Cd.
Victoria, Tam. Leyendo ahora el
reporte de la encuestadora MASSIVE CALLER sobre el desempeño de las autoridades
municipales en todo el país. Hay dos listas sobresalientes, para bien y para
mal, los 20 mejores, los 20 peores.
Más allá de los individuos (que, por supuesto, habrá
que nombrarlos) llama la atención la orientación partidista de ambas
relaciones, ganadores y perdedores. El ranking de victorias y fracasos en cuanto
a desempeño municipal.
La más alta calificación, mire usted, fue para JORGE ALFREDO LOZOYA SANTILLÁN, de Parral, Chihuahua, empresario minero y ciudadano sin partido, quien llegó al cargo por la vía de una candidatura independiente.
La más alta calificación, mire usted, fue para JORGE ALFREDO LOZOYA SANTILLÁN, de Parral, Chihuahua, empresario minero y ciudadano sin partido, quien llegó al cargo por la vía de una candidatura independiente.
En los 19 restantes (la lista de los bien portados) 10
de ellos son panistas, hay 4 de MORENA, 3 del PRI, uno del MC y otro del PRD.
En cuanto al origen geográfico, destacan 4 de
Tamaulipas, aquí le van los nombres y partidos:
-LUGAR 5: MAKI
ORTIZ, Reynosa, PAN, 57.1% de aprobación.
-LUGAR 8: CHUCHO
NADER, Tampico, PAN, 51.7%.
-LUGAR 11: MARIO
LOPEZ, Matamoros, MORENA, 51.1%.
-LUGAR 20: OSCAR
RIVAS, Nuevo Laredo, PAN, 45.5%.
Abundan, por cierto, los norteños en este “top-20” de munícipes
reconocidos.
Además del ya referido cuarteto tamaulipeco, hay 4 más
de Nuevo León (Santa Catarina, Apodaca, General Escobedo y San Nicolás de los
Garza), 2 de Chihuahua (la capital del mismo nombre y el ya citado caso de
Parral), 2 de Sinaloa (Guasave y Mazatlán) amén de Saltillo, Coahuila y
Hermosillo Sonora.
Y, bueno, para
los malquerientes del doctor XICOTÉNCATL GONZÁLEZ URESTI, ninguna sorpresa
representó que el alcalde cuerudo haya ocupado el último lugar en aprobación.
MANDATARIOS
ESTATALES
Igual se dieron a conocer los resultados de las
consultas en torno al desempeño de los 32 jefes de gobierno mexicanos, según
Arias Consultores y Massive Caller, donde el tamaulipeco FRANCISCO JAVIER
GARCÍA CABEZA DE VACA habría quedado en tercero y cuarto lugares,
respectivamente.
Otra evaluación diferenciada hecha por El Heraldo de
México otorga a CABEZA DE VACA la quinta posición en materia de capacidad, la
siete en honestidad y la décima en integridad.
Los tres peor evaluados: en lugar 30, JAIME RODRÍGUEZ,
el Bronco, de Nuevo León; en lugar 31, KIKO VEGA de Baja California y, en
calidad de sotanero, al final de la tabla, en la posición 32, CUAUHTÉMOC
BLANCO, de Morelos.
En esta columna me permití adelantar mis dudas, mi más
sincero escepticismo, cuando saltó a la fama el fenómeno mediático del “Bronco”,
primer gobernador independiente del México contemporáneo y aspirante franco a
la Presidencia de la República.
El caso es que a la primera magistratura del país
jamás llegó. De hecho, tuvo grandes dificultades para que le fuera aceptada su
candidatura porque de las 876 mil firmas que debía recabar en 17 entidades
federativas, presentó muchas irregularidades.
El Instituto Nacional Electoral le encontró (en
números redondos) que al menos 266 mil de ellas estaban duplicadas, 158 mil
simuladas, 205 mil eran fotocopias y más de 500 mil tenían inconsistencias.
Aun así, por gentileza inexplicable del consejo
electoral, le dieron oportunidad de participar en la contienda presidencial,
quedando en último lugar, con el 5.23 % de los sufragios, muy por debajo de
PEPE TOÑO MEADE, RICARDO ANAYA y, por supuesto, de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Una reciente nota en medios regiomontanos acusó al
Bronco de nepotismo, por tener trabajando a su suegra en la administración
estatal de Nuevo León.
Y además por autorizarle afectuosos incrementos de
sueldo que, en poco más de un año, han pasado de 28 mil a 67 mil pesos
mensuales.
Cabe recordar a JAIME en sus tiempos de candidato, como
un crítico muy severo del influyentismo, los privilegios y los clanes
familiares que medran del poder, cuando lucía como crítico implacable de su
antecesor, el priísta RODRIGO MEDINA.
Hablaba mucho, ¿recuerda usted?... Esos desplantes de bravucón
campirano, aquellos baños de pureza que supo venderle al electorado cuando se
presentaba como un rancherón franco, directo, incorruptible.
Al cabo del tiempo, su afán transformador no llegaría demasiado
lejos. De ello dan cuenta los sondeos sobre desempeño, que hoy lo ubican en los
últimos lugares de la lista. Lo dije aquí, el bronco quedaría en brinco.
Salto con pirueta al poder, por el poder mismo y nada
más.