Cd. Victoria, Tam.- A principios de siglo, durante el trienio 2002-2004, el ingeniero EUGENIO
HERNÁNDEZ FLORES, por entonces alcalde de Victoria, tomó nota de las quejas que
menudeaban entre los usuarios del servicio eléctrico, en particular, sus altas
cuotas.
A pesar de nuestros calores infernales, la capital tamaulipeca no está incluida dentro de la clasificación especial que establece la CFE para regiones de alto consumo, en la cual suele aplicar tarifas más bajas, buscando proteger el gasto familiar, mediante cobros más benévolos.
En aquellos años se hicieron diversos estudios. Fue preciso elaborar un registro certificado de la temperatura diaria en la época más candente del año y sacar un promedio durante un lapso preciso de tiempo. Tarea que se mandó hacer a cabalidad, cumpliéndose el requisito al pie de la letra.
Gobernaba entonces VICENTE FOX y el grandulón de las botas tenía un interés muy escaso (acaso nulo) en las entidades gobernadas por partidos distintos al suyo. La iniciativa referida no avanzó más, ahí quedó la cosa, por desidia federal.
Dos décadas después, la preocupación es la misma. Solo que las condiciones climáticas son peores, pues Victoria, Tamaulipas, México y el planeta entero sufren mayormente los estragos del calentamiento global.
Lo cual coloca el tema en el centro de la preocupación ciudadana y gubernamental, abriendo de nuevo la posibilidad de solicitar la reclasificación tarifaria que EUGENIO propuso desde su silla en el 17 Hidalgo y ahora se antoja más necesaria que nunca.
Hoy, por supuesto, podríamos mencionar algunas ventajas adicionales, que entonces no tuvimos: (1) la propuesta no la está haciendo un alcalde sino (nada menos que) el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, quien, por cierto (2) milita en el mismo partido del Presidente, (3) es amigo personal de LÓPEZ OBRADOR y también (4) de MANUEL BARTLETT DÍAZ, titular de la CFE, con quien lo liga una cercanía familiar que viene desde los tiempos del ingeniero VILLARREAL GUERRA, hace más de tres décadas.
Parece una buena oportunidad, ahora o nunca. En tiempos de FOX se argumentó que Ciudad Victoria no era candidata para dicho ajuste, pues no había suficiente calor. Mentira peor que flagrante, ¡flamígera!...
Un verdadero absurdo pues (entonces y ahora) en los días más intensos del verano (que son muchos) podemos freír un huevo sobre el capacete de un carro.
En este contexto habrá que entender la entrevista que sostuvo la semana pasada el doctor VILLARREAL ANAYA con BARTLETT DÍAZ para tratar, entre otros asuntos, el tema de las tarifas. Su justificada y urgente reclasificación.
Importa decir que habiendo voluntad política no son realmente importantes los registros promedio de temperaturas. Si quieren lo pueden hacer, sin tantas trabas. El infierno local es más que obvio.
Bastaría con invitar a BARTLETT a caminar por la calle Hidalgo al mediodía en alguna de sus próximas visitas. O visitar el estadio MARTE R. GÓMEZ, de preferencia en las herraduras, la sección de Sol General, atrás de las porterías.
Tras su encuentro con dicho funcionario, el doctor AMÉRICO expresó como meta que en el periodo de verano del próximo año, Tamaulipas cuente con una reclasificación de las tarifas de energía eléctrica, “sueño anhelado por la población y una demanda en la que se ha insistido desde hace tiempo.”
Y también un argumento. Que la entidad se lo merece por ser “el productor número uno de energía en el país y es justa su posición de tener un mejor nivel de cuota.”
REZONIFICACIÓN
SALARIAL
Y bueno, ya entrados en gastos, ahora que el doctor VILLARREAL ANAYA está tomando cartas en asuntos federales que afectan directamente a la gente de su natal Ciudad Victoria, no está de más recordar otra asignatura pendiente que por igual preocupa a buena parte de la población activa en la capital cueruda.
Esta sería la largamente pospuesta rezonificación salarial de los empleados federales. Quienes conocen de estos asuntos comentan que prácticamente todo Tamaulipas está al 100% del tabulador, menos la municipalidad de Victoria, que de manera inexplicable sigue atada a la categoría del 60%.
Ello, bajo el argumento de que el 100% es solamente para zonas caras y nuestra capital (supuestamente) no entra en dicha categoría. Pretexto que se cae platicando con cualquier ama de casa.
Otro absurdo como el de la creencia aquella mencionada al principio, de que en Victoria no hace calor suficiente para aplicar tarifas eléctricas preferenciales.
En ambos casos, doña federación emplea pretextos insostenibles, verdaderas burradas. Lo que sin duda ha faltado es firmeza suficiente en las autoridades regionales y (sobre todo) perseverancia.
Buen tema para los diputados locales y federales, igual entre quienes sueñan con estrenar curul el próximo año que quienes desean quedarse otros tres en sus sillones.
Y también para quienes busquen la alcaldía próximamente, incluyendo al caballero que desde hace tiempo manifestó su intención de continuar en el cargo, EDUARDO GATTÁS quien, por cierto, sobre el asunto no ha dicho “esta boca es mía”.
En esencia, es justicia para los trabajadores federales. Pero además conlleva un interesante estímulo a la economía regional. En las ciudades donde se aplica impacta positivamente al comercio local de bienes y servicios.
