Cd.
Victoria, Tam.- Sinceramente
ignoro si algún dirigente nacional del PRI utilizó antes con tanto afán la
neurotoxina botulínica para enderezar el semblante, borrar las preocupaciones
de su frente y planchar las huellas del tiempo.
Al menos
entre los varones, ALEJANDRO, “Alito”, MORENO CÁRDENAS, sería el primero o el
más notorio. Es práctica común en el mundo del espectáculo.
El también exgobernador de Campeche resulta ejemplo fehaciente de las volteretas que da la política, a veces en tiempo demasiado corto.
Apenas en las semanas previas el hombre había destacado como el héroe de la lucha legislativa contra la reforma eléctrica.
Se mostraba triunfal en programas de televisión, concedía entrevistas, multiplicando su presencia en redes y dejándose querer por la especie de “presidenciable” que sus incondicionales han propalado.
En tiempo muy corto todo se vino abajo. Su viacrucis empieza cuando se divulgan grabaciones con la expresión aquella de que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos”, “hay que matarlos de hambre”.
Lo dicho en el contexto es todavía más grave (aunque menos vistoso) mire usted, cuando afirma haber entregado “una maleta” al propietario de un medio de comunicación local que luego lo siguió atacando
Por ello tendría en planes mentarle la madre al citado editor y de paso exigirle que le regresara la maleta, lo cual se antoja difícil, acaso imposible. Si algo regresa, es la maleta vacía.
CATEO Y DENUNCIAS
Órale, aunque su martirologio apenas arrancaba. Al mismo tiempo empezaron a publicarse filtraciones en redes y medios sobre la gran riqueza que amasó como mandatario campechano (2015-2019), denuncias que la prensa del sureste ya conocía desde hace años.
Una orden judicial permitió a la policía ministerial del mismo estado catear una ostentosa residencia del personaje, donde después se dijo fue encontrado un teléfono celular con fotografías de sus compañeras de partido, diputadas priístas posando desnudas. Imágenes que ellas mismas le habrían enviado.
El trato que ahora le dan los medios nacionales empeoró de golpe. Ahora se le ve como un ladrón, abusador de mujeres, especie de “bon vivant”, dado al desenfreno, frivolidad y lujos a costa del erario.
En Campeche se conocía mejor su historia previa como gobernante autoritario y represivo. Sus malos tratos y sus arranques iracundos en el ejercicio del cargo. Igual se le ubica como coleccionista de propiedades que superan varias veces el valor de los ingresos declarados al fisco.
Para la opinión pública nacional que poco conocía de estas cosas, el bravo dirigente que se alzó victorioso en sus batallas legislativas contra la 4T, en pocos días derivó en un vulgar saqueador del erario, en términos cercanos a sus colegas, el veracruzano JAVIER DUARTE DE OCHOA y el neoleonés JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN, el Bronco.
Temeroso de ser capturado, “Alito” se embarcó en un viaje por el viejo continente donde llevó su queja de presunto “perseguido político” a foros como la Internacional Socialista.
De regreso al país se topó con que existía una “alerta migratoria” en su contra. Lo cual lo entretuvo un rato en el aeropuerto capitalino y si bien no hubo detención significó un calambre más en su haber.
VAN POR ÉL
Y es que el gobierno morenista que encabeza LAYDA ELENA SANSORES SAN ROMÁN tiene la mira puesta en “Alito” MORENO, con el caso en manos de un fiscal estatal de lujo. Nada menos que RENATO SALES HEREDIA, quien entre otros cargos fuera Comisionado Nacional de Seguridad en tiempos de PEÑA NIETO.
Aunque los problemas de “Alito” tienen una doble vertiente. Por peculado y tráfico de influencias en lo que respecta a la justicia estatal. Pero también habría enriquecimiento ilícito y fraude fiscal, lo cual incumbe a la federal.
Doña LAYDA ha instaurado una versión tropical de la “mañanera” obradorista. Una suerte de “talk show” semanal denominado “Martes del Jaguar” donde la feroz dama publicita sus acciones de gobierno y de paso aporrea a críticos y adversarios. Comprobado de sobra está que tiene la mano muy pesada.
Fue en ese espacio donde la gobernadora dio a conocer los audios de “Alito” contra medios y periodistas. También las charlas de este último con su cirujano plástico y el chisme de las presuntas fotografías de diputadas desnudas.
Tremebunda señora, con su presencia voluminosa, labios en flor, cutis de piedra, rostro volcánico inflado por la fórmula botulínica antes citada; atuendos amplísimos y floridos. Sin olvidar el pelo rojo fosfo que cae lacio y pesado sobre frente y hombros, estilo “chapuzón”.
