Cd.
Victoria.- Inescrutables son las decisiones del poder y misteriosos
los resortes anímicos que marcan derroteros al gasto público en tiempos de la
#CuatroTé.
El presidente
LÓPEZ OBRADOR se observa confiado en que su paquete de programas ya predefinidos
le alcanza bien para sortear las dos crisis: pandemia y crack petrolero.
Al menos hasta
hoy, es claro que no piensa salirse del guión ni una jota ni una tilde. Solamente
buscará potenciar los vasos comunicantes de la ayuda social que ya están
funcionando.
En su reciente
mensaje sabatino (9 de mayo) ANDRÉS MANUEL habló precisamente de sus programas
sociales, en rubros, cifras y tiempos, abril y mayo.
Llama la
atención el tono cordial, hablando tranquilamente desde la oficina principal,
en su sillón, atrás del escritorio, entre coloraciones tenues y un volumen
moderado.
Distinto tono,
diferente ánimo, otra intensidad de la luz y también de las cuerdas vocales, si
lo comparamos con la estridencia y el ánimo pendenciero que regularmente muestra
en las conferencias “mañaneras”.
En lo
personal, de esos 16 minutos en video me llamó la atención su informe sobre un
programa denominado “La escuela es nuestra”.
Transcribo
primeramente lo que dijo de manera literal, tratando de interpretar sus
consabidas pausas en algunos casos como puntos suspensivos, en otros como punto
y coma, punto y seguido, punto y aparte, punto final.
Dijo el
presidente:
-“Aquí
aprovecho para decirle a la gente que vaya… ya… a las sucursales del Banco Azteca,
los que ya tienen su comité… que vayan a sacar ya sus recursos, sus fondos.”
“Ya se ha
dicho…si es una escuela pequeña, hasta de 50 alumnos, 150 mil pesos para el
mantenimiento; si tiene de 50 a 150 alumnos, 200 mil pesos; si tiene más de 150
alumnos, 500 mil pesos.”
“Van al banco,
reciben el dinero y… les recomendamos que lo usen en construcción de bardas…
que lo usen en la construcción de aulas para usos múltiples… que reparen los
baños, que le den trabajo a los maestros albañiles, a los trabajadores de la
construcción… porque son 25 mil escuelas; queremos que sean 25 mil frentes de
trabajo.”
“Podemos tener
en cada una de estas escuelas trabajando… cuando menos a cinco trabajadores… de
la construcción y esto reactiva abajo la economía. Son casi cinco mil millones
los que se están dispersando.”
DINERO A
MAESTROS
Fin de la
cita. La primea pregunta gira en torno a esta última cantidad (cinco mil
millones) y su relación con las prioridades de orden presupuestal en tiempos de
pandemia.
Hoy que la
demanda de servicios hospitalarios ha rebasado con mucho la capacidad de
respuesta gubernamental, en rubros como camas, equipo, respiradores, uniformes
y mascarillas de protección para el personal médico.
Hoy que vemos
a médicos y enfermeras pidiendo ayuda por la falta de suministros
indispensables para el combate a la enfermedad.
Y hoy que ya estamos
en mayo y las escuelas no solamente lucirán vacías por efectos de la
cuarentena, sino también por la víspera del periodo vacacional más largo del
año.
¿Reparar excusados
en una primaria es más importante que comprar ropa de hospital, mascarillas,
equipo de protección, medicamentos, refaccionar ambulancias, pabellones y salas
de terapia intensiva?
Pero hay más
dudas. Dice ANDRÉS MANUEL en su discurso que cada crédito (incluyendo los
menores de 25 mil pesos) dará empleo a “por lo menos cinco trabajadores”.
Lo cual se
antoja improbable. Sobre todo si recordamos que, por pinchurrienta que sea la
obra, el puro material de construcción se lleva un bocado grande de esos 25 mil.
¿Sabrá el
presidente cuánto cuesta el bulto de cemento, el kilo de varilla, el camión de
arena, el alambre quemado?
Añada usted la
raya semanal de los 5 trabajadores señalados como mínimo.
Por supuesto,
si el apoyo se ubica en las categorías superiores (150 mil, 200 mil, 500 mil)
esta limitación podría quedar salvada. Aunque aquí entramos en la siguiente
duda…
¿Quién
supervisa el buen uso del dinero?... Aparentemente nadie si, como el propio
declarante precisa, la cobertura total comprende 25 mil escuelas.
Ni lejanamente
hay auditores suficientes en todo el país. La respuesta la tiene el propio AMLO
cuando dice que el pueblo de México es intrínsecamente “bueno y sabio” y ello
garantiza su honestidad.
De aquí nuestra
necesidad de buscar segundas intenciones, propósitos velados, cuando la explicación
oficial parece desafiar al sentido común.
DOBLE
DISCURSO
Por supuesto,
la duda va más allá: ¿importa la honestidad aquí?, ¿preocupa el buen uso del
apoyo?, ¿se busca realmente que el recurso se convierta en obra útil?
¿Deveras quieren
que dichas cantidades de dinero entregadas en greña proporcionen mejoras a los
centros escolares y otorguen, de paso, empleo temporal a los trabajadores de la
construcción?
Objetivamente,
lo que vemos hasta ahora es una mecánica gubernamental montada para entregar 25
mil cheques cuyas cantidades oscilan entre 25 mil y 500 mil pesos, en todo el
territorio nacional.
¿A quiénes se
entregan?... A los maestros, profesión que desde las últimas décadas del viejo
régimen pasó a ocupar una función estratégica dentro de la operatividad
electoral.
No hay
partidos de médicos, mire usted. Están tan ocupados salvando vidas que
difícilmente tendrían tiempo de congregarse en un organismo político.
Pero sí de profesores.
El ya existente de Nueva Alianza (PANAL) y uno más en ciernes llamado Redes
Sociales Progresistas (RSP) engendros (ambos) de doña ELBA ESTHER GORDILLO.
Sin olvidar
que también partidos como el PRI, PAN, PRD y MORENA han hecho uso intensivo de
los batallones magisteriales para reforzar sus campañas. Entre otras razones
por su disciplina y eficacia probadas.
No se necesita
demasiada materia gris para entender las ventajas de regalarles dinero en
tiempos de crisis (“dispersar” es la palabra empleada por AMLO) sin rendición
de cuentas y en la víspera de un año electoral.
Un megaproceso
todavía mayor que el de 2018 donde, además de toda la Cámara Baja, habrá en
juego 15 gubernaturas y alrededor de 3 mil 500 cargos, locales y federales.
Y bueno, por
ahí se coló una perla muy significativa en el mensaje presidencial de este
sábado, cuando el mandatario informó sobre la aplicación de dicho gasto en “25
mil frentes de trabajo.”
No dijo
fuentes, ojo, dijo frentes, como aquellos que se libran en toda batalla
electoral. Son tiros de precisión, pues, para los cuales el tabasqueño se pinta
solo. Con golpes de chequera, escasa transparencia y planes políticos de
mediano plazo.