Ello, por representar un importante incremento del poder adquisitivo en un sector clave de la población. En este sentido, la perspectiva es “ganar-ganar” y también las cúpulas patronales podrían decir “esta boca es mía”.
A pesar de nuestros calores infernales, la capital tamaulipeca no está incluida dentro de la clasificación especial que establece la CFE para regiones de alto consumo, en la cual suele aplicar tarifas más bajas, buscando proteger el gasto familiar, mediante cobros más benévolos.
En aquellos años se hicieron diversos estudios. Fue preciso elaborar un registro certificado de la temperatura diaria en la época más candente del año y sacar un promedio durante un lapso preciso de tiempo. Tarea que se mandó hacer a cabalidad, cumpliéndose el requisito al pie de la letra.
Gobernaba entonces VICENTE FOX y el grandulón de las botas tenía un interés muy escaso (acaso nulo) en las entidades gobernadas por partidos distintos al suyo. La iniciativa referida no avanzó más, ahí quedó la cosa, por desidia federal.
Dos décadas después, la preocupación es la misma. Solo que las condiciones climáticas son peores, pues Victoria, Tamaulipas, México y el planeta entero sufren mayormente los estragos del calentamiento global.
Lo cual coloca el tema en el centro de la preocupación ciudadana y gubernamental, abriendo de nuevo la posibilidad de solicitar la reclasificación tarifaria que EUGENIO propuso desde su silla en el 17 Hidalgo y ahora se antoja más necesaria que nunca.
Hoy, por supuesto, podríamos mencionar algunas ventajas adicionales, que entonces no tuvimos: (1) la propuesta no la está haciendo un alcalde sino (nada menos que) el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, quien, por cierto (2) milita en el mismo partido del Presidente, (3) es amigo personal de LÓPEZ OBRADOR y también (4) de MANUEL BARTLETT DÍAZ, titular de la CFE, con quien lo liga una cercanía familiar que viene desde los tiempos del ingeniero VILLARREAL GUERRA, hace más de tres décadas.
Parece una buena oportunidad, ahora o nunca. En tiempos de FOX se argumentó que Ciudad Victoria no era candidata para dicho ajuste, pues no había suficiente calor. Mentira peor que flagrante, ¡flamígera!...
Un verdadero absurdo pues (entonces y ahora) en los días más intensos del verano (que son muchos) podemos freír un huevo sobre el capacete de un carro.
En este contexto habrá que entender la entrevista que sostuvo la semana pasada el doctor VILLARREAL ANAYA con BARTLETT DÍAZ para tratar, entre otros asuntos, el tema de las tarifas. Su justificada y urgente reclasificación.
Importa decir que habiendo voluntad política no son realmente importantes los registros promedio de temperaturas. Si quieren lo pueden hacer, sin tantas trabas. El infierno local es más que obvio.
Bastaría con invitar a BARTLETT a caminar por la calle Hidalgo al mediodía en alguna de sus próximas visitas. O visitar el estadio MARTE R. GÓMEZ, de preferencia en las herraduras, la sección de Sol General, atrás de las porterías.
Tras su encuentro con dicho funcionario, el doctor AMÉRICO expresó como meta que en el periodo de verano del próximo año, Tamaulipas cuente con una reclasificación de las tarifas de energía eléctrica, “sueño anhelado por la población y una demanda en la que se ha insistido desde hace tiempo.”
Y también un argumento. Que la entidad se lo merece por ser “el productor número uno de energía en el país y es justa su posición de tener un mejor nivel de cuota.”
Y bueno, ya entrados en gastos, ahora que el doctor VILLARREAL ANAYA está tomando cartas en asuntos federales que afectan directamente a la gente de su natal Ciudad Victoria, no está de más recordar otra asignatura pendiente que por igual preocupa a buena parte de la población activa en la capital cueruda.
Esta sería la largamente pospuesta rezonificación salarial de los empleados federales. Quienes conocen de estos asuntos comentan que prácticamente todo Tamaulipas está al 100% del tabulador, menos la municipalidad de Victoria, que de manera inexplicable sigue atada a la categoría del 60%.
Ello, bajo el argumento de que el 100% es solamente para zonas caras y nuestra capital (supuestamente) no entra en dicha categoría. Pretexto que se cae platicando con cualquier ama de casa.
Otro absurdo como el de la creencia aquella mencionada al principio, de que en Victoria no hace calor suficiente para aplicar tarifas eléctricas preferenciales.
En ambos casos, doña federación emplea pretextos insostenibles, verdaderas burradas. Lo que sin duda ha faltado es firmeza suficiente en las autoridades regionales y (sobre todo) perseverancia.
Buen tema para los diputados locales y federales, igual entre quienes sueñan con estrenar curul el próximo año que quienes desean quedarse otros tres en sus sillones.
Y también para quienes busquen la alcaldía próximamente, incluyendo al caballero que desde hace tiempo manifestó su intención de continuar en el cargo, EDUARDO GATTÁS quien, por cierto, sobre el asunto no ha dicho “esta boca es mía”.
En esencia, es justicia para los trabajadores federales. Pero además conlleva un interesante estímulo a la economía regional. En las ciudades donde se aplica impacta positivamente al comercio local de bienes y servicios.
Ello, por representar un importante incremento del poder adquisitivo en un sector clave de la población. En este sentido, la perspectiva es “ganar-ganar” y también las cúpulas patronales podrían decir “esta boca es mía”.