Para redondear la anécdota, la mandataria campechana cumplirá en breve 77 años, pues nació el 7 de agosto de 1945 (ojo al dato) un día después del bombazo en Hiroshima (agosto 6).
Lo cuál acaso coincida con su carácter explosivo, telúrico, radioactivo.
El también exgobernador de Campeche resulta ejemplo fehaciente de las volteretas que da la política, a veces en tiempo demasiado corto.
Apenas en las semanas previas el hombre había destacado como el héroe de la lucha legislativa contra la reforma eléctrica.
Se mostraba triunfal en programas de televisión, concedía entrevistas, multiplicando su presencia en redes y dejándose querer por la especie de “presidenciable” que sus incondicionales han propalado.
En tiempo muy corto todo se vino abajo. Su viacrucis empieza cuando se divulgan grabaciones con la expresión aquella de que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos”, “hay que matarlos de hambre”.
Lo dicho en el contexto es todavía más grave (aunque menos vistoso) mire usted, cuando afirma haber entregado “una maleta” al propietario de un medio de comunicación local que luego lo siguió atacando
Por ello tendría en planes mentarle la madre al citado editor y de paso exigirle que le regresara la maleta, lo cual se antoja difícil, acaso imposible. Si algo regresa, es la maleta vacía.
CATEO Y DENUNCIAS
Órale, aunque su martirologio apenas arrancaba. Al mismo tiempo empezaron a publicarse filtraciones en redes y medios sobre la gran riqueza que amasó como mandatario campechano (2015-2019), denuncias que la prensa del sureste ya conocía desde hace años.
Una orden judicial permitió a la policía ministerial del mismo estado catear una ostentosa residencia del personaje, donde después se dijo fue encontrado un teléfono celular con fotografías de sus compañeras de partido, diputadas priístas posando desnudas. Imágenes que ellas mismas le habrían enviado.
El trato que ahora le dan los medios nacionales empeoró de golpe. Ahora se le ve como un ladrón, abusador de mujeres, especie de “bon vivant”, dado al desenfreno, frivolidad y lujos a costa del erario.
En Campeche se conocía mejor su historia previa como gobernante autoritario y represivo. Sus malos tratos y sus arranques iracundos en el ejercicio del cargo. Igual se le ubica como coleccionista de propiedades que superan varias veces el valor de los ingresos declarados al fisco.
Para la opinión pública nacional que poco conocía de estas cosas, el bravo dirigente que se alzó victorioso en sus batallas legislativas contra la 4T, en pocos días derivó en un vulgar saqueador del erario, en términos cercanos a sus colegas, el veracruzano JAVIER DUARTE DE OCHOA y el neoleonés JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN, el Bronco.
Temeroso de ser capturado, “Alito” se embarcó en un viaje por el viejo continente donde llevó su queja de presunto “perseguido político” a foros como la Internacional Socialista.
De regreso al país se topó con que existía una “alerta migratoria” en su contra. Lo cual lo entretuvo un rato en el aeropuerto capitalino y si bien no hubo detención significó un calambre más en su haber.
VAN POR ÉL
Y es que el gobierno morenista que encabeza LAYDA ELENA SANSORES SAN ROMÁN tiene la mira puesta en “Alito” MORENO, con el caso en manos de un fiscal estatal de lujo. Nada menos que RENATO SALES HEREDIA, quien entre otros cargos fuera Comisionado Nacional de Seguridad en tiempos de PEÑA NIETO.
Aunque los problemas de “Alito” tienen una doble vertiente. Por peculado y tráfico de influencias en lo que respecta a la justicia estatal. Pero también habría enriquecimiento ilícito y fraude fiscal, lo cual incumbe a la federal.
Doña LAYDA ha instaurado una versión tropical de la “mañanera” obradorista. Una suerte de “talk show” semanal denominado “Martes del Jaguar” donde la feroz dama publicita sus acciones de gobierno y de paso aporrea a críticos y adversarios. Comprobado de sobra está que tiene la mano muy pesada.
Fue en ese espacio donde la gobernadora dio a conocer los audios de “Alito” contra medios y periodistas. También las charlas de este último con su cirujano plástico y el chisme de las presuntas fotografías de diputadas desnudas.
Tremebunda señora, con su presencia voluminosa, labios en flor, cutis de piedra, rostro volcánico inflado por la fórmula botulínica antes citada; atuendos amplísimos y floridos. Sin olvidar el pelo rojo fosfo que cae lacio y pesado sobre frente y hombros, estilo “chapuzón”.
Para redondear la anécdota, la mandataria campechana cumplirá en breve 77 años, pues nació el 7 de agosto de 1945 (ojo al dato) un día después del bombazo en Hiroshima (agosto 6).
Lo cuál acaso coincida con su carácter explosivo, telúrico, radioactivo.