja de servicios nos habla de un desempeño ascendente bajo los gobiernos de DÍAZ ORDAZ, ECHEVERRÍA, LÓPEZ PORTILLO, DE LA MADRID, SALINAS, ZEDILLO, FOX, CALDERÓN y PEÑA.
El general detenido por la justicia norteamericana cumplió 72 años de edad el 14 de junio pasado. Su documento de alta en el ejército data de 1964.
Su currícula es demasiado extensa para citarla aquí. Baste mencionar su paso por las estratégicas comandancias regionales de SEDENA, en Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Baja California y la ciudad de México.
Destacan en ello los estados del litoral Pacífico, donde opera el cartel sinaloense de los BELTRÁN LEYVA y sus asociados de Nayarit que manejan el tráfico de metanfetaminas.
Hombre de talante sombrío, rostro duro, inexpresivo, curtido en la disciplina militar, CIENFUEGOS era conocido por sus protegidos bajo el sobrenombre del “Padrino”, como los legendarios jefes mafiosos de la novela negra y la cinematografía americana.
Va directo al interrogatorio. Difícil adivinar qué tan hondo será su canto. Aunque ya se ubica como el tercer personaje de altos vuelos que tiene a bien procesar dicha fiscalía neoyorquina, después del CHAPO y GARCÍA LUNA. Cabe esperar más nombres, acaso igual de espectaculares.
Un detalle muy interesante es que CIENFUEGOS haya llegado a la titularidad de SEDENA en 2012 como “opción B” del mandatario entrante ENRIQUE PEÑA NIETO. ¿Qué significa esto?
El hombre originalmente encaminado por PEÑA para dicho cargo era el general TOMÁS ÁNGELES DAUAHARE, cuya historia es de sobra conocida.
Tres momentos parecen haber marcado la vida de este último:
(1) Cuando le comentó al entonces presidente FELIPE CALDERÓN sobre los vínculos con el narcotráfico del secretario de Seguridad GENARO GARCÍA LUNA, ante lo cual CALDERÓN le solicitó pruebas.
(2) Cuando se presentó ante el entonces titular de SEDENA GUILLERMO GALVÁN para entregarle las pruebas, pidiéndole fungir como intermediario para hacer llegar la documentación a CALDERÓN.
(3) Y cuando empieza a destacar como el mando militar más cercano al candidato priísta PEÑA NIETO.
De pronto el mundo se le vino encima. En mayo de 2012 fue detenido por presuntas corruptelas que jamás pudieron probar, permaneciendo preso 11 meses, hasta abril de 2013, cuando fue absuelto de toda culpa y recuperó su libertad.
En dicho lapso, el general ÁNGELES fue llevado a prisión de manera abrupta, sufrió la deshonra de perder sus grados militares y ser expuesto ante los medios como un militar deshonesto.
Transcurría entonces el último año de CALDERÓN y aunque el posterior gobierno de PEÑA lo exculpó, liberó y rehabilitó de todos sus honores, el daño estaba hecho. No pudo ser titular de SEDENA.
¿Quiénes ganaron en dicho episodio?... Desde luego, sus archienemigos GENARO GARCÍA LUNA y GUILLERMO GALVÁN, de quienes TOMÁS ÁNGELES DAUAHARE conocía al detalle sus nexos con el narcotráfico.
Aunque hubo alguien más que resultó beneficiado, el hombre que se convertiría en “Plan B” de PEÑA NIETO para la SEDENA: el general SALVADOR CIENFUEGOS ZEPEDA.
Ciertamente, hay razones para que los expresidentes de México se sientan muy nerviosos ante el próximo interrogatorio de CIENFUEGOS en Nueva York. Pero el grupo obradorista no está libre de culpa. La vida da muchas vueltas y en cargos de dicha importancia ningún gobierno se salva.
Exoficiales de GARCÍA LUNA siguen operando dentro del equipo de AMLO, en los cuadros superiores de Seguridad Pública. Por igual, amigos de CIENFUEGOS y GALVÁN conservan posiciones clave dentro de la cúpula castrense.
Las implicaciones están por verse y todo indica que serán amplias.